LA SALIVA DEL TIGRE/2
18 May, 2010
LA NOBLEZA
En una plaza como ésta, también una tarde tibia, fui engañado con un trapo rojo, aguijoneado con varas de colores y doblegado con una pica, bajo la horrible tormenta de los gritos; luego me atravesaron el corazón con una espada y me rendí a la injusticia contra unas tablas que no son las de la Ley. Recuerdo la blancura deslumbrante del albero y el sabor de mi último vaho, pasos ágiles y una seca punzada detrás de los cuernos. Ya me arrastran las mulas a la oscuridad amortiguada del callejón. Ya vuelvo a oler el moho y las manos rojizas de aquel hombre. Me revuelvo en un estertor que no le asusta. «Me ha sido reservado un alto destino», pronuncio con claridad. Y tras tres años de sombras, me encuentro de nuevo aquí, listo para aplicar mi venganza. Ya resuenan los clarines, ya se abre la portilla, ya la palmea el hombre, el mismo hombre de siempre. Y yo corro hacia la luz. Con alegría.
PABLO GONZ
18 May, 2010 a las 7:06
Mis queridos amigos:
Aquí les comparto un texto que escribí hace menos de dos semanas.
Sus comentarios son, como siempre, bienvenidos.
Que tengan un estupendo día,
PABLO GONZ
18 May, 2010 a las 7:11
Sólo diré una cosa que leí hace poco: «Las corridas de toros… sólo para las vacas». La tauromaquia no es arte, es maltrato y salvajismo. MI fiesta nacional consiste en buena música, buenos amigos, un trago, y buena conversación; mi fiesta no consiste en matar animales.
Un saludo y buen texto. La venganza se sirve fría.
18 May, 2010 a las 7:17
Lleno de imágenes y borbotones de sangre contenida, de musgo rojo entre el aliento del último suspiro y el primer paso hacia la venganza. El toro duerme, más sus anhelos rasgan la plaza con su punzante y fantasmal pezuña.
Un saludo.
18 May, 2010 a las 7:20
Es buen texto Pablo ¿leíste el mío, el de utopiomaquia? imagino que participas con él en el concurso de mayo de minificciones…
utopiomaquia
Los toros a mi me gustan en las dehesas, libres. Y en este tema creo que no es posible intermedios.
Un saludo indio
19 May, 2010 a las 7:25
Y suponía bien porque al final sí me presenté al minificciones. En este caso, más adelante supuso algunas horas. Gracias por el dato, Indio.
18 May, 2010 a las 7:20
Tu texto tiene una extrema belleza. Me da la sensación de que está medido al milímetro. En cuanto al tema de los «fiesta» de los toros, la mejor forma de luchar contra ella es ignorarla y, en todo caso, intentar protestar contra las subvenciones a tal actividad criminal.
Un abrazo
18 May, 2010 a las 7:40
Tienes toda la razón, Víctor. Matar animales no puede constituir jamás una fiesta.
Hermoso tu comentario, Anónima. Muy literario, como todo lo tuyo.
Paso enseguida, Indio, a revisar tu utopiomaquia. Y no, no me presento a ningún concurso. Pero supongo que lo haré más adelante.
Torcuato, soy un ferviente partidario de la economía del lenguaje, lo que no significa que mi prosa deba ser seca. Ahí tenemos, por ejemplo, la rosa. ¿Podría decirse que le sobra algún pétalo?
Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios,
PABLO GONZ
18 May, 2010 a las 7:54
Muy interesante la narración desde el punto de vista del animal.
18 May, 2010 a las 7:55
Y el final corriendo hacia la luz con alegría, fantástico.
18 May, 2010 a las 7:57
Yo quizás hubiese omitido el «la» del título, NOBLEZA o incluso NOBLEZA OBLIGA…
18 May, 2010 a las 8:12
Veo que continúas con fábulas, dando voz a objetos y animales (animal en este caso). Siempre está bien imaginarnos lo que pasa por la cabeza del toro en esas circunstancias. Siempre me he preguntado lo que sentirá el caballo del picador, que tiene los ojos tapados y sufre envites terribles y a veces incluso cornadas.
18 May, 2010 a las 8:39
Muy buen micro, Pablo. Algún día, de todos modos, deberíamos intentar meternos de verdad en la piel del toro. Quiero decir, utilizamos una figura retórica para que el toro hable, pero como si fuera un hombre. Algunos relatos de este tipo son muy racionales cuando el animal no razona, al menos como nosotros. Escribirlo desde las entrañas. Lo he intentado alguna vez y no me sale.
Un abrazo Pablo, siempre un placer.
18 May, 2010 a las 8:52
Isabel, tendré tus sugerencias en cuenta.
Es que yo, Manu, soy bastante fabuloso. O fabulesco. Tienes la excusa perfecta para escribirte uno desde dentro del caballo.
Hay que intentar eso, Jesús; aunque en realidad no sepamos si el toro razona o cómo razona. Yo quisiera leer ese relato tuyo, escrito desde las entrañas. Si no te sale, sigue trabajando hasta que te salga.
En general, muchas gracias por vuestra visita y vuestros comentarios. Luego me daré mi habitual vuelta por vuestros blogs a ver qué encuentro de nuevo.
Un abrazo,
PABLO GONZ
18 May, 2010 a las 9:05
Pablo, soy española y para más inri andaluza, pero no soporto una corrida de toros. No he estado nunca en una plaza, no las veo por la tele y no soporto esa violencia que además es jugarse la vida.
El relato pone la carne de gallina.
Besos.
18 May, 2010 a las 11:55
Gracias por ser como eres, Nani. Y gracias por tus palabras. A mí me parece un elogio eso de que el relato pone la carne de gallina. Pero (o sobre todo porque) no era mi intención.
Un abrazo andaluz,
PABLO GONZ
18 May, 2010 a las 19:00
Pablo, me gustó mucho este relato.
Creo que deberías presentarlo al concurso
http://minificciones.com.ar/?page_id=91&preview=true
Saludos!
18 May, 2010 a las 19:51
Muchas gracias por tu comentario, Claudia. Y por el dato. Me presenté. A ver qué pasa. Pero ojalá que ganes.
Un enorme beso,
PABLO GONZ
22 May, 2010 a las 23:27
Triste que aún pretendamos divertirnos a costa de nuestros animales.
¿en qué momento de la historia de la humanidad, nos perdimos para llegar a tanta crueldad?(a muchas crueldades)
¿qué nos perdió, qué nos sucedió?
estas son preguntas que muchas veces me hago y que por supuesto no encuentro respuesta.
Por suerte sigo siendo a pesar de mucho, una optimista empeñada
25 May, 2010 a las 14:13
Magistral
25 May, 2010 a las 14:17
Gracias, Luis.