HOMENAJES LITERARIOS/1
2 julio, 2010
EL DESTINO DE UN HOMBRE
A Mijail Shólojov
Era un hombre duro, de campo, con sus defectos. Lo reclutaron para la guerra. Le enseñaron a leer. Conoció los textos de los ideólogos. Se enardeció. En la batalla decisiva destacó como un héroe. Fue ascendido a jefe de sección. Fue nombrado ministro. Murió de viejo. Se le erigió una estatua en su pueblo natal. Y cuando triunfó la contrarrevolución, quemaron el monumento y dispararon sobre su efigie. Luego, lo arrastraron con un tractor a las afueras. Era un hombre duro, de campo, con sus defectos.
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 13:14
Esta fotografía de Gabriel Robledo es de una estatua del sacerdote mexicano Miguel Hidalgo (uno de los líderes de la Guerra de Independencia). El personaje que se representa en este cuento no es él sino un ejemplo del revolucionario de origen rural, como los que aparecen en las novelas de Mijail Shólojov, uno de mis autores preferidos. A su mano se debe «El Don apacible» y la novelita «El destino de un hombre» que es muy poco conocida en el ámbito hispánico pero que reúne a mi juicio un gran valor literario (independientemente de su orientación política, claramente marxista-leninista).
Eso. Que tengan un buen viernes y un lindo fin de semana.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 13:43
Joder, Pablo. Con este me has dejado de piedra. Buenísimo. Sencillamente buenísimo.
2 julio, 2010 a las 14:13
Pues viniendo de un microrrelatista de tu talla, Fernando, el elogio me sabe muy bien. Lo atesoro para la próxima época de vacas flacas.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 14:29
El fondo se funde con la forma. Lacónico. Seco. De la misma piedra que el hombre y el monumento.
Para colmo, te atreves a abarcar en tan corto espacio el total de una vida. Cada oración condensa cientos de instantes y nos remite a un sinfín de imágenes.
Y ese cierre final… ese cierre que nos devuelve al principio y nos deja tan demolidos como a la estatua.
Es un cuento perfecto, Pablo. No tienes derecho a guardártelo sólo para ti mismo. Así que no lo atesores; extiéndelo y difúndelo allí donde puedas.
Un abrazo.
2 julio, 2010 a las 15:06
Lo que me iba (y voy) a guardar es tu elogio, Fernando. Gracias, además, por la crítica. Y por la energía que me transmites. El lunes lo subiré a los medios que tengo a mi alcance y pulsaremos opiniones más amplias.
Un fuerte abrazo de nuevo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 14:48
Pablo, pensaba poner otro comentario, si no hubieras terminado como empiezas, ufff, ¡sin palabras!!!
Feliz finde para ti tambien.
2 julio, 2010 a las 15:08
Gracias, Nani. Hoy quiero agradecerte especialmente tu constancia y tu fidelidad. Me alegran mucho estos comentarios que me dejas y esos mensajitos que me manda facebook «a Nani le gusta tu enlace», «Nani ha comentado tu fotografía»…
Eres un sol.
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 15:04
Sí, sobre todo duro, y con sus defectos, qué duda cabe. El final es impactante,
Buen fin de semana también,
Saludos,
2 julio, 2010 a las 15:10
Gracias por venir, Jesús. Espero tu primer micro del lunes en INTITULADO para ponerle nota.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 16:10
Ni aun después del oprobio a su memoria dejó de ser fuerte, como hombre de campo. Excelente.
Un abrazo.
2 julio, 2010 a las 16:26
Gracias, TR, por pasarte. Que tengas un buen fin de semana. Suerte mañana en El Cabo.
Un abrazo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 16:33
Es un excelente micro Pablo. La contundencia de las frases cortas, eficaces, concisas, le imprime al relato la dureza del personaje. Y el remate, termina de incluir al lector en la historia. Uno de tus mejores, Pablo. Te felicito.
Buen fin de semana!
2 julio, 2010 a las 17:53
Muchas gracias, Claudia. Atesoro también tu comentario para leerlo y releerlo en las épocas más oscuras.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 21:39
Excelente micro. Creo que no se puede decir ya más de lo que han dicho.
Un abrazo, Pablo
2 julio, 2010 a las 21:41
Muchas gracias, Maite, por la visita y por tu cariñoso comentario.
Que tengas un excelente fin de semana.
Un abrazo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 21:40
Se parece un poquito a la biografía de Stalin,y como que minimiza el defectillo de ser asesino en serie,con lo de era campesino y tosco y duro.
La historia está repleta de tipejos que no supieron estar a la altura de las palabras de Julio César,quien decía que una vez que el hombre llega al poder,es menester que eleve su espíritu para que corresponda al nivel de la investidura.
2 julio, 2010 a las 21:48
La figura que se dibuja en este relato es naturalmente ideal. Yo, por mi parte, confieso mi absoluta ignoracia de la biografía de Stalin. Nunca me ha interesado la vida de los políticos. Y mucho menos la de los que cargan en sus espaldas tantas muertes como él. Por tanto, yo no minimizo nada: simplemente estaba hablando de otra cosa.
Un saludo,
PABLO GONZ
2 julio, 2010 a las 23:17
Me encanta la manera en que el polvo vuelve a ser polvo y el hombre de campo, rudo, vuelve rudamente al campo, montado en un tractor.
Impecable
Gracias!
3 julio, 2010 a las 15:01
No, por favor, Ana. Muchas gracias a ti por la lectura y por el comentario.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
3 julio, 2010 a las 2:57
Coincido con Ana,muy bueno lo tuyo. Gracias por compartirlo. Neli ♣
3 julio, 2010 a las 15:03
Gracias a ti por venir y por leer, Neli. Compartir mi literatura es lo mejor que puedo hacer por ella.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
3 julio, 2010 a las 13:45
redondo. en todos los sentidos…
3 julio, 2010 a las 15:12
Gracias por venir, Vittt, y por tu comentario.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
4 julio, 2010 a las 6:01
Pablo, así es la historia: los héroes de hoy serán derrumbados mañana.
Mini muy bien lograda.
Un saludo.
4 julio, 2010 a las 19:38
Muchas gracias, José Manuel, por tu visita y por tu comentario. Te visito en «Cuervos para tus ojos».
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
4 julio, 2010 a las 7:55
Qué bien retrataste esa naturaleza caprichosa (e incontrolable al cabo) del destino humano, que se hace y deshace a placer al margen de la voluntad y desvelos de los hombres. Enhorabuena por el micro, Pablo. Y por la serie que inicias.
un abrazo
4 julio, 2010 a las 19:41
Muchas gracias por tu comentario, Gemma, que enriquece el texto al mostrar una aguda interpretación del mismo.
Un abrazo también para ti,
PABLO GONZ
4 julio, 2010 a las 13:00
Muy buen texto, saludos desde Argentina.
4 julio, 2010 a las 19:44
Muchas gracias por tu visita y tu comentario, Horacio. Te visito en «Con letra propia».
Un saludo desde Chile,
PABLO GONZ
5 julio, 2010 a las 11:01
Era un hombre de campo y volvió al campo…
Me apunto la recomendación literaria, no conocía al autor 🙂
5 julio, 2010 a las 14:21
Como puerta de entrada a Shólojov te recomiendo uno de estos dos libros: «Cuentos del Don», editado por Alianza, o «El destino de un hombre» (no sé si está editado en español). Yo estoy leyendo ahora «El Don apacible» (RBA) y es Shólojov en estado puro. La literatura soviética produjo mucho autor prorrégimen que alcanzó el reconocimiento por ser prorrégimen. Shólojov también lo fue pero su proyección literaria va mucho más allá del panfleto. Por eso, seguramente, fue más conocido en Europa Occidental y en América que sus compañeros de generación.
Un abrazo, Virginia, y ya me dirás si te gustó lo que leiste.
PABLO GONZ
26 julio, 2010 a las 17:33
Qué bueno, gracias Pablo por la comprensión de Sholojov! Saludos desde Rusia
26 julio, 2010 a las 18:47
Hola, Tatiana: Muchas gracias por venir y por comentar. A mí Shólojov me lo presentó un tío mío que nació en Saratov, hijo de niños de la guerra españoles. Sé que en Rusia es muy leído y me sorprende que en España sólo lo conozcan los estudiantes de filología eslava. Mi primer contacto con él fue a través de la novelita «El destino de un hombre» (Судьба человека) que leí en versión bilingüe durante una época de mi vida en que intenté aprender ruso. Luego visité los «Cuentos del Don» y por fin «El Don Apacible» que es su obra magna, por lo que tengo entendido. ¿Qué otras obras podría leer?
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 12:09
Hola, Pablo! Acabo de leer tu comentario, es muy interesante. Es que mi madre también nació en Saratov, así que somos casi compatriotas :-)) Hay una novela maravillosa de Shòlojov (mi favorita, con un buen sentido del humor) «Поднятая целина»(Campos roturados) pero por cuanto yo sè no està traducida al español.
Un abrazo patriòtico.
13 septiembre, 2010 a las 13:03
Tatiana, muchas gracias por tu comentario. Me apunto el título que propones: ¡no puedo imaginar a Shólojov escribiendo desde el sentido del humor! Voy a tratar de encontrar «Campos roturados» y si no la encuentro en español, la buscaré en inglés.
Un fuerte abrazo y Добро пожаловать в ваш дом
PABLO GONZ