Tras una larga agonía, cuando por fin murió, vio formarse una luz sobre su cabeza. Avanzó hacia ella. Sintió frío. Lloró. Le arroparon. Le arrimaron a un pecho. Mamó.
Ahí tienes, Maite, un hermoso elemento literario. Damos por pensado que lo que sucede con nosotros después de la muerte es obligatorio. Quizás aparezcamos en un lugar donde nos pregunten: ¿qué prefieres: putrefacción, reencarnación o ascensión a los cielos?
Un abrazo también para ti y gracias por venir.
PABLO GONZ
Casi todas las culturas han acometido la tarea de imaginar qué existe después de la muerte. Incluso las habrá que consideren que la muerte no existe. El ser humano no deja de sorprender en la expresión de su apabullante diversidad, ¿cierto?
Un abrazo,
PABLO GONZ
Simplemente brutal, Pablo. El final, hecho con frases cortas, rápidas, le da una velocidad terrible (vigila no te multen). No me recreo más en el halago.
Te cuento, Víctor (también a los demás lectores), que me suele suceder algo que yo considero llamativo: determinados micros suscitan comentarios apasionados pero pocos; y otros logran mayor número de comentarios pero éstos son más tibios. ¿Qué será? ¿Alguien tiene una idea?
Un fuerte abrazo y gracias por estar ahí,
PABLO GONZ
No sé si te conviene esperar a ese momento para respirar aliviado. Antes de ese punto de no retorno (hasta donde sabemos) se me ocurren dos soluciones paliativas: o engañarse con una construcción mental que te acomode o acostumbrarse a la incertidumbre.
Un fuerte abrazo, Jesús, y gracias por venir.
PABLO GONZ
Hola ¿Qué tal? Mi nombre es Diego Tuesta, soy de Perú y tengo 18 años de edad. Actualmente estudio Ciencias de la Comunicación en la universidad Santo Toribio de Mogrovejo. Para mi trabajo final estoy investigando la imagen del Perú en el exterior, para esto, estoy colectando diferentes opiniones de personas (conocidas) de diferentes países que respondan un cuestionario de 10 preguntas sobre el tema de mi trabajo. He estado leyendo su página y tiene muchos temas importantes, estoy buscando personas con diferentes intereses (música, educación, política, turismo, etc). Su opinión serviría de mucha ayuda para saber la imagen internacional de mi país. Muchas gracias. Me gustaría que me brindara algún correo en donde enviarle el cuestionario.
Este es mi correo: diegoandre_074@hotmail.com
Rápido y directo. Un disparo al corazón. Me gustó mucho, Pablo. Esa agilidad le da un aspecto muy impactante.
En cierta forma me sugiere esa sucesión en ciclos que representa la reencarnación y que a la vez es una forma de ver la Historia. Porque si éste murió para nacer, luego está aquello que decía Quevedo: «nacemos para empezar a morir».
Un abrazo.
Me alegro de que te haya gustado, Alberto. Este micro representa una visión esperanzada de lo que nos espera después de la muerte (esto, naturalmente desde la óptica de quienes amamos la vida). En cuanto a la cita de Quevedo que nos aportas, ¿qué puedo decir? No le sobra nada y abarca en sólo cinco palabras ese gran vértigo que nos acompaña a lo largo de toda la vida.
Gracias por este comentario tan enriquecedor.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Besos también para ti, Nani. A la hora de componer este micro me guié por los testimonios de esas personas que han estado a punto de morir, que hablan de una luz hacia la que avanzan, etc. Soy una persona muy lúdica y eso de «jugar por segunda, tercera, cuarta vez» me encanta.
Buen fin de semana,
PABLO GONZ
Te das cuenta que estás hablando de la eternidad nó?
Me encantó esa transmutación a través de la luz. Es un micro impactante Pablo. Me gustó mucho.
Buen finde!
Me alegro de que te haya gustado, Claudia. Cuando logro esta sintonía con un lector, siento que mi trabajo tiene alguna utilidad.
Buen fin de semana también para ti. Un beso,
PABLO GONZ
Muy buen texto, Pablo. Terrorífico, desde mi punto de vista, el hecho de que no haya una pausa, un punto y aparte. Un borrado de caché…
Agonía, morir, luz, mamar… ¿Te lo imaginas todo seguido? Llegar al final, con un último suspiro, con un «a la mierda», y que resulte que no estás sino naciendo… Pavoroso. Que te digan que sí, que acabas de llegar, pero que no te puedes sentar, que empiezas otra vez… Os diría en qué libro hay un final así, pero creo que sería destriparlo. Cerré el libro con un jadeo, con un buf, jó, buf, diosss…
Un abrazo, Pablo. ¿Sabes qué capacidad tienes para hacer reflexionar?
Otro abrazo, hala.
P.
Propílogo, me encanta que este pequeño texto haya entrado en sintonía contigo, que te recuerde a otros textos, que te lleve a escribir un comentario tan cariñoso. En respuesta a tu pregunta, te diré que no sé qué capacidad tengo: mi intención es ciega y múltiple. En unos provocará esa necesidad de reflexión, en otros el placer de la contemplación de algo hermoso, el otros la indiferencia, en otros la rabia por haber perdido el tiempo, en otros el asco. La literatura es mi forma predilecta de expresión: sobre sus ecos no puedo aventurar nada.
Un fuerte abrazo también para ti,
PABLO GONZ
Pablo, este tema me encanta… y aunque mi idea es otra, tu micro me ha gustado muchísimo, me encanta abrir puertas y ventanas… a lo que no entiendo, quizá para perder el miedo a la incertidumbre.
Yo preferiría una parada de descanso antes de volver a empezar, y que el vivir tuviera un sentido más allá del propio vivir. Pero como puerta abierta, me gusta tu camino hacia la luz
Un abrazo desde ESPAÑAAAAAAAAAAAAA!!!
Yo tampoco entiendo de esto, Ana. Invento respuestas a las preguntas esenciales. A veces me salen más herméticas (como el micro de la tumba que subí el otro día) y a veces me salen más oxigenadas (como en esta ocasión). Me gusta tu idea de un descanso antes de volver a empezar. Gracias por aportarla.
Un fuerte abrazo desde Chile aunque mi corazón, en estos momentos, está en España.
PABLO GONZ
Hola Pablo, soy Stewart, es increible las cosa que pasan en la vida, hace unos meses descubrí por casualidad un blog (Mas claro agua) en el que su autor escribe de vez en cuando un microrrelato, y el género fue y me cautivó. Y me puse a escribir, o a intentar escribir historias en el menor número de letras posibles, he escrito unas cuantas desde entonces, y viendo que no se me daba del todo mal, y que el compañero Antonio tampoco me iba a la zaga, decidimos embarcarnos en la creación de Cuenticos Cuánticos.
Yo ya tenía el Cuchitril, (un blog personal en el que escribo básicamente poemas y canciones, y al que estás por supuesto invitado) y sabía que una buena forma de que personas (a ser posible interesadas en el tema) se pasaran por el blog, es pasear buscando blogs de tematica parecida en invitar a sus autores a tu bitácora participando en las suyas con comentarios a sus entradas… y… así te conocimos.
Pero fué ayer, Pablo, cuando me puse a darle hacia atrás a la ruedecita del tiempo en tu bitácora… y entonces descubrí estupefactoesta entrada.
Y digo estupefacto porque, cuando uno, en este caso yo, se pone a escribir un micro, sabe que la clave está en dar un enfoque distinto y original a algo que está a la vista de todos, como por ejemplo, hacer creer al lector que está leyendo la historia del final de la vida de una persona para en la última linea zamparle en la cara que se trata de un nacimiento, y querido Pablo, esto es lo que yo escribi en el cuchitril, (Juro que antes de conocer tu bitacora) con fecha 20 de Octubre:
TRÁNSITO
Era el fin. El monótono sonido mecánico que oía desde hacía meses se aceleraba por momentos.
Entreabrió los ojos y vio luz al final del tunel…
Poco después oyó:
-«Enhorabuena, es una niña». Pero ella no entendía nada.
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
9 julio, 2010 a las 13:05
Otra posibilidad de lo que nos espera.
Un fuerte abrazo a todos,
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 13:09
Pablo, me ha encantado esta reencarnación ¿crees que habrá posibilidad de elección?
Un abrazo
9 julio, 2010 a las 13:41
Ahí tienes, Maite, un hermoso elemento literario. Damos por pensado que lo que sucede con nosotros después de la muerte es obligatorio. Quizás aparezcamos en un lugar donde nos pregunten: ¿qué prefieres: putrefacción, reencarnación o ascensión a los cielos?
Un abrazo también para ti y gracias por venir.
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 14:36
Entiendo la vida después de la muerte. No sé si en reencarnación, pero el inicio a una nueva. ¿En el cielo? Supongo que sí. Un abrazo Neli ♣
9 julio, 2010 a las 15:29
Casi todas las culturas han acometido la tarea de imaginar qué existe después de la muerte. Incluso las habrá que consideren que la muerte no existe. El ser humano no deja de sorprender en la expresión de su apabullante diversidad, ¿cierto?
Un abrazo,
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 14:58
Simplemente brutal, Pablo. El final, hecho con frases cortas, rápidas, le da una velocidad terrible (vigila no te multen). No me recreo más en el halago.
Un abrazo.
9 julio, 2010 a las 15:33
Te cuento, Víctor (también a los demás lectores), que me suele suceder algo que yo considero llamativo: determinados micros suscitan comentarios apasionados pero pocos; y otros logran mayor número de comentarios pero éstos son más tibios. ¿Qué será? ¿Alguien tiene una idea?
Un fuerte abrazo y gracias por estar ahí,
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 15:18
A ver si es verdad… Si es así, podré suspirar aliviado.
Saludos,
9 julio, 2010 a las 15:37
No sé si te conviene esperar a ese momento para respirar aliviado. Antes de ese punto de no retorno (hasta donde sabemos) se me ocurren dos soluciones paliativas: o engañarse con una construcción mental que te acomode o acostumbrarse a la incertidumbre.
Un fuerte abrazo, Jesús, y gracias por venir.
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 18:02
Hola ¿Qué tal? Mi nombre es Diego Tuesta, soy de Perú y tengo 18 años de edad. Actualmente estudio Ciencias de la Comunicación en la universidad Santo Toribio de Mogrovejo. Para mi trabajo final estoy investigando la imagen del Perú en el exterior, para esto, estoy colectando diferentes opiniones de personas (conocidas) de diferentes países que respondan un cuestionario de 10 preguntas sobre el tema de mi trabajo. He estado leyendo su página y tiene muchos temas importantes, estoy buscando personas con diferentes intereses (música, educación, política, turismo, etc). Su opinión serviría de mucha ayuda para saber la imagen internacional de mi país. Muchas gracias. Me gustaría que me brindara algún correo en donde enviarle el cuestionario.
Este es mi correo: diegoandre_074@hotmail.com
9 julio, 2010 a las 19:06
Diego, muchas gracias por considerar mi opinión. Te escribo al mail que adjuntas.
Un abrazo,
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 18:57
la vida es lo que pasa entre agujero y agujero
9 julio, 2010 a las 19:08
Nos pasamos la vida transitando entre agujeros. Parece que la muerte también.
Un abrazo, Vittt, y gracias por tu comentario.
PABLO GONZ
9 julio, 2010 a las 22:18
Rápido y directo. Un disparo al corazón. Me gustó mucho, Pablo. Esa agilidad le da un aspecto muy impactante.
En cierta forma me sugiere esa sucesión en ciclos que representa la reencarnación y que a la vez es una forma de ver la Historia. Porque si éste murió para nacer, luego está aquello que decía Quevedo: «nacemos para empezar a morir».
Un abrazo.
10 julio, 2010 a las 15:17
Me alegro de que te haya gustado, Alberto. Este micro representa una visión esperanzada de lo que nos espera después de la muerte (esto, naturalmente desde la óptica de quienes amamos la vida). En cuanto a la cita de Quevedo que nos aportas, ¿qué puedo decir? No le sobra nada y abarca en sólo cinco palabras ese gran vértigo que nos acompaña a lo largo de toda la vida.
Gracias por este comentario tan enriquecedor.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
10 julio, 2010 a las 5:01
Me gusta Pablo, esta posibilidad es tan posible como otra cualquiera y me recuerda algunas pesadillas que tenía de niña.
Besicos muchos
10 julio, 2010 a las 15:18
Besos también para ti, Nani. A la hora de componer este micro me guié por los testimonios de esas personas que han estado a punto de morir, que hablan de una luz hacia la que avanzan, etc. Soy una persona muy lúdica y eso de «jugar por segunda, tercera, cuarta vez» me encanta.
Buen fin de semana,
PABLO GONZ
10 julio, 2010 a las 14:36
Te das cuenta que estás hablando de la eternidad nó?
Me encantó esa transmutación a través de la luz. Es un micro impactante Pablo. Me gustó mucho.
Buen finde!
10 julio, 2010 a las 15:23
Me alegro de que te haya gustado, Claudia. Cuando logro esta sintonía con un lector, siento que mi trabajo tiene alguna utilidad.
Buen fin de semana también para ti. Un beso,
PABLO GONZ
10 julio, 2010 a las 18:55
Muy buen texto, Pablo. Terrorífico, desde mi punto de vista, el hecho de que no haya una pausa, un punto y aparte. Un borrado de caché…
Agonía, morir, luz, mamar… ¿Te lo imaginas todo seguido? Llegar al final, con un último suspiro, con un «a la mierda», y que resulte que no estás sino naciendo… Pavoroso. Que te digan que sí, que acabas de llegar, pero que no te puedes sentar, que empiezas otra vez… Os diría en qué libro hay un final así, pero creo que sería destriparlo. Cerré el libro con un jadeo, con un buf, jó, buf, diosss…
Un abrazo, Pablo. ¿Sabes qué capacidad tienes para hacer reflexionar?
Otro abrazo, hala.
P.
12 julio, 2010 a las 14:24
Propílogo, me encanta que este pequeño texto haya entrado en sintonía contigo, que te recuerde a otros textos, que te lleve a escribir un comentario tan cariñoso. En respuesta a tu pregunta, te diré que no sé qué capacidad tengo: mi intención es ciega y múltiple. En unos provocará esa necesidad de reflexión, en otros el placer de la contemplación de algo hermoso, el otros la indiferencia, en otros la rabia por haber perdido el tiempo, en otros el asco. La literatura es mi forma predilecta de expresión: sobre sus ecos no puedo aventurar nada.
Un fuerte abrazo también para ti,
PABLO GONZ
11 julio, 2010 a las 23:49
Pablo, este tema me encanta… y aunque mi idea es otra, tu micro me ha gustado muchísimo, me encanta abrir puertas y ventanas… a lo que no entiendo, quizá para perder el miedo a la incertidumbre.
Yo preferiría una parada de descanso antes de volver a empezar, y que el vivir tuviera un sentido más allá del propio vivir. Pero como puerta abierta, me gusta tu camino hacia la luz
Un abrazo desde ESPAÑAAAAAAAAAAAAA!!!
12 julio, 2010 a las 14:28
Yo tampoco entiendo de esto, Ana. Invento respuestas a las preguntas esenciales. A veces me salen más herméticas (como el micro de la tumba que subí el otro día) y a veces me salen más oxigenadas (como en esta ocasión). Me gusta tu idea de un descanso antes de volver a empezar. Gracias por aportarla.
Un fuerte abrazo desde Chile aunque mi corazón, en estos momentos, está en España.
PABLO GONZ
14 julio, 2010 a las 9:28
Sencillo y directo, un gran micro 🙂
14 julio, 2010 a las 13:16
Muchas gracias por tu visita, Thanos, y por tu comentario.
Eres bienvenido,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 4:34
Éste me fascinó, Pablo. Muy bueno el desarrollo.
27 julio, 2010 a las 13:31
A mí también me ha quedado gustando bastante. Lo encuentro muy esperanzador.
Un abrazo, Walter.
PABLO GONZ
25 noviembre, 2010 a las 0:09
Hola Pablo, soy Stewart, es increible las cosa que pasan en la vida, hace unos meses descubrí por casualidad un blog (Mas claro agua) en el que su autor escribe de vez en cuando un microrrelato, y el género fue y me cautivó. Y me puse a escribir, o a intentar escribir historias en el menor número de letras posibles, he escrito unas cuantas desde entonces, y viendo que no se me daba del todo mal, y que el compañero Antonio tampoco me iba a la zaga, decidimos embarcarnos en la creación de Cuenticos Cuánticos.
Yo ya tenía el Cuchitril, (un blog personal en el que escribo básicamente poemas y canciones, y al que estás por supuesto invitado) y sabía que una buena forma de que personas (a ser posible interesadas en el tema) se pasaran por el blog, es pasear buscando blogs de tematica parecida en invitar a sus autores a tu bitácora participando en las suyas con comentarios a sus entradas… y… así te conocimos.
Pero fué ayer, Pablo, cuando me puse a darle hacia atrás a la ruedecita del tiempo en tu bitácora… y entonces descubrí estupefactoesta entrada.
Y digo estupefacto porque, cuando uno, en este caso yo, se pone a escribir un micro, sabe que la clave está en dar un enfoque distinto y original a algo que está a la vista de todos, como por ejemplo, hacer creer al lector que está leyendo la historia del final de la vida de una persona para en la última linea zamparle en la cara que se trata de un nacimiento, y querido Pablo, esto es lo que yo escribi en el cuchitril, (Juro que antes de conocer tu bitacora) con fecha 20 de Octubre:
TRÁNSITO
Era el fin. El monótono sonido mecánico que oía desde hacía meses se aceleraba por momentos.
Entreabrió los ojos y vio luz al final del tunel…
Poco después oyó:
-«Enhorabuena, es una niña». Pero ella no entendía nada.
Stewart Mundini.
25 noviembre, 2010 a las 15:38
Gracias por tu comentario, Stewart. Respondí a tu mail.
Abrazos,
P
25 noviembre, 2010 a las 22:50
Gracias por tu comprensión, Pablo, Leí tu respuesta!!!
Abrazos cuánticos