Parece que la respuesta correcta era «sí». La tibieza de su adorado no le sentó nada bien a Inés. De modo que se arremangó el traje de novia y salió de la iglesia hecha un tifón derribando a un par de parientes lejanos que habían salido a fumar. Fue un escándalo porque ambos (los novios) pertenecían a la más rancia nobleza segoviana y luego…
Un abrazo, Anita, y gracias por venir.
PABLO GONZ
Luego ella recapacitó pero era tarde. Cuando regresó a la iglesia, con el rímel por la barbilla (dicen), Fernando (por no dejar plantada a toda la nobleza segoviana) le había pedido matrimonio a su prima Elisa Juliana a la que de verdad amaba desde su común infancia campestre. Y entonces…
…Y entonces se casó con ella (porque era un hombre de palabra, aunque tibia) pero se divorció enseguida (segundo escándalo) para casarse acto seguido con Inés (le convenía desde el punto de vista económico). Y, colorín colorado, este cuento…
Perdona que me ria( sabiendo que son hechos reales no se si es descortés), pero no puedo evitar imaginar la cara de Fernando diciendo ese «bueno». Claro que ella ya debía saber que era algo «tibio» su Fernando.
Un saludo
Te tengo dos historias. Este «bueno» lo pronunció Fernando harto de la tibieza de Inés. Ella siempre le decía a todo «bueno». Y él decidió vengarse en un momento álgido de su relación. Para mí que se equivocó, pero bueno.
La segunda historia (cuya fuente no puedo revelar) llevó a Fernando a mover la cabeza afirmativamente, lo cual no era suficiente según la jueza encargada del matrimonio. Hubo un codazo y un «sí» bastante fuerte que arrancó las risas de todos.
Un saludo y gracias por venir.
PABLO GONZ
Mira tu de lo más breve salen mil cuentitos muy divertidos, ja ja ja
Cuando se casó con Elisa Juliana pensé que el amor había triunfado… me recuerda a un personaje tibio de la telenovela que sigo de TVE, ja ja 🙂
Abrazos y gracias a ti por venir a diario
Pues yo sólo entiendo que Inés aceptara a casarse con él por segunda vez, caso de que su tibieza sólo fuera verbal, y tuviera otras artes más…pasionales 😀 Me he divertido mucho con el relato y con los tentáculs que guardaba en sus diferentes interpretaciones y hechos acaecidos. Gracias por este rato.
Para servirte, Maite. Hacer reír es una de las mejores actividades del ser humano. Y eso sí que, indudablemente, depende de los demás.
Besazo,
PABLO GONZ
Según mi móvil, y perdón por salirme del tema, Pablo sube el post a las 12:53, se autocomenta a las 12:54 y Ana comenta a las 12:55. Esto me hace plantearme diversas cuestiones me lanzo yo el primero: ¿son Pablo y Ana la misma persona como el doctor Jekyll y Mr. Hide? ¿y si es así, quién es quién?
Me pido ser el Dr. Jekyll.
Por cierto, Jesús, revisa tu teléfono porque hoy (he de confesarlo) me autocomenté antes de escribir el micro. Una forma como cualquier otra de inspirarse. 🙂
Abrazos y gracias por salirte del tema.
PABLO GONZ
Gracias por lo que me toca, ja ja ja
Lo que pasa es que yo tengo telepatía y leo cuando él escribe sin necesidad de mirar su blog. A veces dejo que escriban otros antes para despistarles, pero veo que me han pillado.
Y corroboro que hoy Pablo se autocomentó antes de escribir, eso me dejó un poco ojiplática, pero reaccioné a tiempo, uf
Una cara parecida al explorador que echa de menos a su perro durante la noche y lo encuentra empalado a la entrada del valle que se propone explorar. Poco más o menos.
Abrazos, Cordelia. Ya me sumé a vuestro grupo «Silencio» de Facebook. Gracias por la invitación.
PABLO GONZ
He leído que está basado en hechos reales, pero no deja de ser ficción y no deja de parecerme un microrrelato con un humor muy pulido. Muy bueno, Pablo.
Muchas gracias, Baizabal. Creo que viene al caso recuperar la manida cita de Calderón: «…que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son». Y perdón (¡otra vez!) por el pareado.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Acabo de ver la pistola del futuro suegro apuntando directamente a la cabeza de Fernando. Aquí su tibieza se convierte en un acto heroico.
Un abrazo, Nélida, y gracias por estar ahí.
PABLO GONZ
A mí me suena esa respuesta como si hubiera sido pronunciada mientras el personaje fantaseaba con alguna opción para llegar a la única forma posible de separación según las palabras que estaba escuchando, y habiéndola encontrado posible aunque poco apasionante se hubiera conformado soltando un desabrido «bueno» después de haber hecho un gesto de resignación torciendo leve y rápidamente la boca hacia el lado derecho.
Sea como sea me gusta mucho este micro!
Un saludo Pablo.
Tú comentario es un micro, David. Gracias por dejarlo y bienvenido por estos lares. Estás en tu casa.
Te leo en «Relatos en línea».
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Jajaja perdona que me ría, pues parece que la historia ha surgido de algo real…
Me ha hecho pensar en tantos matrimonios, que pasados los primeros años, sobreviven a base de decir «bueno»… al menos el protagonista era consciente de donde se metía, y fue bien sincero frente al altar jeje
Gracias por tu risa, Aroint. Es de las mejores cosas que pueden hacerse en el mundo. Muchos son como Fernando, en efecto, y es cierto que para mantener un matrimonio es muy necesario que ambas partes cedan. En nuestra actual época hedonista no se entiende el valor de la renuncia pero yo sigo creyendo en que (en la dosis justa) sirve para mejorar las relaciones humanas.
Un fuerte abrazo y gracias por venir. Cuidate tú también.
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
18 agosto, 2010 a las 12:54
Micro basado en hechos reales.
Un abrazo a todos,
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 12:55
Qué poco convincente sonó Fernando. ¿Es feliz ahora con Inés?
18 agosto, 2010 a las 13:03
Parece que la respuesta correcta era «sí». La tibieza de su adorado no le sentó nada bien a Inés. De modo que se arremangó el traje de novia y salió de la iglesia hecha un tifón derribando a un par de parientes lejanos que habían salido a fumar. Fue un escándalo porque ambos (los novios) pertenecían a la más rancia nobleza segoviana y luego…
Un abrazo, Anita, y gracias por venir.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 13:09
Y luego…
18 agosto, 2010 a las 13:13
Luego ella recapacitó pero era tarde. Cuando regresó a la iglesia, con el rímel por la barbilla (dicen), Fernando (por no dejar plantada a toda la nobleza segoviana) le había pedido matrimonio a su prima Elisa Juliana a la que de verdad amaba desde su común infancia campestre. Y entonces…
18 agosto, 2010 a las 13:15
Podría seguir, pero no sé si te cansaré.
Y entonces…
Ya lo que está claro es que la pasión no engaña.
18 agosto, 2010 a las 13:18
…Y entonces se casó con ella (porque era un hombre de palabra, aunque tibia) pero se divorció enseguida (segundo escándalo) para casarse acto seguido con Inés (le convenía desde el punto de vista económico). Y, colorín colorado, este cuento…
18 agosto, 2010 a las 13:19
… ¿Se acabó? jaja. Muy bueno.
Abrazos
18 agosto, 2010 a las 13:47
Y, colorín colorado, este cuento se ha termin…
18 agosto, 2010 a las 13:09
Perdona que me ria( sabiendo que son hechos reales no se si es descortés), pero no puedo evitar imaginar la cara de Fernando diciendo ese «bueno». Claro que ella ya debía saber que era algo «tibio» su Fernando.
Un saludo
18 agosto, 2010 a las 13:16
Te tengo dos historias. Este «bueno» lo pronunció Fernando harto de la tibieza de Inés. Ella siempre le decía a todo «bueno». Y él decidió vengarse en un momento álgido de su relación. Para mí que se equivocó, pero bueno.
La segunda historia (cuya fuente no puedo revelar) llevó a Fernando a mover la cabeza afirmativamente, lo cual no era suficiente según la jueza encargada del matrimonio. Hubo un codazo y un «sí» bastante fuerte que arrancó las risas de todos.
Un saludo y gracias por venir.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 13:16
…bueno, dijo empuñando la daga. Te sigo incluso en vacaciones, Pablo. Por cierto… ¿todavía no salió el texto en traducción, verdad? Un abrazo.
18 agosto, 2010 a las 13:19
Gracias por estar ahí, Víctor. Todavía estoy reuniendo traducciones. Espero sacarlo un día de estos.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 13:17
«Para mí que se equivocó, pero bueno.» jajaj me quedo con esta historia, sin duda es la buena!
18 agosto, 2010 a las 13:48
Bien está. Un abrazo y a seguir cuidándose.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 14:12
Mira tu de lo más breve salen mil cuentitos muy divertidos, ja ja ja
Cuando se casó con Elisa Juliana pensé que el amor había triunfado… me recuerda a un personaje tibio de la telenovela que sigo de TVE, ja ja 🙂
Abrazos y gracias a ti por venir a diario
18 agosto, 2010 a las 14:19
El tono de la telenovela es muy divertido. Un día escribiré una telenovela, seguro.
Un fuerte abrazo a ti y otro para las palmeras.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 14:13
Tienes razón. Lo sentí real al leerlo. Bien.
18 agosto, 2010 a las 14:21
Es que la literatura basada en hechos reales rezuma una coherencia interna que se puede detectar.
Un abrazo,
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 14:43
Pues yo sólo entiendo que Inés aceptara a casarse con él por segunda vez, caso de que su tibieza sólo fuera verbal, y tuviera otras artes más…pasionales 😀 Me he divertido mucho con el relato y con los tentáculs que guardaba en sus diferentes interpretaciones y hechos acaecidos. Gracias por este rato.
18 agosto, 2010 a las 14:57
Para servirte, Maite. Hacer reír es una de las mejores actividades del ser humano. Y eso sí que, indudablemente, depende de los demás.
Besazo,
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 14:58
Me parece que ese «bueno» de Fernando esconde mucho más de lo que deja entrever. Sólo el tiempo tendrá la respuesta.
18 agosto, 2010 a las 14:59
Habrá que esperar, entonces.
Un fuerte abrazo, José Manuel, y gracias por venir.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 15:05
Según mi móvil, y perdón por salirme del tema, Pablo sube el post a las 12:53, se autocomenta a las 12:54 y Ana comenta a las 12:55. Esto me hace plantearme diversas cuestiones me lanzo yo el primero: ¿son Pablo y Ana la misma persona como el doctor Jekyll y Mr. Hide? ¿y si es así, quién es quién?
18 agosto, 2010 a las 15:33
Me pido ser el Dr. Jekyll.
Por cierto, Jesús, revisa tu teléfono porque hoy (he de confesarlo) me autocomenté antes de escribir el micro. Una forma como cualquier otra de inspirarse. 🙂
Abrazos y gracias por salirte del tema.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 16:38
Gracias por lo que me toca, ja ja ja
Lo que pasa es que yo tengo telepatía y leo cuando él escribe sin necesidad de mirar su blog. A veces dejo que escriban otros antes para despistarles, pero veo que me han pillado.
Y corroboro que hoy Pablo se autocomentó antes de escribir, eso me dejó un poco ojiplática, pero reaccioné a tiempo, uf
18 agosto, 2010 a las 18:24
Mrs. Hide era la mala, ¿no te acuerdas?
19 agosto, 2010 a las 0:49
Claro, era irónico lo de gracias, aunque no sé, Hide era la parte visceral y animal de la persona… tiene su aquél
19 agosto, 2010 a las 13:32
Puff, estoy perdiendo el sentido de la ironía (algo tan español). Debe de ser la falta de práctica.
18 agosto, 2010 a las 17:50
jó, qué cara se le quedaría a la novia. Real, muy real… Abrazos
18 agosto, 2010 a las 18:26
Una cara parecida al explorador que echa de menos a su perro durante la noche y lo encuentra empalado a la entrada del valle que se propone explorar. Poco más o menos.
Abrazos, Cordelia. Ya me sumé a vuestro grupo «Silencio» de Facebook. Gracias por la invitación.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 18:40
¿Conformismo?
18 agosto, 2010 a las 18:49
Yo creo. O si no, aburrimiento mal disimulado.
Un saludo y gracias por venir.
PABLO GONZ
18 agosto, 2010 a las 22:27
Joer, ¡cuánta gente hay hoy aquí! ¿Y tú por quién vienes, por el novio o por la novia?
19 agosto, 2010 a las 13:33
Yo hago de cura.
19 agosto, 2010 a las 17:25
Pues en la foto que tienes ahí sólo te falta un pintina blanca debajo de la barbilla. O no? 😉
20 agosto, 2010 a las 13:25
El famoso alzacuellos. Me lo pensaré aunque no está muy en mi línea mental.
Abrazos sonrientes,
PABLO GONZ
19 agosto, 2010 a las 0:36
He leído que está basado en hechos reales, pero no deja de ser ficción y no deja de parecerme un microrrelato con un humor muy pulido. Muy bueno, Pablo.
Un abrazo.
19 agosto, 2010 a las 13:36
Muchas gracias, Baizabal. Creo que viene al caso recuperar la manida cita de Calderón: «…que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son». Y perdón (¡otra vez!) por el pareado.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
19 agosto, 2010 a las 0:41
mmmm me parece, o no le queda otra opción 🙂
19 agosto, 2010 a las 13:38
Acabo de ver la pistola del futuro suegro apuntando directamente a la cabeza de Fernando. Aquí su tibieza se convierte en un acto heroico.
Un abrazo, Nélida, y gracias por estar ahí.
PABLO GONZ
19 agosto, 2010 a las 8:24
A mí me suena esa respuesta como si hubiera sido pronunciada mientras el personaje fantaseaba con alguna opción para llegar a la única forma posible de separación según las palabras que estaba escuchando, y habiéndola encontrado posible aunque poco apasionante se hubiera conformado soltando un desabrido «bueno» después de haber hecho un gesto de resignación torciendo leve y rápidamente la boca hacia el lado derecho.
Sea como sea me gusta mucho este micro!
Un saludo Pablo.
David Figueroa.
19 agosto, 2010 a las 13:41
Tú comentario es un micro, David. Gracias por dejarlo y bienvenido por estos lares. Estás en tu casa.
Te leo en «Relatos en línea».
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
20 agosto, 2010 a las 8:17
Gracias por la bienvenida Pablo.
Un abrazo.
David Figueroa
http://relatosenlinea.blogspot.com/
20 agosto, 2010 a las 10:45
Jajaja perdona que me ría, pues parece que la historia ha surgido de algo real…
Me ha hecho pensar en tantos matrimonios, que pasados los primeros años, sobreviven a base de decir «bueno»… al menos el protagonista era consciente de donde se metía, y fue bien sincero frente al altar jeje
Cuídate Pablo
20 agosto, 2010 a las 13:28
Gracias por tu risa, Aroint. Es de las mejores cosas que pueden hacerse en el mundo. Muchos son como Fernando, en efecto, y es cierto que para mantener un matrimonio es muy necesario que ambas partes cedan. En nuestra actual época hedonista no se entiende el valor de la renuncia pero yo sigo creyendo en que (en la dosis justa) sirve para mejorar las relaciones humanas.
Un fuerte abrazo y gracias por venir. Cuidate tú también.
PABLO GONZ
4 septiembre, 2010 a las 11:44
«Si no hay nada mejor con lo que casarse…» XD
4 septiembre, 2010 a las 15:51
Resignado nuestro amigo Fernando. Gracias por venir, Bu2on, cuidate mucho.
Un abrazo,
PABLO GONZ