¡Pobre!!!!¿Caricia del hacha? ¡Qué dolor, ufffff!
Buen comienzo de mes para todos y espero que sea mejor de los que ya vivimos este año. Un abrazo Neli 🙂
Un abrazo también para ti, Neli. Yo también confío en que sea mejor mes. Quizás octubre, noviembre y diciembre nos deparan enormes alegrías. Hay que verlo.
PABLO GONZ
Disfrutarlas hasta el fin mismo. Es nuestro deber.
Un fuerte abrazo, Pedro, y bienvenido por estos lares. Te sigo en «Lágrimas para cáctus».
PABLO GONZ
Seguramente sea terrible todo antes de la muerte pero no podría asegurarlo. Mis experiencias con ella no son muy próximas pero sé de ambos casos: de gente que se muere muy bien y gente que sufre mucho. Ojalá que a mí me toque morirme bien. Eso significará que viví bien.
Un fuerte abrazo y gracias por leer,
PABLO GONZ
Muchas gracias, Nani. Precisamente estaba manipulado un as de Nerón cuando el GIMP se cerró unexpectedly. Eso, perdí todo el trabajo, pero vaya era una chorrada, así que está bien perdido.
Te mando un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
Yo diría que ninguna de las dos cosas. Porque dudo de que haya disfrutado de la caricia y no era masoquista (o sea, no le gustaban los golpes). Habrá que preguntárselo a ella aunque no sé si será capaz de responder. 🙂
Gracias por venir y por comentar, José Manuel.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Completamente desarmado mi abrazo para ti, Maite. Es muy cierto lo que dices. Habrá que ser un poco más precavido, a pesar del esfuerzo que ello conlleva.
Cuidate mucho de las falsas caricias y sigue disfrutando de las verdaderas.
PABLO GONZ
Jajaja… Muy oportuno tu comentario, Raúl. Yo voy haciendo lo que puedo, tratando de mejorar cada día. Eso es lo que me gusta de la literatura: es un arte que jamás se termina de aprender (quizás les sucede lo mismo a las otras artes, no sé).
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
1 septiembre, 2010 a las 13:12
Un hiperbreve para comenzar septiembre. Ojalá que sea un mes excelente para todos.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 13:13
Un septiembre más de caricias que de hachas, por favor!
Abrazos conmovidos
1 septiembre, 2010 a las 14:15
También para ti, Ana. Un placer la charla.
A cuidarse mucho,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 13:37
¡Pobre!!!!¿Caricia del hacha? ¡Qué dolor, ufffff!
Buen comienzo de mes para todos y espero que sea mejor de los que ya vivimos este año. Un abrazo Neli 🙂
1 septiembre, 2010 a las 14:17
Un abrazo también para ti, Neli. Yo también confío en que sea mejor mes. Quizás octubre, noviembre y diciembre nos deparan enormes alegrías. Hay que verlo.
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 13:39
Impactante.
Un saludo
1 septiembre, 2010 a las 14:18
Gracias por venir y por comentar, Anónima.
Un abrazo,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 14:03
Pablo. ¡Has hecho el microrrelato más lento de la historia! ¡¡Enhorabuena!!.
1 septiembre, 2010 a las 14:19
No sé si por momentos (o sea, en el momento) llega a la detención. ¿Lo estudiaré? 🙂
Gracias por tus palabras,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 15:28
Que duro y, coincido con Alberto Flecha, que lento. Quizás yo sabiendo eso prefiero que sea rápido y sin vacilaciones…
Abrazos
1 septiembre, 2010 a las 15:41
Y así debió de ser pero aquella mujer siempre sabía verle el lado sensual a todo.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 15:34
Bien Pablo, interesante variante del concepto «caricia»,que más bien se traduce en amenaza.
1 septiembre, 2010 a las 15:40
Una forma interesante de interpretar este micro, Carlos.
Abrazos,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 16:27
El verdugo «marca» el cuello antes de descargar el golpe. Tu caricia, horror que señala el último instante.
Afectuosamente,
Patricia
1 septiembre, 2010 a las 18:22
No es necesaria la marca para sentir la caricia.
Un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 18:03
Fabuloso hiperbreve, que condensa la ironía de una caricia de un hacha con su virtual letalidad.
Muy bueno Pablo.
Un saludo indio
1 septiembre, 2010 a las 18:23
Gracias, Indio. Me alegro de que te guste. Muy aguda (como el filo de un hacha) tu lectura del mismo.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 18:08
Traicionera la caricia de marras. ¿Cuidarse de ellas o disfrutarlas mientras duren?
1 septiembre, 2010 a las 18:24
Disfrutarlas hasta el fin mismo. Es nuestro deber.
Un fuerte abrazo, Pedro, y bienvenido por estos lares. Te sigo en «Lágrimas para cáctus».
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 18:25
imagimo, antes de la muerte, acariciar aun se querido, pero que horror. gracias genio.***
1 septiembre, 2010 a las 18:44
Seguramente sea terrible todo antes de la muerte pero no podría asegurarlo. Mis experiencias con ella no son muy próximas pero sé de ambos casos: de gente que se muere muy bien y gente que sufre mucho. Ojalá que a mí me toque morirme bien. Eso significará que viví bien.
Un fuerte abrazo y gracias por leer,
PABLO GONZ
1 septiembre, 2010 a las 20:08
Muy duro esto Pablo, pero a la vez, ¡tan cotidiano!!!
Eres un «As» del micro, niño!!
Besicos muchos.
1 septiembre, 2010 a las 20:25
Muchas gracias, Nani. Precisamente estaba manipulado un as de Nerón cuando el GIMP se cerró unexpectedly. Eso, perdí todo el trabajo, pero vaya era una chorrada, así que está bien perdido.
Te mando un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
2 septiembre, 2010 a las 4:31
La pregunta sería, Pablo, ¿qué le gustó más?
Saludos.
2 septiembre, 2010 a las 12:54
Yo diría que ninguna de las dos cosas. Porque dudo de que haya disfrutado de la caricia y no era masoquista (o sea, no le gustaban los golpes). Habrá que preguntárselo a ella aunque no sé si será capaz de responder. 🙂
Gracias por venir y por comentar, José Manuel.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
2 septiembre, 2010 a las 7:04
Tenemos muchos ejemplos en los que te dan una palmada (caricia) y luego te clavan el cuchillo en la espalda (hacha). Un abrazo desarmado.
2 septiembre, 2010 a las 12:56
Completamente desarmado mi abrazo para ti, Maite. Es muy cierto lo que dices. Habrá que ser un poco más precavido, a pesar del esfuerzo que ello conlleva.
Cuidate mucho de las falsas caricias y sigue disfrutando de las verdaderas.
PABLO GONZ
2 septiembre, 2010 a las 9:35
Eres un «hacha» Pablo escribiendo microrrelatos. Un saludo.
2 septiembre, 2010 a las 12:57
Jajaja… Muy oportuno tu comentario, Raúl. Yo voy haciendo lo que puedo, tratando de mejorar cada día. Eso es lo que me gusta de la literatura: es un arte que jamás se termina de aprender (quizás les sucede lo mismo a las otras artes, no sé).
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
4 septiembre, 2010 a las 23:55
Este sí que es un micro de terror
5 septiembre, 2010 a las 15:03
Me alegro de que te dé miedo, Neli. Fue escrito para eso. ¡Bu! 🙂
Un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
9 septiembre, 2010 a las 15:34
cuesta pensarlo
9 septiembre, 2010 a las 15:56
Escalofrío.
Un cordial saludo y gracias por venir,
PABLO GONZ