Eso también, Neli. Sobre tu consejo, gracias: procuro seguirlo al pie de la letra. Por cierto, ¿habrá habido alguien que se haya casado en un barco un martes 13? Voy a googlearlo.
Un abrazo muy fuerte y gracias por venir,
PABLO GONZ
Y desde que se sabe que la tierra no es plana, el hombre no para de tropezarse siempre con la misma piedra (que no la mujer)
Abrazos de carnaval (por lo del martes también)
Mi querida Ana:
Los hombres tropezamos varias veces con la misma piedra. Luego la quitamos del camino y empezamos a tropezar con la siguiente.
En cuanto a tu apunte sexista, cuidado porque todas estas expresiones crean cultura. No vaya a ser que por satisfacer una injusticia histórica empecemos a cometer otra.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
No seré yo quien tire la primera piedra (ya que hablamos de ellas) pero precisamente esas expresiones son todas tan sexistas… el otro día fui a tomar algo con mi chico y pedimos Coca-cola y cerveza: por supuesto el camarero le puso la cerveza a él, hoy en el super oigo a una madre decir que si a un niño le gusta la cerveza «bueno, mientras sea un macho» (como dicen por aquí).
Injusticias históricas que no dejan de cometerse. El lenguaje es sumamente importante… he dicho!
Un abrazo
Sin duda que en el lenguaje está impreso el sello del machismo que aún recorre nuestra sociedad de arriba a abajo. Y es una tarea de todos reformarlo en la dirección que consideremos apropiada. Otro asunto (que a mí particularmente me molesta y creo que es porque efectivamente considero que los hombres y las mujeres son iguales) son los comentarios feministas. Se están estableciendo como algo folclórico que todo el mundo ríe pero no dejan de ser tan injustos como dar por descontado que un hombre toma alcohol y una mujer no. Por cierto, una anécdota: mi padre y mi hermano (que tenía entonces unos diez años) fueron en una ocasión a un bar y pidieron eso, una Coca-Cola y una caña. Pues el camarero al volver preguntó: ¿La caña para quién es?
Y puesto que se trata de reformar el lenguaje, voy a incorporar una expresión catalana que aprendí de Víctor Lorenzo para no tener que mandarte un abrazo macho.
Una abraçada,
PABLO GONZ
Dado que la Tierra es redonda y no se sabe dónde empieza y dónde acaba, el hombre pone la primera piedra, en la que tropieza, para así saber al menos dónde empieza su próxima estupidez, y dónde acaba la anterior.
Saludos confusos.
¿Sería algo así como jalonar la estupidez humana? Pensaré en ello. En cuanto a la forma de la Tierra debo declarar y declaro que la Tierra no es redonda. Es redonda nuestra idea de la Tierra. Y sí, desde lejos, la Tierra se parece a nuestra idea, pero de ahí a «ser nuestra idea» hay una gran distancia, ¿no?
Una abraçada per a tú també,
PABLO GONZ
¿De verdad es ofensivo o machista que un camarero suponga qué bebida es para cada uno? Actuando así tiene un 99% de probabilidades de acertar. Si fueran vino blanco y tinto, el tinto para el hombre; solo y con leche, el solo para el hombre… Y puesto que ni uno ni otro producto es mejor que los demás, nada sugiere que actúe suponiendo la prevalencia del sexo masculino. Creo.
Y ¿de verdad hombre y mujer son iguales? Defenderé a muerte el derecho a la igualdad entre ambos, pero creo que conviene aceptar que somos muy diferentes. Asumir esto nos hará llevarnos mejor. Os recomiendo cualquier artículo de Larry Cahill al respecto.
Saludos psiconeuroendocrinológicos.
Respecto a lo primero, creo que puede ser ofensivo en un determinado contexto: por ejemplo si se asocia «vino tinto», «café solo», «resistencia al alcohol» con un concepto general llamado «fuerza». Creo yo que en cualquier caso, suponer la debilidad del otro puede ser ofensivo para él. Seguramente tú no te mueves en ese contexto simbólico y por tanto no te parece que esos elementos contengan una carga determinada. Pero en la España del año 2010 aún están muy presentes, según mi opinión.
En cuanto a lo segundo, opino que la Humanidad está compuesta por 7.000 millones de seres que poseen (tirando a poco) otras tantas características particulares. Una de esas características (muy evidente desde el aspecto formal) es el sexo pero yo no creo que sea suficiente para diferenciar. Por tanto y para ser justos, deberíamos decir algo así como: «todos somos iguales y diferentes».
Una abraçada psicoagotada,
PABLO GONZ
No es ofensivo, simplemente cuento una realidad, si habláramos de arroz o pasta, el camarero preguntaría, simplemente, en cuanto al alcohol (café, vino) se da por hecho.
Hay unas diferencias de sexo (las que realmente nos diferencian) y otras de género, creadas socialmente, y contra las de género es contra las que estoy en contra (toma!).
Gracias por las reflexiones propílogo.
Pablo, seguro que no pensabas que este tonto del hacha iba a terminar en esto.
Una abraçada para ambos
Creo que el camarero, con las bebidas en la mano, lo que asocia es servicio rápido y sencillo con número de veces en las que esta situación se ha resuelto de esta manera. Si ofreciera cosas diferentes en función del sexo, sería otro cantar.
En cuanto a lo segundo, el aspecto formal, menos mal. Y ¿el fondo? ¿Sabías que en la memoria emocional, la actividad de la amígdala varía hasta tal punto entre hombres y mujeres que llega a activarse en hemisferios diferentes? En desórdenes como la depresión o la esquizofrenia, las diferencias entre hombres y mujeres pueden llevar a tratamientos específicos de cada sexo.
No tiene nada de malo asumir que existen diferencias sexuales físicas que implican a las fisiológicas y por ende a las psicológicas; siempre y cuando se asuma, desde el principio que por diferente no se es mejor.
Abrazos agotadísimos.
Propílogo aplaudo tu comentario, yo tambien opino que somos diferentes…:
«Defenderé a muerte el derecho a la igualdad entre ambos, pero creo que conviene aceptar que somos muy diferentes. Asumir esto nos hará llevarnos mejor.»
Yo insisto en que de la comparación de dos seres siempre pueden deducirse semejanzas y diferencias. Pero creo que hoy por hoy (en el camino de salvar la brecha sexista que aún afecta a nuestra sociedad) nos conviene más destacar la igualdad entre hombres y mujeres que resaltar sus diferencias. Por otro lado, si estas diferencias son genéricas (es decir si abarcan a todos los machos y a todas las hembras por el mero hecho de serlo), perdón pero no me lo creo.
Abrazos debilitados,
PABLO GONZ
En el lenguaje ruso hay una locución más cruel : «pisar varias veces el mismo rastro», cuando el mango golpea a la cabeza para recordarlo bien, pero en vano… 🙂
Un abrazo estúpido.
Explico así: el rastro de mano tiene un palo largo perpendicular en relación con el rastrillo para manejarlo y uno pisando lo echado en la tierra golpea a la cabeza… 🙂
Condenados a vivir tropezando. Habrá que acostumbrarse.
Un fuerte abrazo, Adivín, y copio, con permiso, el link de tu interesante iniciativa para la enseñanza del asturiano. http://rapazuvenus.blogspot.com/
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
El desenlace queda abierto, Rosio. Bueno ha estado todo el debate. Se anuncia materia candente para futuros posts.
Abrazos fuertes y gracias por tu visita.
PABLO GONZ
Me hace pensar que «tierra» esté escrita con minúscula. La tierra no es plana porque está viva, es vida, bulle, de la misma forma que tropezar es estar vivo, es muestra de que se avanza, es aprender, no estarse quieto.
Gracias por el capote, Jesus. Ya cambié la palabra pues, en efecto, quería decir la Tierra (con mayúscula). Seguimos viviendo y ayudándonos. ¡Qué bien!
Abrazos agradecidos,
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
5 octubre, 2010 a las 12:54
Piedras, colinas, montañas, cordilleras… Es más que evidente, ¿no?
Abrazos marcianos (por lo de que es martes),
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 13:03
O que el hombre es despistado.
«En martes no te cases ni te embarques».
Un saludo grande.Neli:)
5 octubre, 2010 a las 13:10
Eso también, Neli. Sobre tu consejo, gracias: procuro seguirlo al pie de la letra. Por cierto, ¿habrá habido alguien que se haya casado en un barco un martes 13? Voy a googlearlo.
Un abrazo muy fuerte y gracias por venir,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 13:23
Luego nos cuentas por favor!
5 octubre, 2010 a las 13:05
Y desde que se sabe que la tierra no es plana, el hombre no para de tropezarse siempre con la misma piedra (que no la mujer)
Abrazos de carnaval (por lo del martes también)
5 octubre, 2010 a las 13:22
Mi querida Ana:
Los hombres tropezamos varias veces con la misma piedra. Luego la quitamos del camino y empezamos a tropezar con la siguiente.
En cuanto a tu apunte sexista, cuidado porque todas estas expresiones crean cultura. No vaya a ser que por satisfacer una injusticia histórica empecemos a cometer otra.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 13:27
No seré yo quien tire la primera piedra (ya que hablamos de ellas) pero precisamente esas expresiones son todas tan sexistas… el otro día fui a tomar algo con mi chico y pedimos Coca-cola y cerveza: por supuesto el camarero le puso la cerveza a él, hoy en el super oigo a una madre decir que si a un niño le gusta la cerveza «bueno, mientras sea un macho» (como dicen por aquí).
Injusticias históricas que no dejan de cometerse. El lenguaje es sumamente importante… he dicho!
Un abrazo
5 octubre, 2010 a las 13:44
Sin duda que en el lenguaje está impreso el sello del machismo que aún recorre nuestra sociedad de arriba a abajo. Y es una tarea de todos reformarlo en la dirección que consideremos apropiada. Otro asunto (que a mí particularmente me molesta y creo que es porque efectivamente considero que los hombres y las mujeres son iguales) son los comentarios feministas. Se están estableciendo como algo folclórico que todo el mundo ríe pero no dejan de ser tan injustos como dar por descontado que un hombre toma alcohol y una mujer no. Por cierto, una anécdota: mi padre y mi hermano (que tenía entonces unos diez años) fueron en una ocasión a un bar y pidieron eso, una Coca-Cola y una caña. Pues el camarero al volver preguntó: ¿La caña para quién es?
Y puesto que se trata de reformar el lenguaje, voy a incorporar una expresión catalana que aprendí de Víctor Lorenzo para no tener que mandarte un abrazo macho.
Una abraçada,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 13:48
Gracias, me gusta y más viniendo de ti!
5 octubre, 2010 a las 13:45
Dado que la Tierra es redonda y no se sabe dónde empieza y dónde acaba, el hombre pone la primera piedra, en la que tropieza, para así saber al menos dónde empieza su próxima estupidez, y dónde acaba la anterior.
Saludos confusos.
5 octubre, 2010 a las 13:57
¿Sería algo así como jalonar la estupidez humana? Pensaré en ello. En cuanto a la forma de la Tierra debo declarar y declaro que la Tierra no es redonda. Es redonda nuestra idea de la Tierra. Y sí, desde lejos, la Tierra se parece a nuestra idea, pero de ahí a «ser nuestra idea» hay una gran distancia, ¿no?
Una abraçada per a tú també,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 13:56
¿De verdad es ofensivo o machista que un camarero suponga qué bebida es para cada uno? Actuando así tiene un 99% de probabilidades de acertar. Si fueran vino blanco y tinto, el tinto para el hombre; solo y con leche, el solo para el hombre… Y puesto que ni uno ni otro producto es mejor que los demás, nada sugiere que actúe suponiendo la prevalencia del sexo masculino. Creo.
Y ¿de verdad hombre y mujer son iguales? Defenderé a muerte el derecho a la igualdad entre ambos, pero creo que conviene aceptar que somos muy diferentes. Asumir esto nos hará llevarnos mejor. Os recomiendo cualquier artículo de Larry Cahill al respecto.
Saludos psiconeuroendocrinológicos.
5 octubre, 2010 a las 14:08
Respecto a lo primero, creo que puede ser ofensivo en un determinado contexto: por ejemplo si se asocia «vino tinto», «café solo», «resistencia al alcohol» con un concepto general llamado «fuerza». Creo yo que en cualquier caso, suponer la debilidad del otro puede ser ofensivo para él. Seguramente tú no te mueves en ese contexto simbólico y por tanto no te parece que esos elementos contengan una carga determinada. Pero en la España del año 2010 aún están muy presentes, según mi opinión.
En cuanto a lo segundo, opino que la Humanidad está compuesta por 7.000 millones de seres que poseen (tirando a poco) otras tantas características particulares. Una de esas características (muy evidente desde el aspecto formal) es el sexo pero yo no creo que sea suficiente para diferenciar. Por tanto y para ser justos, deberíamos decir algo así como: «todos somos iguales y diferentes».
Una abraçada psicoagotada,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 15:40
No es ofensivo, simplemente cuento una realidad, si habláramos de arroz o pasta, el camarero preguntaría, simplemente, en cuanto al alcohol (café, vino) se da por hecho.
Hay unas diferencias de sexo (las que realmente nos diferencian) y otras de género, creadas socialmente, y contra las de género es contra las que estoy en contra (toma!).
Gracias por las reflexiones propílogo.
Pablo, seguro que no pensabas que este tonto del hacha iba a terminar en esto.
Una abraçada para ambos
5 octubre, 2010 a las 14:26
Creo que el camarero, con las bebidas en la mano, lo que asocia es servicio rápido y sencillo con número de veces en las que esta situación se ha resuelto de esta manera. Si ofreciera cosas diferentes en función del sexo, sería otro cantar.
En cuanto a lo segundo, el aspecto formal, menos mal. Y ¿el fondo? ¿Sabías que en la memoria emocional, la actividad de la amígdala varía hasta tal punto entre hombres y mujeres que llega a activarse en hemisferios diferentes? En desórdenes como la depresión o la esquizofrenia, las diferencias entre hombres y mujeres pueden llevar a tratamientos específicos de cada sexo.
No tiene nada de malo asumir que existen diferencias sexuales físicas que implican a las fisiológicas y por ende a las psicológicas; siempre y cuando se asuma, desde el principio que por diferente no se es mejor.
Abrazos agotadísimos.
5 octubre, 2010 a las 15:33
Respecto a lo primero…
Respecto a lo segundo…
Respecto a los abrazos…
Respecto a Pablo Gonz…
5 octubre, 2010 a las 14:36
Propílogo aplaudo tu comentario, yo tambien opino que somos diferentes…:
«Defenderé a muerte el derecho a la igualdad entre ambos, pero creo que conviene aceptar que somos muy diferentes. Asumir esto nos hará llevarnos mejor.»
me sumo a tus palabras
5 octubre, 2010 a las 15:39
Yo insisto en que de la comparación de dos seres siempre pueden deducirse semejanzas y diferencias. Pero creo que hoy por hoy (en el camino de salvar la brecha sexista que aún afecta a nuestra sociedad) nos conviene más destacar la igualdad entre hombres y mujeres que resaltar sus diferencias. Por otro lado, si estas diferencias son genéricas (es decir si abarcan a todos los machos y a todas las hembras por el mero hecho de serlo), perdón pero no me lo creo.
Abrazos debilitados,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 14:38
En el lenguaje ruso hay una locución más cruel : «pisar varias veces el mismo rastro», cuando el mango golpea a la cabeza para recordarlo bien, pero en vano… 🙂
Un abrazo estúpido.
5 octubre, 2010 a las 15:41
Gracias por tu comentario, Tatiana. La parte de «el mango» no la entiendo. Si puedes explicarla…
Abrazos esteparios,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 14:53
Desde que el primer hombre tropezó con la primera piedra supo que hacer ella: ponerla en el camino del segundo hombre.
Un abrazo, Pablo.
David Figueroa.
5 octubre, 2010 a las 15:43
Una interesante variación de este texto, David. Gracias por el aporte.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 15:19
Hasta ahora siempre pensé que eran las piedras las que tropezaban con los hombres, las columnas con los coches y el suelo contra mis huesos.
ozarba nu
5 octubre, 2010 a las 15:47
ZNOG OLBAP
.sárta ahcram otse odot ribircse ed ozreufse im serolav euq orepse y it arap néibmat ozarba nU. séver la semrif euq larutaN
5 octubre, 2010 a las 15:42
Gracias Pablo, por esclarecer mi mente y la de muchos tontos como yo, que dos por tres tropieza con una piedra sin saber porqué.
5 octubre, 2010 a las 15:50
A mí no me engañas, Ada. Los tontos jamás dicen «soy tonto». Si quieres hacerte pasar por tonta di «soy muy lista».
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 16:12
Explico así: el rastro de mano tiene un palo largo perpendicular en relación con el rastrillo para manejarlo y uno pisando lo echado en la tierra golpea a la cabeza… 🙂
5 octubre, 2010 a las 19:28
Gracias por la explicación, Tatiana. Ya te respondí a tu amable mail. Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 17:15
El fin del mundo llegará con el último tropiezo.
Blogsaludos
5 octubre, 2010 a las 19:30
Condenados a vivir tropezando. Habrá que acostumbrarse.
Un fuerte abrazo, Adivín, y copio, con permiso, el link de tu interesante iniciativa para la enseñanza del asturiano.
http://rapazuvenus.blogspot.com/
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 17:39
seguirá plana la tierra porque todos los humanos seguimos tropezando con las mismas cosas.saludos Hebe.***
5 octubre, 2010 a las 19:31
Los hombres como factores de erosión. Interesante punto de vista.
Un fuerte abrazo, Hebe, y gracias por venir.
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 17:55
Bueno pero,¿llego a caerse?.
Saludos
Bueno el twit sobre la igualdad.
5 octubre, 2010 a las 19:33
El desenlace queda abierto, Rosio. Bueno ha estado todo el debate. Se anuncia materia candente para futuros posts.
Abrazos fuertes y gracias por tu visita.
PABLO GONZ
5 octubre, 2010 a las 18:23
Me hace pensar que «tierra» esté escrita con minúscula. La tierra no es plana porque está viva, es vida, bulle, de la misma forma que tropezar es estar vivo, es muestra de que se avanza, es aprender, no estarse quieto.
Un abrazo, Pablo.
5 octubre, 2010 a las 19:39
Gracias por el capote, Jesus. Ya cambié la palabra pues, en efecto, quería decir la Tierra (con mayúscula). Seguimos viviendo y ayudándonos. ¡Qué bien!
Abrazos agradecidos,
PABLO GONZ
6 octubre, 2010 a las 10:01
Y posteriormente se demostro que volvería a tropezar con esa piedra. Ya lo dice el refrán.
Un abrazo.
6 octubre, 2010 a las 13:00
Y hay que ver las verdades que acarrean los refranes.
Abrazos fuertes, Torcuato, y gracias por venir.
PABLO GONZ
6 octubre, 2010 a las 20:07
Él fue quien tuvo la culpa de que todos los demás hombres, ahora, tropiecen siempre con la misma piedra.
Saludos
6 octubre, 2010 a las 21:51
Muchas gracias por venir, URL. Y por dejar tu huella. Eres bienvenida. Si aceptas colaboraciones, por favor dilo.
Un cordial saludo,
PABLO GONZ
7 octubre, 2010 a las 9:15
Jejejejeje
original idea.
7 octubre, 2010 a las 12:58
Desde aquí se oyen tus risas, Daniel. Gracias por ellas.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
8 octubre, 2010 a las 7:50
Te devuelvo visita.
La piedra se dio cuenta de que era el hombre el que tenía la cabeza plana…
8 octubre, 2010 a las 13:09
Gracias, Bicefalepena. Ahora disponemos de un medio de comunicación.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
22 octubre, 2010 a las 8:47
¡Qué didácticas esas rugosidades que tiene la Tierra!
22 octubre, 2010 a las 11:55
Gracias por tu visita, Arancha.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ