Paul Feyerabend, filósofo de la ciencia austríaco (1924-1994) y uno de los principales filósofos anarquistas de todos los tiempos.
Abrazos fuertes a todos,
PABLO GONZ
Es uno de esos pensamientos que yo llamo disolventes por cuanto nos obligan a replantear facetas centrales o esenciales de nuestro modo de ver el mundo.
Abrazos fuertes, Torcuato.
PABLO GONZ
Sí,sí es muy difícil esto..desde que ángulo lo miramos? Las ideas que fueron proyectadas hace una década por nosotros mutan con el transcurrir del tiempo. Lo que nos era muy apreciado ya no lo es desde la óptica actual. Saludos cordiales Pablo.
Todo es cambiante y también las ideas pero parece que ellas forman el núcleo duro de nuestras conciencias; son como la gramática con la que comprendemos el mundo. Si son difíciles de cambiar es porque la naturaleza así lo exige. Yo no soy partidario ni de permitir que muten fácilmente ni de tener ideas petrificadas en las que ninguna experiencia nueva pueda penetrar. Elasticidad, elasticidad.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Yo creo que el carácter de novedad de una idea depende de la relación que se establece entre ella y quien la piensa. La misma idea puede ser novedosa para alguien y antiquísima para otra persona.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Y, sin embargo, se trata de una tarea muy necesaria para la supervivencia. El mundo cambia, arrojando sobre nosotros nuevos desafíos (insospechables). Para poder seguir en el mundo, debemos comprender esos desafíos (por medio de la modificación de nuestro marco conceptual) y adaptarnos a ellos.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
En efecto, se refiere al centro mismo de la subjetividad, a esa parte de nuestras ideas que apenas distinguimos como tales, que ya adquirieron hace tiempo la categoría de actitudes relfejas o costumbres. Por eso es tan difícil «escuchar» porque supone renunciar momentáneamente a nuestras ideas más queridas y adoptar las del otro.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Yo mantengo las mías aunque debo adaptarme a las vivencias actuales de mis hijos, que son mayores.Pienso que debo aceptarlas y es causa por la cual se vienen los problemas.Pero cuando era adolecente me gustaba vivir como de mi época no como en la de mis padres.Pero los hombres son más extrictos y yo creo que si las cosas están bien encaminadas, es decir que si no tenés que reprochar en el comportamiento que te muestran, aunque las tradiciones ya no se respeten como antes.No sé, en realidad es para crear un debate larguísimo, se puede enfocar el tema de varios aspectos. Un saludo grande Neli 🙂
La habilidad que se exige a los padres actuales es que logren ser bilingües ya que la sociedad evoluciona tan rápido: creo que es muy necesario que conserven sus ideas (y ejemplifiquen con ellas) pero que al mismo tiempo sean comprensivos con las ideas que manejan los hijos. Hablando en términos biológicos, hasta el presente se ha demostrado que las ideas de los padres han permitido la supervivencia de la especie. Pero ojo porque si esas ideas no son capaces de asimilar las ideas nuevas, se petrifican y ya no sirven para garantizar la supervivencia. Lo ideal: mantener nuestra perspectiva histórica, lo que significa saber mirar hacia el pasado y hacia el futuro con serenidad.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Las tradiciones pueden convertirse en algo perfectamente absurdo si persisten (como costumbres inmutables) en un ambiente que al cambiar exige nuevos comportamientos. En muchos países es casi una tradición ducharse todos los días. ¿No se convertiría en una tradición absurda si el planeta se desecase casi por completo?
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Naturalmente que el caos da vértigo, Alberto. Sirve para eso. Sin embargo, nadie podría vivir en un permanente caos. La elasticidad que se nos exige para poder seguir viviendo en este mundo, responde a la idea de que podemos ser bilingües. Ni necesariamente debemos entregarnos por absoluto al caos ni debemos condenar nuestras vidas en las aras del orden. Abierto más cerrado partido por dos es igual a permeable. Este es el ejercicio básico del equilibrio armónico, del surf diario que nos impide caer entre las olas pero nos permite avanzar modificándonos.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Te respondo sólo a la primera pregunta: «Conociendo nuestras ideas y siendo crítico con ellas». Para ambas tareas nos ayuda mucho la compasión: saber padecer desde el otro, escucharle, ocupar sus ideas. Desde que salimos de nosotros mismos, nuestras ideas mutan y tenemos algo rico que traer de vuelta a casa. El ejercicio consiste en salir y volver, salir y volver… Ese es el pálpito de la vida del pensamiento.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Pablo, si pudieramos diseccionar el pensamiento de todos los seres humanos (de los que llevamos una vida occidental fundamentalmente, que somos los más egocéntricos), nos daríamos cuenta de que muy pocos lo ponen en práctica de verdad, aunque muchos conozcamos la teoria que expones. Es posible que muchos nos pasemos la vida intentándolo, que no es poco, pero la mayoría, ni siquiera tiene dudas.
Es cierto, Arancha. Lo común es que las ideas se forjen una sola vez y queden así para siempre, sobre todo si sirven. No obstante, siempre ha habido y habrá personas disconformes que buscarán nuevas ideas (en aras de lograr la tranquilidad que no poseen) o esperarán a que sus ideas se forjen a través de sus experiencias cotidianas.
Hola Pablo, sigo tu blog, me parece excelente todo lo que escribís y posteas, como esta frase que me parece buenísima y me dejó pensando en porqué cuesta tanto mirar algunas ideas queridas en perspectiva. Una de las razones que se me ocurre es porque con esas mismas ideas y a través de ellas, es que muchas veces miramos la realidad, como si fueran cristales a través de las cuales observamos e interpretamos los hechos. Un saludo.
Yo creo que sí, Cecilia, que nuestras ideas son instrumentos de interpretación imprescindibles y que por eso nos cuesta criticarlas, pues sentimos que sería peligroso para nosotros carecer de ideas aunque fuese un par de minutos. Sin embargo, para que nuestra percepción del mundo varíe (en consonancia con los cambios propios del mundo) es necesario que nuestras ideas se modifiquen. Por lo general estas modificaciones se nos imponen a través de hechos más o menos traumáticos. Esta es la postura común (un juego a la defensiva). Pero también hay personas en quienes prevalece el instinto de innovación. Y ellas, por medio de una crítica de sus propias ideas, pueden comenzar a percibir el mundo en facetas hasta entonces ignoradas. Luego las transmiten a los demás, quienes las juzgan y las aceptan como útiles o las desechan. En fin, por simplificar, hablaríamos de pensamiento creativo y pensamiento imitativo.
Abrazos fuertes, Cecilia, y muchas gracias por llegar a este espacio y dejar tus palabras.
PABLO GONZ
Cierta la dificultad, y frecuente la tendencia a idealizar nuestras perspectivas hasta convertirlas en ideologías (las peligrosísimas perspectivas de los mineralizados -esos seres de ideas quietas y obstinadas-).
Un abrazo Pablo.
Precisamente, Josep. La ideología es ese constructo acorazado que aplasta el suave fluir de las ideas. Idea es a ideología como costumbre es a tradición. Nada de raro que los fanáticos asimilen por un igual ideologías y tradiciones.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Es difícil asumirnos como equivocados. Preferimos perpetuar nuestros errores que matar una parte de nosotros, ésa que ve el mundo desde nuestra perspectiva.
Pero intentarlo vale la pena
Tenemos cierta inercia que nos permite vivir a lo largo de una trayectoria personal. Dicha inercia es necesaria pero también lo es saber modificarla.
Abrazos, Alís.
Es difícil tener prespectiva porque para salirse de uno mismo, cosa esencial en ampliar las vistas… Es necesario primero entrarse en el laberinto de verdades y mentiras que somos. Un abismos muy hondo. ¿Dónde tiene la luz?
Interesante tu forma de ver la cosa: no podemos salir de nosotros mismos si no sabemos dónde empezamos y dónde terminamos.
Interesante, ya te digo: da que pensar.
Más abrazos y sigo,
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
17 noviembre, 2010 a las 12:11
Paul Feyerabend, filósofo de la ciencia austríaco (1924-1994) y uno de los principales filósofos anarquistas de todos los tiempos.
Abrazos fuertes a todos,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 12:15
Muy buena frase.
Un abrazo.
17 noviembre, 2010 a las 14:55
Es uno de esos pensamientos que yo llamo disolventes por cuanto nos obligan a replantear facetas centrales o esenciales de nuestro modo de ver el mundo.
Abrazos fuertes, Torcuato.
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 12:17
Sí,sí es muy difícil esto..desde que ángulo lo miramos? Las ideas que fueron proyectadas hace una década por nosotros mutan con el transcurrir del tiempo. Lo que nos era muy apreciado ya no lo es desde la óptica actual. Saludos cordiales Pablo.
17 noviembre, 2010 a las 14:57
Todo es cambiante y también las ideas pero parece que ellas forman el núcleo duro de nuestras conciencias; son como la gramática con la que comprendemos el mundo. Si son difíciles de cambiar es porque la naturaleza así lo exige. Yo no soy partidario ni de permitir que muten fácilmente ni de tener ideas petrificadas en las que ninguna experiencia nueva pueda penetrar. Elasticidad, elasticidad.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 12:39
Y algunas ideas siguen siendo novedosas hoy, después del paso del tiempo.
Es difícil vernos con perspectiva a nosotrxs mismxs.
Un abrazo
17 noviembre, 2010 a las 15:00
Yo creo que el carácter de novedad de una idea depende de la relación que se establece entre ella y quien la piensa. La misma idea puede ser novedosa para alguien y antiquísima para otra persona.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 12:43
Extremadamente difícil, diría yo. Muy buena frase.
Un abrazo.
David.
17 noviembre, 2010 a las 15:03
Y, sin embargo, se trata de una tarea muy necesaria para la supervivencia. El mundo cambia, arrojando sobre nosotros nuevos desafíos (insospechables). Para poder seguir en el mundo, debemos comprender esos desafíos (por medio de la modificación de nuestro marco conceptual) y adaptarnos a ellos.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 12:43
Estimado Pablo: creo que el filósofo se refiere,certero, a la subjetividad humana.
Excelente tu elección de la cita.
17 noviembre, 2010 a las 15:05
En efecto, se refiere al centro mismo de la subjetividad, a esa parte de nuestras ideas que apenas distinguimos como tales, que ya adquirieron hace tiempo la categoría de actitudes relfejas o costumbres. Por eso es tan difícil «escuchar» porque supone renunciar momentáneamente a nuestras ideas más queridas y adoptar las del otro.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 12:43
Yo mantengo las mías aunque debo adaptarme a las vivencias actuales de mis hijos, que son mayores.Pienso que debo aceptarlas y es causa por la cual se vienen los problemas.Pero cuando era adolecente me gustaba vivir como de mi época no como en la de mis padres.Pero los hombres son más extrictos y yo creo que si las cosas están bien encaminadas, es decir que si no tenés que reprochar en el comportamiento que te muestran, aunque las tradiciones ya no se respeten como antes.No sé, en realidad es para crear un debate larguísimo, se puede enfocar el tema de varios aspectos. Un saludo grande Neli 🙂
17 noviembre, 2010 a las 15:09
La habilidad que se exige a los padres actuales es que logren ser bilingües ya que la sociedad evoluciona tan rápido: creo que es muy necesario que conserven sus ideas (y ejemplifiquen con ellas) pero que al mismo tiempo sean comprensivos con las ideas que manejan los hijos. Hablando en términos biológicos, hasta el presente se ha demostrado que las ideas de los padres han permitido la supervivencia de la especie. Pero ojo porque si esas ideas no son capaces de asimilar las ideas nuevas, se petrifican y ya no sirven para garantizar la supervivencia. Lo ideal: mantener nuestra perspectiva histórica, lo que significa saber mirar hacia el pasado y hacia el futuro con serenidad.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 16:06
Pablo: además es vos todo un filósofo!, esta respuesta a Neil también la guardare y si prometo pasearlas mucho.
Admirado abrazo.
17 noviembre, 2010 a las 16:58
Todo el escribe es escritor. Todo el que piensa es filósofo.
Abrazos fuertes para ti, Rosio.
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 13:02
Ahh … de colección!!!
Si, de pronto se torna difícil.
Saludos.
17 noviembre, 2010 a las 15:10
Guárdela, pues, en su museo, don Rosio, pero recuerde sacarla a pasear cada cierto tiempo, para que no se anquilose.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 13:29
¿Absurda? Depende del paisaje o quizá de nosotros mismos. Aberrante, idílica o hermosa, cómo sea es nuestra.
Un abrazo Pablo.
17 noviembre, 2010 a las 15:13
Las tradiciones pueden convertirse en algo perfectamente absurdo si persisten (como costumbres inmutables) en un ambiente que al cambiar exige nuevos comportamientos. En muchos países es casi una tradición ducharse todos los días. ¿No se convertiría en una tradición absurda si el planeta se desecase casi por completo?
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 13:32
Hay que aceptar con humildad que somos parte de un universo en continuo proceso de cambio y que cualquiera de nuestras ideas puede caer en obsolencia.
17 noviembre, 2010 a las 15:14
Lo suscribo letra por letra.
Abrazos fuertes, Carlos.
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 14:33
Lo que realmente da vértigo es el caos que surge cuando esa misma afirmación se vuelve contra sí misma.
Abrazos existencio-confundidos
17 noviembre, 2010 a las 15:18
Naturalmente que el caos da vértigo, Alberto. Sirve para eso. Sin embargo, nadie podría vivir en un permanente caos. La elasticidad que se nos exige para poder seguir viviendo en este mundo, responde a la idea de que podemos ser bilingües. Ni necesariamente debemos entregarnos por absoluto al caos ni debemos condenar nuestras vidas en las aras del orden. Abierto más cerrado partido por dos es igual a permeable. Este es el ejercicio básico del equilibrio armónico, del surf diario que nos impide caer entre las olas pero nos permite avanzar modificándonos.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 14:50
¿Cómo renunciar a la infalibilidad e inmutabilidad de nuestro pensamiento? ¿Dios lo haría? ¿Quién creo a Dios?
17 noviembre, 2010 a las 15:21
Te respondo sólo a la primera pregunta: «Conociendo nuestras ideas y siendo crítico con ellas». Para ambas tareas nos ayuda mucho la compasión: saber padecer desde el otro, escucharle, ocupar sus ideas. Desde que salimos de nosotros mismos, nuestras ideas mutan y tenemos algo rico que traer de vuelta a casa. El ejercicio consiste en salir y volver, salir y volver… Ese es el pálpito de la vida del pensamiento.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
17 noviembre, 2010 a las 16:18
Pablo, si pudieramos diseccionar el pensamiento de todos los seres humanos (de los que llevamos una vida occidental fundamentalmente, que somos los más egocéntricos), nos daríamos cuenta de que muy pocos lo ponen en práctica de verdad, aunque muchos conozcamos la teoria que expones. Es posible que muchos nos pasemos la vida intentándolo, que no es poco, pero la mayoría, ni siquiera tiene dudas.
17 noviembre, 2010 a las 17:02
Es cierto, Arancha. Lo común es que las ideas se forjen una sola vez y queden así para siempre, sobre todo si sirven. No obstante, siempre ha habido y habrá personas disconformes que buscarán nuevas ideas (en aras de lograr la tranquilidad que no poseen) o esperarán a que sus ideas se forjen a través de sus experiencias cotidianas.
17 noviembre, 2010 a las 19:11
Hola Pablo, sigo tu blog, me parece excelente todo lo que escribís y posteas, como esta frase que me parece buenísima y me dejó pensando en porqué cuesta tanto mirar algunas ideas queridas en perspectiva. Una de las razones que se me ocurre es porque con esas mismas ideas y a través de ellas, es que muchas veces miramos la realidad, como si fueran cristales a través de las cuales observamos e interpretamos los hechos. Un saludo.
17 noviembre, 2010 a las 19:45
Yo creo que sí, Cecilia, que nuestras ideas son instrumentos de interpretación imprescindibles y que por eso nos cuesta criticarlas, pues sentimos que sería peligroso para nosotros carecer de ideas aunque fuese un par de minutos. Sin embargo, para que nuestra percepción del mundo varíe (en consonancia con los cambios propios del mundo) es necesario que nuestras ideas se modifiquen. Por lo general estas modificaciones se nos imponen a través de hechos más o menos traumáticos. Esta es la postura común (un juego a la defensiva). Pero también hay personas en quienes prevalece el instinto de innovación. Y ellas, por medio de una crítica de sus propias ideas, pueden comenzar a percibir el mundo en facetas hasta entonces ignoradas. Luego las transmiten a los demás, quienes las juzgan y las aceptan como útiles o las desechan. En fin, por simplificar, hablaríamos de pensamiento creativo y pensamiento imitativo.
Abrazos fuertes, Cecilia, y muchas gracias por llegar a este espacio y dejar tus palabras.
PABLO GONZ
18 noviembre, 2010 a las 10:45
Cierta la dificultad, y frecuente la tendencia a idealizar nuestras perspectivas hasta convertirlas en ideologías (las peligrosísimas perspectivas de los mineralizados -esos seres de ideas quietas y obstinadas-).
Un abrazo Pablo.
18 noviembre, 2010 a las 11:44
Precisamente, Josep. La ideología es ese constructo acorazado que aplasta el suave fluir de las ideas. Idea es a ideología como costumbre es a tradición. Nada de raro que los fanáticos asimilen por un igual ideologías y tradiciones.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
21 noviembre, 2010 a las 22:00
Es difícil asumirnos como equivocados. Preferimos perpetuar nuestros errores que matar una parte de nosotros, ésa que ve el mundo desde nuestra perspectiva.
Pero intentarlo vale la pena
Besos
22 noviembre, 2010 a las 11:58
Tenemos cierta inercia que nos permite vivir a lo largo de una trayectoria personal. Dicha inercia es necesaria pero también lo es saber modificarla.
Abrazos, Alís.
27 noviembre, 2010 a las 12:40
Es difícil tener prespectiva porque para salirse de uno mismo, cosa esencial en ampliar las vistas… Es necesario primero entrarse en el laberinto de verdades y mentiras que somos. Un abismos muy hondo. ¿Dónde tiene la luz?
27 noviembre, 2010 a las 18:36
Interesante tu forma de ver la cosa: no podemos salir de nosotros mismos si no sabemos dónde empezamos y dónde terminamos.
Interesante, ya te digo: da que pensar.
Más abrazos y sigo,
PABLO GONZ