Este Deshimaru tiene un par de títulos que son clásicos del Zen, una filosofía del equilibrio, la filosofía del equilibrio, el equilibrio. Muy recomendable.
Abrazos centraditos,
PABLO GONZ
Sin caer en el fatalismo que es la cara siniestra de la aceptación. Naturalmente se presentan miles de factores: lo interesante será actuar en los que podamos pero siempre suavemente.
Más abrazos,
PABLO GONZ
Los tiempos duros seguramente tendrán su causa en algún mal, rehuirle podría ser no sólo desaconsejable sino también peligroso.
Buscar complicaciones? Es una taarea a la que los seres humanos solemos aplicarnos.
Mientras tanto yo leo, escribo y atiendo a la familia procurando siempre no ponerme ansiosa (sin éxito ja ja)
Sumo mi desesperación a la tuya querido Pablo.
Entonces aconseja aceptar y afrontar las adversidades como y cuando vienen. Parece una postura cómoda 😉
Si nos sabemos feroces, huir no es cobardes si se huye de uno mismo; arremeter contra todo no es de locos si se trata de gigantes.
Buena pregunta: ¿es el Zen de alguna manera? Me lo voy a pensar (por deporte, nada más, porque no espero encontrar una respuesta)
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Pero se afrontan. Ni se buscan, ni se rehuyen pero si se coje el toro por los cuernos. Solo que hasta que no se aprende, ¡joder! cuantos cabreos y berrinches se pasan.
Como siempre, haciéndome pensar. Hoy ha tocado pensar.
Besicos muchos y pensadores
Pues fíjate que desde la óptica Zen tu refrán tiene muchísimo sentido. La paradoja como debe ser comprendida (un problema irresuelto) nos pone en un estado que se asemeja al satori o iluminación. Por ahí van los tiros.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
PD.: Por cierto el microcuento como género literario reúne muchos de los elementos estructurales de las paradojas Zen.
Aceptar lo que hay, para muchos es resignación, para otros, es ser inteligente. Yo creo que la rebeldía dentro de la aceptación es la medida justa. Si uno se crea expectativas inexpugnables, caerá en la frustración, pero si el miedo a esta última nos paraliza, no tendremos expectativas. Así que…todo en su punto zen, que para mí es el intermedio. Abrazos filosóficos o enredados, vete a saber, en cualquier caso…abrazos.
No, no, abrazos más claros que el agua. Si no aceptamos los desafíos, no evolucionamos. Si no sabemos disfrutar de las seguridades, no seremos capaces de emprender desafíos. Surf, surf, surf… Ni adelante ni atrás sino todo lo contrario.
Abrazos agradecidos,
PABLO GONZ
Un amigo mío decía: «If it hurts, push harder» (si duele, empuja más fuerte). Otro le replicó: «If it hurts, don’t push» (si duele, no empujes). Digo yo que: «If it hurts, push smoother» (si duele, empuja más suavemente).
Abrazos británicos,
PABLO GONZ
Pues fíjate, Cybr, que el Zen posee la virtud de haber racionalizado la sabiduría oriental que, como sabes, se basa muchísimo en la práctica. Quizás por eso es de las filosofías más fáciles de entender en Occidente y de las que tienen mayor penetración.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Te recomiendo cualquier obra de este autor. Es muy didáctico. Además, el Zen, creo yo, tiene mucho que ofrecerle a Occidente.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
22 febrero, 2011 a las 17:30
Por lo tanto, mañana volveré a mis rutinas de biblioteca sin ansias (tampoco con ganas).
Abrazos desesperados ¡qué coño!,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 18:20
Es equilibrado veo. Seguiremos el Zen…
23 febrero, 2011 a las 17:48
Hay mucho para leer porque debe leerse despacio.
Abrazos fuertes, José, y gracias por venir,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 18:36
Una cita muy inteligente! Sin duda
Y de lo otro, pues bienvenido a las rutinas
Un abrazo sin pretensiones
22 febrero, 2011 a las 18:47
Este Deshimaru tiene un par de títulos que son clásicos del Zen, una filosofía del equilibrio, la filosofía del equilibrio, el equilibrio. Muy recomendable.
Abrazos centraditos,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 19:00
Me parece que lo primero es aceptar que se presente, rehuir no lo hará desaparecer, buscarlo está de locos.
Un abrazo.
22 febrero, 2011 a las 19:52
Sí, de acuerdo: aceptar es mirar de frente sin temor ni temeridad.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 19:24
Lo malo cuando llega, llega, que remedio, pero lo mismo pasa con lo bueno.
22 febrero, 2011 a las 19:54
Sin caer en el fatalismo que es la cara siniestra de la aceptación. Naturalmente se presentan miles de factores: lo interesante será actuar en los que podamos pero siempre suavemente.
Más abrazos,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 19:38
Los tiempos duros seguramente tendrán su causa en algún mal, rehuirle podría ser no sólo desaconsejable sino también peligroso.
Buscar complicaciones? Es una taarea a la que los seres humanos solemos aplicarnos.
Mientras tanto yo leo, escribo y atiendo a la familia procurando siempre no ponerme ansiosa (sin éxito ja ja)
Sumo mi desesperación a la tuya querido Pablo.
Un beso grande
22 febrero, 2011 a las 19:56
Despeseración de muchos, consuelo de laburantes.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 20:35
Huír es de cobardes y buscar el peligro de temerarios. Lo difícil, como en todo, está en encontrar el término medio Saludillos zen.
23 febrero, 2011 a las 17:32
Vivir es surfear.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 21:23
Entonces aconseja aceptar y afrontar las adversidades como y cuando vienen. Parece una postura cómoda 😉
Si nos sabemos feroces, huir no es cobardes si se huye de uno mismo; arremeter contra todo no es de locos si se trata de gigantes.
Un abrazo.
23 febrero, 2011 a las 17:33
Un abrazo literarios, Egolastra.
Gusto de verte por aquí de nuevo,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 21:53
Así es el Zen… (Si es que el Zen es de alguna manera). Me fascina.
Besos… o no.
23 febrero, 2011 a las 17:34
Buena pregunta: ¿es el Zen de alguna manera? Me lo voy a pensar (por deporte, nada más, porque no espero encontrar una respuesta)
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
22 febrero, 2011 a las 22:22
Pero se afrontan. Ni se buscan, ni se rehuyen pero si se coje el toro por los cuernos. Solo que hasta que no se aprende, ¡joder! cuantos cabreos y berrinches se pasan.
Como siempre, haciéndome pensar. Hoy ha tocado pensar.
Besicos muchos y pensadores
23 febrero, 2011 a las 17:35
Bueno, Nani, un poquillo de gimnasia para la mente, además de la habitual.
Besicos muchicos,
PABLO GONZ
23 febrero, 2011 a las 2:53
Ni si ni no más todo lo contrario.
23 febrero, 2011 a las 17:38
Pues fíjate que desde la óptica Zen tu refrán tiene muchísimo sentido. La paradoja como debe ser comprendida (un problema irresuelto) nos pone en un estado que se asemeja al satori o iluminación. Por ahí van los tiros.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
PD.: Por cierto el microcuento como género literario reúne muchos de los elementos estructurales de las paradojas Zen.
23 febrero, 2011 a las 8:26
Aceptar lo que hay, para muchos es resignación, para otros, es ser inteligente. Yo creo que la rebeldía dentro de la aceptación es la medida justa. Si uno se crea expectativas inexpugnables, caerá en la frustración, pero si el miedo a esta última nos paraliza, no tendremos expectativas. Así que…todo en su punto zen, que para mí es el intermedio. Abrazos filosóficos o enredados, vete a saber, en cualquier caso…abrazos.
23 febrero, 2011 a las 17:39
No, no, abrazos más claros que el agua. Si no aceptamos los desafíos, no evolucionamos. Si no sabemos disfrutar de las seguridades, no seremos capaces de emprender desafíos. Surf, surf, surf… Ni adelante ni atrás sino todo lo contrario.
Abrazos agradecidos,
PABLO GONZ
23 febrero, 2011 a las 9:24
Como decían en el ejercito cuando yo presté servicio: El soldado, ni se regala ni se niega!
Zen marcial! jejeje.
Un abrazo.
23 febrero, 2011 a las 17:40
Bien, no pensaba encontrar esa sabiduría entre las tropas. Pero me alegro de conocerla. La frase es de cuño.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
23 febrero, 2011 a las 11:23
Dicen que te pasarlas canutas te hace más fuerte. Yo digo que pasarlas canutas es pasarlas canutas.
Besos de yin.
23 febrero, 2011 a las 17:43
Un amigo mío decía: «If it hurts, push harder» (si duele, empuja más fuerte). Otro le replicó: «If it hurts, don’t push» (si duele, no empujes). Digo yo que: «If it hurts, push smoother» (si duele, empuja más suavemente).
Abrazos británicos,
PABLO GONZ
23 febrero, 2011 a las 11:55
Eso no hace que nos sea más fácil para nuestra mente occidental.
Abrazos solidarios.
23 febrero, 2011 a las 17:44
Pues fíjate, Cybr, que el Zen posee la virtud de haber racionalizado la sabiduría oriental que, como sabes, se basa muchísimo en la práctica. Quizás por eso es de las filosofías más fáciles de entender en Occidente y de las que tienen mayor penetración.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
23 febrero, 2011 a las 12:14
Cantinflas decía a la hora de pagar: «No os adelantéis… pero tampoco os retraséis…»
En Zen suena más categórico, pero igualmente humorístico.
Un abrazo yinyanesco.
23 febrero, 2011 a las 17:46
Es cierto: el Zen puede sonar humorístico, lo cual a mi juicio le aproxima a la verdad.
Un abrazo sonriente,
PABLO GONZ
23 febrero, 2011 a las 15:26
Solito llegará…
Saludos, Pablo.
23 febrero, 2011 a las 17:46
Y le diremos «hola, ¿tú otra vez por aquí?»
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
18 marzo, 2011 a las 14:47
Pues sí, está bien eso del zen.
18 marzo, 2011 a las 14:56
Te recomiendo cualquier obra de este autor. Es muy didáctico. Además, el Zen, creo yo, tiene mucho que ofrecerle a Occidente.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ