CITA EN LA CUMBRE/38

18 May, 2011

«Tal vez el atributo principal de la vocación literaria sea que quien la tiene vive el ejercicio de esa vocación como su mejor recompensa, más, mucho más, que todas las que pudiera alcanzar como consecuencia de sus frutos.»

MARIO VARGAS LLOSA

47 respuestas to “CITA EN LA CUMBRE/38”

  1. pablogonz Says:

    Así que… ¡a disfrutar!
    Un abrazo,
    PABLO GONZ

  2. bicefalepena Says:

    Amén y a disfrutar, que de pobres no salimos.

    Un abrazo.

  3. Ana Says:

    Mejor que te lean, siempre… no quisiera imaginar que compraran mis libros (los que algún día escribiré) y se llenen de polvo en una estantería.
    Abrazos

  4. Maite Says:

    Ahhhhh, que sabio D. Mario, el escritor que no halle su recompensa en la mera trascripción de su pensamiento e imaginación en letras, nunca llegará a ser un verdadero escritor, simplemente será una persona que da algo que le pertenece esperando que le sea devuelto. Abrazos.

    • pablogonz Says:

      Uno grita y de repente le sorprende el eco. José Luis Sampedro me escribió en cierta ocasión estas palabras: «Nunca pierda el gusto por escribir». Creo que es un sabio consejo.
      Abrazos rebeldes,
      PABLO GONZ

  5. silvia Says:

    Admirable D Mario. El escribir supone q alguien más que el que escribe va a leer su obra. Pero no sólo eso sino que significa un ida y vuelta, magnífico si además su escrito llega a la médula y remueve los pensamientos atrofiados. Saludito

  6. carlos Says:

    Qué bonita reflexión. Que no deberíamos olvidar. A veces concretamos nuestra ilusión, lo objetivamos en algo equivocado. Mi sueño puede ser ver un libro mío publicado o ganar un premio pero he comprobado que la sintonía tras ejercer la vocación, tras escribir, es más agradable que la otra. De otra naturaleza.
    Un abrazo

  7. Agustín Martínez Valderrama Says:

    Cierto, muy cierto. El único fruto o recompensa sería ganar tiempo, aunque claro en el caso del joven escritor.

    Abrazos.

    • pablogonz Says:

      En la literatura se pierde mucho tiempo: no es una profesión de las llamadas eficientes. ¡Qué le vamos a hacer! Somos unos derrochadores.
      Abrazos fuertes,
      PABLO GONZ


  8. La disyuntiva siempre va a estar. En todo caso, yo creo que la mayor recompensa es saber que tu libro tocó a alguien. Igual, si se vende, sería muy hipócrita de mi parte decir que no me importa. Ojalá se venda. Y mucho.

    • pablogonz Says:

      No afrontas la disyuntiva, que es teórica. En la sociedad se entremezclan, claro, lectura con mercado. Yo planteaba una disyuntiva teórica. ¿Y por qué? Porque creo que llevando esa posibilidad al extremo, podemos conocernos mejor y más rápido.
      Un fuerte abrazo, Esteban.
      PABLO GONZ


      • Oye, Pablo, olvidaba decirte que disfruté mucho viendo las fotos de la Megaquedada. Espero que la próxima se haga más cerca. Muero de ganas por conocerlos a todos.

      • pablogonz Says:

        Podríamos organizar una en Colombia, si se da el caso de que viajemos por allá, ¿no? O si no, Buenos Aires: nunca estuve y ya va siendo hora, ¿no?


  9. Relativísimo.
    Ciertamente que debe dotar de plena libertad vivencial a quien sea compensado con plenitud por las letras. Pero no queda como fin exclusivo del escribir. Contiene tantas facetas más, comunicar, dar de sí, el ejecutar la música de las palabras en sí ya contiene recompensa.

    • pablogonz Says:

      Yo me siento un privilegiado cuando puedo leer un texto hermoso en voz alta. Parece un acto muy sencillo pero no deja de tener algo de mágico, ¿no?
      Abrazos californianos,
      PABLO GONZ


  10. Creo que hay varios placeres, el primero es el del escritor si logra concretar lo que quería decir; otro placer el del lector y si finalmente le pagan su trabajo al escritor ¡bingo!

  11. Paloma Says:

    Estoy de acuerdo, el placer que supone hacer lo que te gusta, ya es en sí mismo un logro, y al yo interior, ese que se deja ver poco, pero que hace mucho,le reconforta una barbaridad.

    Abrazos nublados


  12. Profunda, sencilla, bella, certera. Acaso se puede pedir algo mas a una cita?
    Su lectura acaricia.
    Gracias por este mimo, Pablo.

    Un abrazo.

  13. Sara Lew Says:

    De algo parecido trata hoy la entrada de mi blog. De esa inspiración inocente que no espera nada más que disfrutar de las palabras que surgen, y que con el tiempo se pierde, tal vez por la necesidad de recompensa (libros editados y premios), pero que siempre regresa porque, al final, esa profunda vocación es lo único que perdura.
    Me encantan tus citas en la cumbre.
    Un abrazo.

  14. Nani Says:

    Así es, a otros les da por chupar candaos, asi que el disfrute de la escritura nos deja mejor sabor de boca, ¿no crees?

    Besicos muchos.

    • pablogonz Says:

      Sí, por supuesto. No me imagino nada mas desaborío que chupar un candao. Me apunto la expresión para el futuro. Hay que ver lo que aprendo contigo, eh.
      Abrazos múltiples,
      PABLO GONZ

      • Nani Says:

        Buenos días Pablo. Ni más ni menos que dichos andaluces y que me dan pena se pierdan, jejeje.
        Besicos muchos lluviosos y mañaneros .

      • pablogonz Says:

        Pues nada, a seguir vigilando. Yo lo de chupar candaos lo meto en la próxima novela, descarao.

  15. CYBRGHOST Says:

    Bueno, dejando al margen que esto lo escribe un tipo que vive muy bien de escribir, la frase en de antología. Y además no me deja en mal lugar, teniendo en cuenta que yo no creo que jamás llegue a publicar nada, y por ende, menos vivir de escribir.
    Abrazos.

  16. jesusesnaola Says:

    Pondré un poco de polémica porque a mí la frase me parece de perogrullo y, en boca de Vargas Llosa hasta la encuentro un poco cínica. Porque las frases cambian mucho en función de quién las dice. Claro que es verdad que la satisfacción que proporciona el ejercicio de algo que amas ha de ser suficiente en sí misma. Pero claro, que lo diga Vargas Llosa, un excelente escritor por otro lado, que no ha conocido más que el éxito literario y económico y con posiciones políticas liberales, tan respetables como otras cualquiera pero más que reñidas con esta imagen romántico- pastoril de la creación literaria, en mi opinión resta un poco de verdad a una frase hecha, que con más o menos acierto todos nosotros hemos dicho alguna vez.
    Incluso la palabra vocación es utilizada con una intención pseudomística de la que carece. La vocación es símplemente la inclinación a cualquier estado, profesión o carrera. Incluso yo diría que el ejercicio ineludible de la literatura, en muchas ocasiones, puede ser una fuente de tristeza, de amargura y de sufrimiento, a la historia de la literatura me remito.

    En cuanto a la disyuntiva, Pablo, en Facebook te decía que si tuviera que elegir, dudaba si seguiría escribiendo y lo decía porque creo que son dos caminos distintos hacia un mismo final:la amargura.

    Hoy me he pasado tres pueblos. Gracias por el espacio. Perdón por el mitín.

    Abrazos en cualquier caso.

    • pablogonz Says:

      Usted se ha ganado el derecho a los mítines y a hablar sin frenos, querido amigo. Le respondo que no sé cómo fueron los orígenes literarios de Vargas Llosa pero me atrevo a suponer que no fueron gloriosos porque en aquella época no los había, en general, y menos para un sudamericano en el proceso de hacer las Europas. La disyuntiva que planteé en facebook: ¿ser leído o ser vendido? es una de esas paredes que nos obligan a chocar con ella porque apuntan directamente al centro de nuestro rol social. Por eso creo que es bueno planteárselo, resolver teóricamente en la medida del interés que cada uno tenga, o si no, quedarse con la duda. En más de una ocasión y más de dos te verás en esa encrucijada a lo largo de tu carrera literaria. Y tendrás que decidir. Confío en que sepas hacer lo mejor para ti, como autor, que será lo mejor para la literatura. Yo ya estuve en un par de esas y equivoqué siempre el camino. Podía haber muerto como autor pero me salvé: quizás por eso mi postura es mucho más radical ahora. Hay que escribir por el placer de crear una historia. Lo demás es el aprovechamiento materialista de esa belleza. Dejémoslo en manos de los economistas vocacionales. Nuestro premio son las lecturas, el amor que nos demuestran leyéndonos. Eso es lo único que brillará cuando la vejez nos nuble las ganas de todo.
      Sobre la amargura: un estado emocional capaz de enseñarnos mucho; no es ningún fin per se.
      Abrazos en cualquier hombro,
      PABLO GONZ

      • jesusesnaola Says:

        Lamentablemente, la disyuntiva que planteas tiene muy fácil resolución en el plano teórico, digamos que todos nos sabemos la respuesta correcta, pero si con un libro recién salido del horno se nos apareciera el diablo (sí, con sus cuernos y todo) habría que verlo. Creo que al final será una batalla para el carácter y espero que cuando llegue, si llega, sepa elegir ser leído que, en definitiva, es para lo que uno se esfuerza en crear las mejores historias posibles.
        Creo que es bueno, de todos modos, sentirse muy capaz de elegir vender cuanto más posible, aunque sólo sea para entrenar el rechazo que nos produce esa elección (o no, que cada cual es muy libre para vivir su vocación como mejor pueda y sepa)

        Abrazos, Pablo.

      • pablogonz Says:

        Bueno, a lo mejor a ti te parece de fácil solución (tienes gran parte del camino recorrido). Y ese diablo del que hablas puede ser el director de una biblioteca rural que te pide un libro. Si se lo mandas, dejas de vender un libro pero ganas muchos potenciales lectores. ¿Se lo mandas? Sí. ¿Y a dos? ¿Y a tres? ¿Y a veinticinco? ¿Y si por ello (por esa actitud) peligran tus planes de futuro (con el dinero que gane me iré de viaje a…)? Te quiero decir con todo esto que a lo mejor un día te ves en la disyuntiva: literatura o dinero; y es tal la mercantilización de esta tarea de escribir que cada vez esa disyuntiva es más obligatoria.
        Más abrazos, P.

      • Ana Says:

        Independiente de esto, Pablo, Jesus, no estaría mal sacar de vez en cuando un súper ventas con el que divertirse escribiendo y que nos dé el pan necesario para escribir lo que nos gusta de verdad… como los actores de Hollywood.
        Abrazos

      • pablogonz Says:

        A ver, yo no tengo inconveniente en vender mucho. Pero creo que la literatura debe ir con un orden: primero escribir el libro que nos sale del corazón, luego el deseo de encontrar a los lectores para ese libro, luego la publicación, luego el éxito. Cuando se tritura este arte es cuando uno no deslinda los aspectos: cuando escribe para un público determinado, con intención de éxito, con un contrato editorial encima (plazos, etc). Hay que ir de dentro afuera (eso es ex-presión).

  17. YUN Says:

    «Yo escribo cada día, sin esperanza ni desesperación» (ISAK DINESEN)

    • pablogonz Says:

      Esa es una frase para el bronce: típica del cada día menos típico escritor surfista, hombre surfista. Muchas gracias por tu aporte, Yun.
      Un fuerte abrazo,
      PABLO GONZ


  18. Caro Pablo:

    ¿ Qué es lo que encuentro en la vida de escritor ? ¿ Es la historia de alguien que se ha inventado a sí mismo ? Alguien dijo que somos como uñas que crecen hacia dentro.
    Para Voltaire » la única recompensa que puedes esperar, tras cultivar la literatura, es el desprecio si fracasas y el odio si triunfas «. Mucho de eso podría hablar Vargas Llosa, al que siempre he respetado como escritor y como hombre.
    Por añadir algo:
    Se requiere una dolorosa soledad para escribir de verdad. E incluso para escribir un mal libro – que casi siempre viene acompañado de éxito – exige que nos apartemos del resto de los seres humanos. Uno corre el riesgo de echarse a perder, en esa situación, para todo, incluso para la literatura. En un mundo donde el trabajo y los negocios son el camino más fácil del éxito o para vivir decentemente, donde el entretenimiento y el ocio ahogan toda búsqueda espititual, pertenecer a una generación para que los libros constituyen una religión, algo sagrado, un salvavidas para este mar de cajas de realidad virtual,no es fácil, sobra todo comentario – ha habido durante el día réplicas y contrarreplicas acertadisimas sobre la cita a las que poco o nada puedo añadir -.
    Existe una inocencia de la admiración en todo escritor – magnífica la cita de Sampedro – : La tiene aquel a quien todavía no se le ha ocurrido que también él podría ser admirado alguna vez – odiado ,diría Voltaire -, porque no se pierde el gusto por escribir de verdad. Hay tantos sentimientos mezclados en el escritor que se entrega con esa pasión – sin sospechas, sin reservas – a su obra. No puede pedir perdón, ni tampoco mostrarse orgulloso por ellos, a diferencia de los que no lo son y nos dejan frases en la que parecen sentirse culpables y al tiempo ufanos de ello.

    El verdadero obstáculo, lo has dicho a algún amigo, para echar la cubeta al fondo del pozo y subirla con un trabajo fresco, limpio y vivo, es siempre uno mismo…

    Espero que tu estancia en España haya sido agradable. Un abrazo para el hombre que tiene sus brazos en cruz, siempre dispuestos para el abrazo…

  19. Lamicé Says:

    Hola Pablo.
    No es fácil, si lo analizas bien, sentarnos a reflexionar sobre la frase, porque atañe a los deseos y las realidades propias de cada escritor, según mi parecer. Ahora bien, si pienso en la gran escritora Virginia Woolf (una de mis favoritas en el contexto literario inglés), cuando la literatura te libera del contexto de estar casada y de la maternidad como tu único fin en la existencia, entonces, es lo más grandioso que puede haberse inventado el hombre desde que hacia sus mensajes primitivos en las piedras (pues, a su manera, ya hacía literatura).

    La escritora de la época victoriana, como bien recordarás, decía que escribir era el «supremo alivio y la peor condena», si pensamos en la primera parte de alivio, y en la frase de Vargas Llosa yo me sintonizaría en la recompensa por tener esa vocación, y la última, sobre la condena, me remitiría a los frutos que sugiere el Nobel Literario del 2010, que básicamente, pueden ser económicos diría que, a día de hoy, no siempre son los más rimbombantes, pero siempre queda el placer de lo primero.

    Está claro que, el planteamiento de Virginia Woolf, también tenía que ver con la situación de la mujer a la hora de escribir, a su papel en la sociedad, y como ella misma lo acuñó, para poder dedicarse al arte de escribir, debía tenerse un determinado nivel económico (que tampoco creo, haya cambiado mucho a día de hoy), aunque ha habido escritores de bajos recursos económicos a quienes, la suerte les ha permitido ser reconocidos por su capacidad de hacer reflexionar y sentir a las personas.

    De todas formas, el mayor placer que siempre se tendrá a la hora de sentarse frente a un papel en blanco, siempre será el de dejar un constante fluir de pensamientos, o incluso sentirse expulsado de los mismos (como sugirió Woolf), porque no hay relación más placentera que terminar discutiendo con un personaje a quien tú mismo has creado, moldearlo para que llegue a poseer tus gustos, e incluso convertirlo en el enemigo al cual le infundes tus defectos (esos que aborreces en los otros).

    Finalmente, cuando terminas de escribir algo, independiente de lo que piense el mercado (alienado con intereses diferentes al tuyo, más que vender a veces calidad, quiere vender cantidad) del mismo, sabes que has logrado un reto más, dejar una parte de ti mismo, y ese es el mejor premio que puedes darte, y siempre habrá lectores (aunque sean escasos que compren, y muchos que deseen que les regales tus libros), otro premio más a ese esfuerzo.

    Un abrazo Pablo

    Lamicé

    • pablogonz Says:

      Gracias por tu comentario, Lamicé: es evidente que parte directamente del sentimiento. De ahí su fuerza. Hay mucho para rescatar en él.
      Abrazos fuertes,
      PABLO GONZ


  20. Pues yo pienso que… sí.
    Y con eso lo dejo, hala.
    Abrazos, Pablo.


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