Hacer literatura como la tuya es muy importante y bonita, sea en cibers o en la calle, o en un crater de la luna, siempre lo haces bien estés donde estés.
Besicos como sea, pero besicos muchos.
Completamente de acuerdo. Y siempre son combinaciones inéditas incluso en la relectura porque el lector también cambia y aporta en cada momento una interpretación diferente.
Saludillos
He pensado en esto muchas veces, de lo que deduzco que hasta los pensamientos son reciclados bajo el mismo sol… he pensado en que no hay nada nuevo que hacer, solo hacerlo propio y será diferente en algo, pero igual en casi todo.
Por eso nos gusta el arte, por lo reconocible, lo que nos resuena dentro (música, literatura, cine, gastronomía, y un largo etc)
Un abrazo que pillé por ahí
Yo veo que en el arte siempre hay una dicotomía (como en todas las otras cosas; no exceptúo que quizás yo lo vea todo desde una óptica bipolar, por vicio o constitución propia): por un lado está lo viejo, lo conocido, lo que nos permite afirmarnos y sentirnos seguros. Por otro lado está lo nuevo, lo ignoto, lo que nos sorprende, acicatea o extiende. Sin el primer elemento raramente podremos disfrutar del segundo, ni dispondremos de un espacio donde guardar nuestras capturas. El 6 y el 4 están ahí desde siempre. ¿Quién fue el primero que pensó en unirlos para hacer un retrato?
Besos sin fecha de caducidad,
PABLO GONZ
La vida es esas combinaciones; también la disolución de elementos. El mundo va bien y mal a la vez porque es ciego, antiético. Muchas gracias por venir, por dejar tu huella.
Eres bienvenido,
PABLO GONZ
Me da por pensar a veces que de la depuración extrema de la prosa surge lo que llamamos poesía. Los prosistas seríamos algo así como poetas toscos.
Abrazos con mi agradecimiento,
PABLO GONZ
La eternidad del latido: cosas que se juntan y se separan, siempre igual pero siempre en posiciones diferentes. Por tanto el río siempre es el mismo y siempre es diferente. Parménides y Heráclito brindando a la salud del universo.
Besazos africanos,
PABLO GONZ
¿Quién demonios necesita una novedad? A mi me basta con contemplar las acelgas (hay que ver lo mucho que entretienen si se presta la debida atención; y es que, debido a su forma de participar en lo idéntico que se repite siempre por primera y única vez, no hay dos de iguales).
Pienso -es una forma de hablar- que bajo el sol todo es nuevo excepto la manía de la novedad.
¿Escribir?: un intento de explicar acelgas.
Un abrazo hortelano (ya amenazan los tomates, Pablo, con hacerse tomates….).
Pues yo este año voy a sembrar patatas; y ojalá que me salgan iguales a sí mismas porque si no las tortillas me van a quedar extraterrestres.
Abrazos hortelanos, me gustaron.
PABLO GONZ
Es que necesitamos la certidumbre en la misma medida que la sorpresa del azar. Nos empeñamos en ser monistas o a lo sumo dualistas. Quizás todos seamos más monodualistas de lo que estamos dispuestos a reconocer.
Abrazos con sol,
PABLO GONZ
Pensaba encargarme un busto de bronce pero me dijeron que no podía salir con las gafas porque los niños las arrancan. Tengo que seguir pensando en mi inmortalidad.
Abrazos prepodridos,
PABLO GONZ
Confiesa, Torcuato, que en algún lugar leíste esto: «Los trenes hortelanos cascan puentes de cobalto». Yo diría que es una combinación nueva de elementos viejos.
Ahora, abrazos sin romper huesos pero fuertes porque sí,
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
4 julio, 2011 a las 19:04
Sigo en cibers, haciendo literatura al cabo de la calle.
Abrazos como sea,
PABLO GONZ
4 julio, 2011 a las 19:44
Hacer literatura como la tuya es muy importante y bonita, sea en cibers o en la calle, o en un crater de la luna, siempre lo haces bien estés donde estés.
Besicos como sea, pero besicos muchos.
4 julio, 2011 a las 20:28
Muchísimas gracias, Nani: ahora hago esta pequeña literatura desde sus pies, señora.
Besazos,
PABLO GONZ
4 julio, 2011 a las 20:52
Completamente de acuerdo. Y siempre son combinaciones inéditas incluso en la relectura porque el lector también cambia y aporta en cada momento una interpretación diferente.
Saludillos
4 julio, 2011 a las 21:12
De modo que la vida, o sea la literatura, es infinita. Somos inmortales, o sea ilegibles.
Abrazos de morsa,
PABLO GONZ
4 julio, 2011 a las 21:09
Pues es una gran verdad Pablo además dicha con sencillez.
Abrazos
4 julio, 2011 a las 21:13
Me conformo con la idea de que es una bonita opinión.
Abrazos felices de tenerte por aquí,
PABLO GONZ
4 julio, 2011 a las 21:17
He pensado en esto muchas veces, de lo que deduzco que hasta los pensamientos son reciclados bajo el mismo sol… he pensado en que no hay nada nuevo que hacer, solo hacerlo propio y será diferente en algo, pero igual en casi todo.
Por eso nos gusta el arte, por lo reconocible, lo que nos resuena dentro (música, literatura, cine, gastronomía, y un largo etc)
Un abrazo que pillé por ahí
4 julio, 2011 a las 22:04
Yo veo que en el arte siempre hay una dicotomía (como en todas las otras cosas; no exceptúo que quizás yo lo vea todo desde una óptica bipolar, por vicio o constitución propia): por un lado está lo viejo, lo conocido, lo que nos permite afirmarnos y sentirnos seguros. Por otro lado está lo nuevo, lo ignoto, lo que nos sorprende, acicatea o extiende. Sin el primer elemento raramente podremos disfrutar del segundo, ni dispondremos de un espacio donde guardar nuestras capturas. El 6 y el 4 están ahí desde siempre. ¿Quién fue el primero que pensó en unirlos para hacer un retrato?
Besos sin fecha de caducidad,
PABLO GONZ
4 julio, 2011 a las 21:22
Mientras sighan esas combinaciones, todo irá bien. Muy bueno Pablo. Saludos.
4 julio, 2011 a las 22:05
La vida es esas combinaciones; también la disolución de elementos. El mundo va bien y mal a la vez porque es ciego, antiético. Muchas gracias por venir, por dejar tu huella.
Eres bienvenido,
PABLO GONZ
4 julio, 2011 a las 21:45
Toda una declaración de intenciones, además de una enterísima poética.
Un abrazo
4 julio, 2011 a las 22:07
Me da por pensar a veces que de la depuración extrema de la prosa surge lo que llamamos poesía. Los prosistas seríamos algo así como poetas toscos.
Abrazos con mi agradecimiento,
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 8:19
La eternidad……o sea la infinitud de lo mismo!!!
Abrazos tan fuertes que…de momento!!!
5 julio, 2011 a las 19:31
La eternidad del latido: cosas que se juntan y se separan, siempre igual pero siempre en posiciones diferentes. Por tanto el río siempre es el mismo y siempre es diferente. Parménides y Heráclito brindando a la salud del universo.
Besazos africanos,
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 15:20
Eso mismo decía Sinuhé, cuando el sol aún giraba alrededor de la Tierra 🙂
5 julio, 2011 a las 19:32
Una de mis lecturas pendientes, el clásico de Mika Waltari.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 15:57
¿Quién demonios necesita una novedad? A mi me basta con contemplar las acelgas (hay que ver lo mucho que entretienen si se presta la debida atención; y es que, debido a su forma de participar en lo idéntico que se repite siempre por primera y única vez, no hay dos de iguales).
Pienso -es una forma de hablar- que bajo el sol todo es nuevo excepto la manía de la novedad.
¿Escribir?: un intento de explicar acelgas.
Un abrazo hortelano (ya amenazan los tomates, Pablo, con hacerse tomates….).
5 julio, 2011 a las 19:34
Pues yo este año voy a sembrar patatas; y ojalá que me salgan iguales a sí mismas porque si no las tortillas me van a quedar extraterrestres.
Abrazos hortelanos, me gustaron.
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 15:58
Esta frase vale por una filosofía entera. Es usted un atomista, don Pablo.
Saludos.
5 julio, 2011 a las 19:35
No sé, Juan Carlos: Se me ocurrió y la puse. Es posible que mañana escriba lo contrario. La cosa es marear al personal.
Abrazos desde aquí,
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 17:06
Antes de que lo olvide, te comunico con la solemnidad que merece la ocasión que eres una de mis galardonadas con el premio Sunshine award.
Después, te diré que me encantan las combinaciones de viejos elementos, me dan un toque de certidumbre que agradezco.
Un abrazo
5 julio, 2011 a las 19:37
Es que necesitamos la certidumbre en la misma medida que la sorpresa del azar. Nos empeñamos en ser monistas o a lo sumo dualistas. Quizás todos seamos más monodualistas de lo que estamos dispuestos a reconocer.
Abrazos con sol,
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 17:16
suyas serán muchas citas en la cumbre de futuros blogs, señor pablo gonz. hágase una foto con barba, que hacen más solemne. un abrazo.
5 julio, 2011 a las 19:39
Pensaba encargarme un busto de bronce pero me dijeron que no podía salir con las gafas porque los niños las arrancan. Tengo que seguir pensando en mi inmortalidad.
Abrazos prepodridos,
PABLO GONZ
5 julio, 2011 a las 17:49
Yo creo que las ni las combinaciones son inéditas.
Un abrazo, Pablo
5 julio, 2011 a las 19:41
Confiesa, Torcuato, que en algún lugar leíste esto: «Los trenes hortelanos cascan puentes de cobalto». Yo diría que es una combinación nueva de elementos viejos.
Ahora, abrazos sin romper huesos pero fuertes porque sí,
PABLO GONZ
6 julio, 2011 a las 10:49
Pues, esa frase…, no sé, no sé, sonarme, no me suena.
Vaaaaaaaale, tienes razón, creo.
La frase está genial, je, je.
Un abrazo, Pablo
6 julio, 2011 a las 13:46
😉
5 julio, 2011 a las 22:44
Que bien combinados nos dan resultados como tus palabras.
Besos desde el aire
6 julio, 2011 a las 13:47
Resultan bien en la medida en que son bien leídas.
Un fuerte abrazo desde la tierra,
PABLO GONZ