Raúl Garcés: a mi juicio, uno de los microrrelatistas más originales de España. Con «Cerdito de porcelana» (el título ya es un poema) ganó el I premio «Esculpiendo historias». En un libro de ocho microrrelatos (ver portada) se incluyen este y otras siete joyas que tuvo el acierto de publicar Ediciones «La fragua de metáforas». Gracias por escribir así, Raúl.
De Chile os cuento que tuvimos dos días de huelga general que yo aproveché muy neoliberalmente para agriparme: alcancé los 39,7º, algo que no me pasaba desde la infancia. Es rico, aunque agotador, sentir cómo te arden los ojos y se te seca la garganta. Sí, todo muy animal, o sea muy necesario.
Besos o abrazos para los aprensivos,
PABLO GONZ
Espero que ya estés mejor. Menuda puntería en tus viajes australes a la infancia febril…
Gracias por la reseña, yo no conocía a este autor y voy a buscarlo. Abrazos.
Aquí, como en cualquier otro movimiento de masas, siempre hay una faceta espectacular, que es en la que se quedan los medios de comunicación. Lo profundo, lo que mueve a miles de personas es algo mucho más gris pero ineludible como la falta de oportunidades y el hastío correspondiente.
Un abrazo indígena (prerromano),
PABLO GONZ
Excelente relato… con muchas lecturas, andaré al tanto de este escritor. De tu gripe… me alegro que te hayas repuesto. Y de la huelga he visto alguna foto y he oído que mataron a un joven. Espero que se consiga algo, en Chile y en muchos otros países que están hartos también.
Abrazos vacacionales
Es verdad: a un chaval de 16 años que se acercó a mirar. Dicen que la bala era de la policía pero supongo que esto no se investigará. Los estudios de balística no están para resolver estos casos. De momento lo que se ha conseguido es que al gobierno de Piñera se le cierre el culo. Estaban aguantando a los muchachos sin darles demasiada importancia pero abominan de un escenario de inestabilidad social (con mineros, pescadores, transportistas cabreados) que haga recapacitar a los capitales extranjeros. Chile: país colonial. Quieren obreros baratos (sin educación, claro) para poder poner el cobre en Londres a un precio sin competencia. Los de aquí quieren tener fábricas pobladas de técnicos (con educación, claro) para hacer ellos mismos los transistores. ¿Qué hacer? ¿Permitir que el país siga en manos de treinta familias (que ganan tanto como el tercio más pobre del país) o cambiar las cosas? Se verá.
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
Es que no sé estar, Cybr. Tengo un afán de protagonismo rayano en lo patológico. Asunto de familia, te cuento: mi hermana tuvo unas paperas monstruosas, hasta vinieron a hacerle fotos para un libro de medicina (no me pidas el dato: secreto de familia).
Abrazos convalecientes, joder, convalecientes.
PABLO GONZ
Lo de las treinta familias con la misma riqueza que el 30% más pobre del país no me parece ni tan malo, Pablo. Acá ZP se reunió con los 50 empresarios más importantes y se hablaba de que entre los 50 generaban (usurpaban, diría yo) el 45% del PIB español. Más datos impresionantes: el otro día un amigo contaba que había leído que la producción alimentaria mundial estaba en manos de 7 familias. Vivimos un mundo subdesarrollado, que cada vez se subdesarrolla (lo subdesarrollamos) más y más.
Por eso le diría al cerdito de Raúl Garcés: CUIDADO con esa entidad bancaria, cerdito, que el cuento ha cambiado y ahora el lobo está aspirando dentro. ¡¡HUYE!!
Recupérate, Pablo, y asépticos abrazos.
Datos impresionantes. La cosa, en resumen, es: el giro de la vorágine neoliberal es hasta tal punto monstruoso que el desgaste de las piezas empieza a ser palpable. Aquí en Chile la gente grita por las calles: «¡Estamos cansados!» En España dicen: «¡Basta ya!». El primer grito es más personal e íntimo (más chileno); el segundo más categórico y público (más español) pero al final son el mismo grito. ¿Nos arreglaríamos con un poquito de aceite, droga de la felicidad o reparto de dividendos estatales (esto lo hizo Michelle Bachelet aquí) o nos sentamos a constituirnos de otra manera y les decimos a los 7, 30 ó 50: «miren, se acabó la fiesta, capullos»?
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
De nada, Maite. Contribuir a la divulgación de este tipo de obras es un placer para mí. Sobre la fiebre, aún estoy un poco cansado pero me parece que necesitaba algo así de bestia.
Abrazos (y acéptame por facebook, plis),
PABLO GONZ
Es un autor muy interesante. Yo creo que irá dando que hablar. Cama, calor, y caldo (es que soy abstemio).
Abrazos hacia Galicia,
PABLO GONZ
PD.: ¿Conoces a la pintora local Eva Carrera? Es una TREMENDA amiga mía.
He visto alguna de sus obras en distintos sitios, La Fundación María José Jove, el Ayuntamiento, la Fundación Caixanova, etc; pero a ella no le conozco.
Tu gripe va mejorando, de modo que me quedo tranquila.
En cuanto a la riqueza obscena de algunos mas el poder perverso que detentan a través de ella: ¡Estamos cansados! ¡Basta ya! Miren, señores políticos (los que pecan por la paga), señores terratenientes (los que pagan por pecar), capullitos: se acabó la fiesta.
Y vio Dios que era bueno…
Tengo tres cosas que decirte, Patricia:
1) Que lo políticos dejen de mamar.
2) Gracias por tu maternal preocupación.
3) Raúl Garcés es un joyero.
Besazos,
PABLO GONZ
Mencanta ese voraz apetito por la sucursal bancaria. Buscaremos esos micros.
Cuídate este finde, que eso de dormir con 39,7 se hace muy penoso y la camase queda pequeña.
Besicos muchos sin temor al contagio.
Es un autor muy recomendable. Sobre la fiebre, es verdad: qué mal se duerme con fiebre, se sueñan películas expresionistas (todas alemanas) y uno se levanta como si hubiera pasado toda la noche descargando sacos de papas.
En fin, pero ya va pasando mi historieta número 3.255
Besicos de lado,
PABLO GONZ
Gracias por dar a conocer a autores del género. El micro que nos presentas es muy bueno, de esos pequeñitos y que dicen mucho.
Espero que te mejores pronto de la gripe. Cuídate bien y descansa.
Un abrazo.
Un placer contribuir a la difusión de la buena literatura.
Gracias por tus ánimos: voy mejorando poco a poco. ¿El descanso? Eso no va conmigo.
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
No conozco a Raúl Garcés, pero me gusta ese apunte, Pablo. Anotado queda. Aunque yo le diría al de apetito voraz que tenga cuidado con los banqueros…
¿Mejor ya de la supergripe?
Bueno, ahora lo conoces un poco. Sobre la supergripe: hoy me enteré de que debía haber pasado por el hospital. Tuve suerte, me enteré tarde. Porque ¿quién sabe lo que hbaría cogido allí?
Besazos,
PABLO GONZ
En Andorra, mi pequeña esquina, se llevó a cabo una curiosa transición en la que algunas familias, pocas dado el tamaño del país y la lógica universal, pasaron de la vaca al Mercedes sin apenas despeinarse. A pesar de impregnarse la boina de Chanel nº5 y levantar el pulgar para sorber vino francés, a estas élites de tomatera y calabacín, no es que se les vea el plumero, sino que se les ve el gallinero entero justo detras de su exquisita exquisitez.
Como en todas partes, los pocos sumando cifras inahuditas y los muchos jugando con los ceros.
Suerte tengo de las cebollas y la mula, que tanto saben y tanto me dsitraen.
Un abrazo alicaído.
Pd. Olvídate de esos records térmicos; mejor es que intentes superar la ingesta de gambas en hora y media.
Bien podría ser que el cerdito de porcelana sea andorrano. En cuanto a las gambas, ya quisiera yo, pero le he pegado tanto al colesterol que mejor se lo dejo a otros.
Abrazos para ti, otros para tus cebollas (abrazos per cápita) y uno muy especial para tu mula. ¿Tiene nombre?
PABLO GONZ
Cerdito de porcelana es una micro joya (por el tamaño y por jugar con los microrelatos de los que está compuesto) La colección de micros que Raúl nos regala aquí es estupenda. Saludos.
Ponte bueno, Pablo, que las gripes dejan para el arrastre…
No conocía a Raúl Gonzalez. Todos miramos con voraz apetito las sucursales bancarias, o con odio, que son ellos los que nos chupan la sangre.
Abrazos.
No sé si has visto mi propuesta de micronovela…
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
26 agosto, 2011 a las 12:57
Raúl Garcés: a mi juicio, uno de los microrrelatistas más originales de España. Con «Cerdito de porcelana» (el título ya es un poema) ganó el I premio «Esculpiendo historias». En un libro de ocho microrrelatos (ver portada) se incluyen este y otras siete joyas que tuvo el acierto de publicar Ediciones «La fragua de metáforas». Gracias por escribir así, Raúl.
De Chile os cuento que tuvimos dos días de huelga general que yo aproveché muy neoliberalmente para agriparme: alcancé los 39,7º, algo que no me pasaba desde la infancia. Es rico, aunque agotador, sentir cómo te arden los ojos y se te seca la garganta. Sí, todo muy animal, o sea muy necesario.
Besos o abrazos para los aprensivos,
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 13:50
Espero que ya estés mejor. Menuda puntería en tus viajes australes a la infancia febril…
Gracias por la reseña, yo no conocía a este autor y voy a buscarlo. Abrazos.
26 agosto, 2011 a las 14:15
Si mi nariz no me engaña, Raúl Garcés dará que hablar. Vamos a ver cómo ando del olfato después de la gripe.
Abrazos,
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 13:51
Desconocía a este autor, pero lo subsanaré con celeridad gracias a ti.
A recuperarse del gripazo.
Tremendas imágenes las vistas de la huelga, juaz
Un saludo indio
26 agosto, 2011 a las 14:17
Aquí, como en cualquier otro movimiento de masas, siempre hay una faceta espectacular, que es en la que se quedan los medios de comunicación. Lo profundo, lo que mueve a miles de personas es algo mucho más gris pero ineludible como la falta de oportunidades y el hastío correspondiente.
Un abrazo indígena (prerromano),
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 14:25
Excelente relato… con muchas lecturas, andaré al tanto de este escritor. De tu gripe… me alegro que te hayas repuesto. Y de la huelga he visto alguna foto y he oído que mataron a un joven. Espero que se consiga algo, en Chile y en muchos otros países que están hartos también.
Abrazos vacacionales
26 agosto, 2011 a las 14:47
Es verdad: a un chaval de 16 años que se acercó a mirar. Dicen que la bala era de la policía pero supongo que esto no se investigará. Los estudios de balística no están para resolver estos casos. De momento lo que se ha conseguido es que al gobierno de Piñera se le cierre el culo. Estaban aguantando a los muchachos sin darles demasiada importancia pero abominan de un escenario de inestabilidad social (con mineros, pescadores, transportistas cabreados) que haga recapacitar a los capitales extranjeros. Chile: país colonial. Quieren obreros baratos (sin educación, claro) para poder poner el cobre en Londres a un precio sin competencia. Los de aquí quieren tener fábricas pobladas de técnicos (con educación, claro) para hacer ellos mismos los transistores. ¿Qué hacer? ¿Permitir que el país siga en manos de treinta familias (que ganan tanto como el tercio más pobre del país) o cambiar las cosas? Se verá.
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 15:02
Máximo ingenio en su mínima expresión.
Y a ver si somos menos exagerados y para la próxima te coges un simple catarro como todo el mundo.
Abrazos.
26 agosto, 2011 a las 15:07
Es que no sé estar, Cybr. Tengo un afán de protagonismo rayano en lo patológico. Asunto de familia, te cuento: mi hermana tuvo unas paperas monstruosas, hasta vinieron a hacerle fotos para un libro de medicina (no me pidas el dato: secreto de familia).
Abrazos convalecientes, joder, convalecientes.
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 15:33
Lo de las treinta familias con la misma riqueza que el 30% más pobre del país no me parece ni tan malo, Pablo. Acá ZP se reunió con los 50 empresarios más importantes y se hablaba de que entre los 50 generaban (usurpaban, diría yo) el 45% del PIB español. Más datos impresionantes: el otro día un amigo contaba que había leído que la producción alimentaria mundial estaba en manos de 7 familias. Vivimos un mundo subdesarrollado, que cada vez se subdesarrolla (lo subdesarrollamos) más y más.
Por eso le diría al cerdito de Raúl Garcés: CUIDADO con esa entidad bancaria, cerdito, que el cuento ha cambiado y ahora el lobo está aspirando dentro. ¡¡HUYE!!
Recupérate, Pablo, y asépticos abrazos.
26 agosto, 2011 a las 15:44
Datos impresionantes. La cosa, en resumen, es: el giro de la vorágine neoliberal es hasta tal punto monstruoso que el desgaste de las piezas empieza a ser palpable. Aquí en Chile la gente grita por las calles: «¡Estamos cansados!» En España dicen: «¡Basta ya!». El primer grito es más personal e íntimo (más chileno); el segundo más categórico y público (más español) pero al final son el mismo grito. ¿Nos arreglaríamos con un poquito de aceite, droga de la felicidad o reparto de dividendos estatales (esto lo hizo Michelle Bachelet aquí) o nos sentamos a constituirnos de otra manera y les decimos a los 7, 30 ó 50: «miren, se acabó la fiesta, capullos»?
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 16:11
Gracias por acercarnos este trabajo, Pablo. Tiene todos los visos de ser una pequeña joya. Abrazos.
P.D. espero que estés recuperándote bien de esa febril experiencia
26 agosto, 2011 a las 18:19
De nada, Maite. Contribuir a la divulgación de este tipo de obras es un placer para mí. Sobre la fiebre, aún estoy un poco cansado pero me parece que necesitaba algo así de bestia.
Abrazos (y acéptame por facebook, plis),
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 16:42
No conocía a Raul Garcés, pero el botón que nos dejas de muestra bien vale el precio del traje.
En cuanto a la gripe, ya sabes, las tres ces: cama, calor y coñac.
Un abrazo.
26 agosto, 2011 a las 18:20
Es un autor muy interesante. Yo creo que irá dando que hablar. Cama, calor, y caldo (es que soy abstemio).
Abrazos hacia Galicia,
PABLO GONZ
PD.: ¿Conoces a la pintora local Eva Carrera? Es una TREMENDA amiga mía.
27 agosto, 2011 a las 18:51
No le conozco personalmente, Pablo.
He visto alguna de sus obras en distintos sitios, La Fundación María José Jove, el Ayuntamiento, la Fundación Caixanova, etc; pero a ella no le conozco.
Eso sí, en mí tiene un admirador de su obra.
Un abrazo
29 agosto, 2011 a las 18:17
Somos varios admiradores. Yo soy amigo de ella desde la infancia. Es una hermana para mí.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 17:20
Cerdito de porcelana es una joya!
Tu gripe va mejorando, de modo que me quedo tranquila.
En cuanto a la riqueza obscena de algunos mas el poder perverso que detentan a través de ella: ¡Estamos cansados! ¡Basta ya! Miren, señores políticos (los que pecan por la paga), señores terratenientes (los que pagan por pecar), capullitos: se acabó la fiesta.
Y vio Dios que era bueno…
Besos de fin de semana, Pablo.
26 agosto, 2011 a las 18:22
Tengo tres cosas que decirte, Patricia:
1) Que lo políticos dejen de mamar.
2) Gracias por tu maternal preocupación.
3) Raúl Garcés es un joyero.
Besazos,
PABLO GONZ
26 agosto, 2011 a las 18:23
Mencanta ese voraz apetito por la sucursal bancaria. Buscaremos esos micros.
Cuídate este finde, que eso de dormir con 39,7 se hace muy penoso y la camase queda pequeña.
Besicos muchos sin temor al contagio.
26 agosto, 2011 a las 18:27
Es un autor muy recomendable. Sobre la fiebre, es verdad: qué mal se duerme con fiebre, se sueñan películas expresionistas (todas alemanas) y uno se levanta como si hubiera pasado toda la noche descargando sacos de papas.
En fin, pero ya va pasando mi historieta número 3.255
Besicos de lado,
PABLO GONZ
27 agosto, 2011 a las 13:19
Muchísimas gracias Pablo por tus palabras y a todos vosotros por los comentarios. Abrazos.
29 agosto, 2011 a las 18:18
Gracias a ti, Raúl, por el permiso para publicar esto y, sobre todo, por haberlo escrito.
Un enorme abrazo,
PABLO GONZ
27 agosto, 2011 a las 13:44
Trataremos de leer al autor recomendado. Saludos y gracias
29 agosto, 2011 a las 18:19
Creo que será una lectura provechosa.
Un fuerte abrazo, Lucía, y gracias por pasarte.
Te entrego una corona de flores,
PABLO GONZ
27 agosto, 2011 a las 14:35
Gracias por dar a conocer a autores del género. El micro que nos presentas es muy bueno, de esos pequeñitos y que dicen mucho.
Espero que te mejores pronto de la gripe. Cuídate bien y descansa.
Un abrazo.
29 agosto, 2011 a las 18:20
Un placer contribuir a la difusión de la buena literatura.
Gracias por tus ánimos: voy mejorando poco a poco. ¿El descanso? Eso no va conmigo.
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
27 agosto, 2011 a las 14:45
Y economizó hata en las palabras.
29 agosto, 2011 a las 18:20
Y enseñó a conomizar.
27 agosto, 2011 a las 15:09
No conozco a Raúl Garcés, pero me gusta ese apunte, Pablo. Anotado queda. Aunque yo le diría al de apetito voraz que tenga cuidado con los banqueros…
¿Mejor ya de la supergripe?
Besitos
29 agosto, 2011 a las 18:21
Bueno, ahora lo conoces un poco. Sobre la supergripe: hoy me enteré de que debía haber pasado por el hospital. Tuve suerte, me enteré tarde. Porque ¿quién sabe lo que hbaría cogido allí?
Besazos,
PABLO GONZ
28 agosto, 2011 a las 9:43
En Andorra, mi pequeña esquina, se llevó a cabo una curiosa transición en la que algunas familias, pocas dado el tamaño del país y la lógica universal, pasaron de la vaca al Mercedes sin apenas despeinarse. A pesar de impregnarse la boina de Chanel nº5 y levantar el pulgar para sorber vino francés, a estas élites de tomatera y calabacín, no es que se les vea el plumero, sino que se les ve el gallinero entero justo detras de su exquisita exquisitez.
Como en todas partes, los pocos sumando cifras inahuditas y los muchos jugando con los ceros.
Suerte tengo de las cebollas y la mula, que tanto saben y tanto me dsitraen.
Un abrazo alicaído.
Pd. Olvídate de esos records térmicos; mejor es que intentes superar la ingesta de gambas en hora y media.
29 agosto, 2011 a las 18:24
Bien podría ser que el cerdito de porcelana sea andorrano. En cuanto a las gambas, ya quisiera yo, pero le he pegado tanto al colesterol que mejor se lo dejo a otros.
Abrazos para ti, otros para tus cebollas (abrazos per cápita) y uno muy especial para tu mula. ¿Tiene nombre?
PABLO GONZ
28 agosto, 2011 a las 14:46
Cerdito de porcelana es una micro joya (por el tamaño y por jugar con los microrelatos de los que está compuesto) La colección de micros que Raúl nos regala aquí es estupenda. Saludos.
29 agosto, 2011 a las 18:25
Un estuche con ocho joyitas, para mirarlas y remirarlas con toda la calma del mundo.
Un fuerte abrazo, Marcos.
PABLO GONZ
29 agosto, 2011 a las 21:06
qué poquito necesita para decir tantísimo.
29 agosto, 2011 a las 21:08
Micro de muchos aumentos.
31 agosto, 2011 a las 17:23
Ponte bueno, Pablo, que las gripes dejan para el arrastre…
No conocía a Raúl Gonzalez. Todos miramos con voraz apetito las sucursales bancarias, o con odio, que son ellos los que nos chupan la sangre.
Abrazos.
No sé si has visto mi propuesta de micronovela…
http://purificacionmenaya.blogspot.com/2011/08/popuesta-de-micronovela-colectiva.html
31 agosto, 2011 a las 17:56
Sí, Puri, estoy al tanto.
Muchas gracias por la invitación.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ