LA SALIVA DEL TIGRE/63
22 septiembre, 2011
INFELICES
Juan Pedro Gómez Calvo, gaditano de veintiocho años de edad, ejerce como camillero en un hospital de Córdoba, donde es infeliz. A él le gustaría regresar a su patria chica pero sabe que allí no abundan los puestos de trabajo.
Pedro Juan Calvo Gómez, cordobés de veintiocho años de edad, ejerce como camillero en un hospital de Cádiz, donde es infeliz. A él le gustaría regresar a su patria chica pero sabe que allí no abundan los puestos de trabajo.
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 12:05
Cambio bosque austral con hermosas vistas a la precariedad por departamento en ciudad boreal con asedio de crisis financiera. Interesados llamar a su conciencia,
Fdo.: PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 12:07
¿Porque no intercambian su identidad? Solo es un asunto de orden.
¡Qué lio!
Un beso
22 septiembre, 2011 a las 12:40
La falta de comunicación, Fred, el miedo, la costumbre, el hastío…
Abrazos liosos,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 12:07
¡CÓMO ME ALEGRAN TUS MICROS!
A VECES TAN SIMPLES, A VECES TAN COMPLEJOS…PERO SIEMPRE SOBERBIOS.
22 septiembre, 2011 a las 12:41
Pues a mí me alegra tu comentario, tremenda amiga mía.
Besazos a espuertas,
P.
22 septiembre, 2011 a las 13:17
Seguramente dentro de algunos años ambos coincidirán en alguna otra ciudad, solicitando un puesto de taxista, todavía más lejos de sus amadas patrias chicas.
Un abrazo.
22 septiembre, 2011 a las 13:22
Tirando del hilo se escriben las novelas.
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 13:46
Muy bueno Pablo, el intercambio de nombres esta genial. Espero haberlo entendido. Un saludo grande.
Neli 🙂
22 septiembre, 2011 a las 13:58
Algo has entendido, seguro: o una parte o todo o algo que está más allá de todo.
Abrazos sugerentes,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 14:14
Malditas casualidades, si se conocieran, se arreglaría con una permuta. A veces qué cerca tenemos la solución, jeje
Un saludo indio
22 septiembre, 2011 a las 14:18
En la primera redacción del micro sí se conocían (en realidad chocaban frente a una iglesia) pero deseché esa parte a partir de la primera revisión.
Abrazos aborígenes,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 14:23
Ja, ja… una vez más en el clavo. ¿Un gaditano y un cordobés con los mismos apellidos en distinto orden?. Sólo pueden ser.. PRIMOS. Su incomunicación se debe a que entre ambos existe una maraña de familiares que hablan a voces y no escuchan. Egpaña y olé.
Oye, la nueva foto que identifica tu ser material ¿es un homenaje a “El Vizconde demediado» del gran Calvino (Italo, no el que quemaba los herejes que le venían en gana; ya sabes)?. Sólo queda averiguar cual es tu lado malvado, criatura. Una vez hecho esto se aplican los “Principia Mathemathica” y el lado restante opta por la bondad, demonio. Abrazos en la córnea.
22 septiembre, 2011 a las 14:37
¡Hombre, Alfonx! Otro día que me premias con tu presencia. Pues, vale, son primos o unos primos, como quieras verlo. Mi desdoblamiento visual (porque se trata de un desdoblamiento) bebe directamente de mi desdoblamiento autoral. Al principio de mi carrera yo era Pablo González Cuesta, luego (cuando la carrera devino en paseo) me convertí en Pablo Gonz pero resulta que la parte desechada ha decidido constituirse en Alex Questa. Esto pasa a veces. Bueno, Pablo Gonz es el típico tío serio al que conoces de toda la vida (sí, ese, no insistas). Pero Alex Questa me ha salido bastante medieval y chascarríllico (supongo que no se dice así, claro). Además un poco tiránico: su primera exigencia (tú sabes que los recién nacidos sólo saber exigir) ha sido una chaqueta de flores (como lo oyes). Vio (eso dice) una tela para cortinas en una tienda de aquí y me exigió (ver paréntesis anterior) que me hiciera semejante prenda. En conclusión me la tengo que hacer porque, de lo contrario, amenaza con cercernarme la imaginación, jodesumadre.
Acepto tus abrazos, querido amigo, que entiendo como terapéuticos,
P
22 septiembre, 2011 a las 15:12
La cosa es que hay tanta gente con este problema que no importa como se llamen ni donde estén, si hiciéramos una búsqueda y captura de lo que suponemos que queremos, encontraríamos mil opciones en vidas ajenas, la cuestión es ¿es eso lo que deseamos realmente? porque luego está lo de «ten cuidado con lo que deseas»…
Porque estos dos igual se intercambian el puesto de trabajo y sigue sin gustarles sus vidas, menos aún que antes, pero nunca lo aceptan.
Un abrazo de ida y vuelta (por si acaso Alex sin su chaqueta de flores le da por no devolver abrazos)
22 septiembre, 2011 a las 17:49
Alex es muy posesivo, te advierto. Es capaz de recibir el abrazo pero no devolver los brazos (dice que le invitaron a una fiesta de disfraces y quiere ir de Vishnú). Ojito con él.
Besos de Pablo (y mordiscos de Alex),
NOSOTROS
22 septiembre, 2011 a las 15:55
Pablo, si los dos son bien parecidos físicamente ya estaría todo solucionado. Se cambian uno por otro y a su patria chica.
Esto ocurre muchas veces en el mundo.
Un abrazo.
22 septiembre, 2011 a las 17:50
Que cuenten sus respectivos casos en Facebook, seguro que se ordenan un poquillo.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 17:46
Tal como está la situación del herario público y la previsón de recortes, me temo que acabarán coincidiendo en la manifa contra los despidos masivos del S.A.S.
Excelente micro que le hace honor al cambio de foto que has hecho.
Un abrazo a tu morriña.
22 septiembre, 2011 a las 17:51
Sí, sería gracioso que los dos tipos encima fueran genéticamente idénticos. Por ahí crece otra posible rama de la novela.
Mi morriña te agradece el cariño,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 19:05
Tampoco están tan mal, uno tiene mar y el otro el ambiente califal. Los dos están a tiro de piedra y con esto del FB, la comunicación y los grupos raros está tirao (de calvos gómez o de gómez que también sean calvos).
Yo, aunque cordobés, de gómez ni un pelo, y de calvo de cogote p’abajo.
Saludos Pablo.
22 septiembre, 2011 a las 19:21
Saludos, enmascarado (cada vez menos)
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 19:17
Jajaja, curiosidades de esta España nuestra… Me voy con una sonrisa.
Besos desde el aire
22 septiembre, 2011 a las 19:21
Ojalá que te dure por siempre.
Abrazos en masa,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 19:50
Distintos nombres, distintas ciudades, mismos destinos. A veces nacer aquí o allí, nacer en una familia o en otra, parece determinante, pero en Cádiz, en Córdoba y en otras muchas ciudades de España, de Europa y de otros continentes está dejando de serlo, sin dejar de haber diferencias, eso está claro. Besos nocturnos y algo taciturnos
22 septiembre, 2011 a las 19:56
Que descanses, Maite. Seguro que mañana vuelve a lucir el sol.
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 21:59
Por ahí hay un Daniel Sánchez Bonet que escribe micros y yo vivo con un Juan Carlos Sánchez Bonet que vigila parking y no tiene hermanos, aquí hay «tongo», ¿tú sabes algo?
22 septiembre, 2011 a las 22:53
Mi primera noticia, Elysa. Pero lo investigaré.
Abrazos elementales,
PABLO GONZ
22 septiembre, 2011 a las 23:05
Lo mejor de este micro es que lo leí conociendo a dos personas, auxiliares de clínica. Una era de Benavente y trabajaba en Zamora, otra de Zamora y trabajaba en Benavente. Ellas si lo sabían, tan bien como que por aquí tampoco abunda el trabajo, pero no las dejaron hacer nada. Mi lectura se la dedico a ellas.
23 septiembre, 2011 a las 11:31
Joder, Cybr, esa anécdota que cuentas le da toda la tristeza al micro. La burocracia aplastando a las personas.
Un abrazo con los ojos turnios,
PABLO GONZ
27 septiembre, 2011 a las 15:14
Pues casos parecidos al que cuenta Cybrghost hay muchos en la administración pública. Y los motivos por los que no los dejan cambiar de puesto seguramente serían desopilantes si no tuvieran tan tristes consecuencias.
27 septiembre, 2011 a las 17:01
Así la administración demuestra su poca elasticidad, y por tanto su dureza, y su fragilidad.
Abrazos desde aquí,
PABLO GONZ
23 septiembre, 2011 a las 1:11
Sabía que había un doble mío sufriendo mis sufrires y añorando mis añoranzas, ojalá por un momento, también compartamos dichas, orgasmos, risas y encuentros literarios que nos hagan cosquillas mentales
Uff!! y aún queda toda tu vida por leer !!
a por ella, un gusto que me gusta a cada rato, haberte encontrado. Saludos
23 septiembre, 2011 a las 11:32
Abrazos, Qymera: Compartiremos la literatura con guarnición de amistad. Gracias por venir,
PABLO GONZ
23 septiembre, 2011 a las 8:39
No sé si me ha gustado más el micro o tu comentario inmediato. Será que estos días le ando dando vueltas a la teoría de las cuerdas. ¿No seremos nosotros mismos los que estamos al otro lado, en el lado deseado, sin saberlo?
Me gustan tus reflexiones, pero me enganchan más tus micros. O tus microrreflexiones.
Un abrazo bifocal.
23 septiembre, 2011 a las 11:35
No le dés más vueltas a la teoría de las cuerdas porque es falsa. La verdad nunca es tan compleja como para necesitar darle vueltas: se entiende de frente.
Abrazos estrábicos,
PABLO GONZ
23 septiembre, 2011 a las 10:10
Me pasa como a Susana, me gustó mucho el micro pero tu comentario posterior es brutal. Cristalino.
Lamentablemente la vida está llena de círculos y de posibles vasos «compensables» sin comunicar. Y no sé ni cómo escribo con lo mal que me explico. Lo dejo 🙂
Besos
23 septiembre, 2011 a las 11:37
Pues todos esos desequilibrios se irán corrigiendo, te lo digo yo. ¿La razón? Una ley física que se llama la ley de la gravedad. Pueden pasar cien años, doscientos o tres mil pero al final lo más pesado queda abajo y lo más liviano arriba.
Besos multiversales (o sea más que estupendos),
PABLO GONZ
23 septiembre, 2011 a las 11:05
Exacto Pablo. Todos descontes con la crisis, todos fuera de nuestro entorno y habitad, todos extresados y de mal humor, cuando en el fondo todos deseamos tener untrabajo lo más cerca de donde nos hemos criado o donde vive nuestra familia. Esta crisis ha creado tal malestar en el ser humano y el ciudadano de a pie, que no tiene tiempo ni de pensar que está pasando, lo que el que mueve los hilos para que así sea, se enriquece más, se sube a su trono ymaneja la batuta a su antojo. ¡Es unverdadewro caos y los humildes y sencillos, si queremos comernos un cacho pan (porque los sueldos nodan pa mucho), tenemos que agachar las orejas y contestar: «Si Buana»,, no hay más!, creo yo…
Besicos muchos y me voy a la quinta puñeta a dar un taller mal pagado y recorriendo una carretera de peligro grande, porque la crisis así me lo impone si quiero trabajar algo, eso es lo que hay.
23 septiembre, 2011 a las 11:41
Los españoles siempre hemos sido un pueblo sufrido y sufriente. Y supimos conservar cierta alegría, algo así como una inconsciencia que nos permitió transitar por los siglos, fueran de Oro o de Hambre. Saldremos adelante, cueste lo que cueste, te lo garantizo.
Besazos forzudos,
PABLO GONZ
23 septiembre, 2011 a las 12:21
tengo que hablar con tttiv, que no ganamos para prozac y gasolina.
23 septiembre, 2011 a las 12:26
Si hay que elegir, prescinde del prozac.
23 septiembre, 2011 a las 19:43
No hay nada como ser infeliz en la patria chica donde transcurrió tu desdichada infancia, pero sucede que allí no ejercen camilleros, ni gaditanos ni cordobeses, desde hace veintiocho años (es evidente que tarde o temprano alguien nos debería formatear).
Un abrazo en bucle
26 septiembre, 2011 a las 11:48
A veces pasa que vamos demasiado deprisa y no tenemos tiempo ni siquiera de corregir nuestro rumbo.
Abrazos enormes,
PABLO GONZ
23 septiembre, 2011 a las 22:01
Fantástica manera de reflejar la asimetría que produce la simetría de los espejos. No sé si me explico. Tu oreja izquierda, en el espejo, corresponde a la oreja derecha de tu reflejo. Eso quiero decir: que hay situaciones aparentemente idénticas pero con matices que lo cambian todo. En este caso, además, hay que añadir la ironía dramática que tan bien trabajas. Nosotros que leemos sabemos más que los propios protagonistas, ignorantes de que un simple cambio colmaría el deseo de regresar a sus respectivas tierras. Por eso, porque sabemos más que ellos, nos duele más a nosotros. En resumen: muy buen micro, explorando las posibilidades de la experimentación formal.
Abrazos admirados (y un poco exhaustos después de este rollo macabeo que he soltado).
26 septiembre, 2011 a las 11:52
Nada de rollo, Iván: un comentario profundo, de esos que te son tan propios. Ojalá que los críticos que leyeron mis obras publicadas hubieran tenido la mitad de perspicacia que demuestran tus escritos. Esa sensibilidad es algo muy necesario y muy escaso en el panorama literario hispánico.
Un abrazo agradecido,
PABLO GONZ
24 septiembre, 2011 a las 21:54
Así es la vida. Falta comunicación. A mi me gusta la mujer de mi vecino y a mi vecino mi mujer. En tu interesante historia me gustaría saber que piensa la camilla, que anda de Córdoba a Cádiz y viceversa, y está ya enferma en el hospital
26 septiembre, 2011 a las 11:53
Joder, a mí también me gustaría saber lo que piensa la camilla. El problema es que las únicas camillas que hablan son las de los psiquiátricos.
Abrazos más o menos,
PABLO GONZ
25 septiembre, 2011 a las 5:46
Debería aplicarse un banco de datos para casos así.
26 septiembre, 2011 a las 11:54
Mientras tanto recurriremos a Facebook (digo yo).
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
26 septiembre, 2011 a las 15:44
Existe una figura llamada permuta y se solucionarìa el problema..
un saludo
fus
26 septiembre, 2011 a las 17:52
Lo difícil sería clara que lograran establecer contacto. Pero para eso está facebook.
Un abrazo, fus, gracias por venir.
PABLO GONZ
30 septiembre, 2011 a las 4:15
Lo dije antes y lo repito ahora: ¡Santos Retruécanos Batman!, nos haces acordarnos de lo estúpidamente fácil que acogemos y abrigamos la infelicidad en nuestras vidas. Me gustó por el patetismo.
30 septiembre, 2011 a las 4:16
Pd. ¡Gracias por recomendarme! n_n
30 septiembre, 2011 a las 12:04
Gracias a ti, Yun, por el comentario y por escribir tan hermoso. Para mí es un placer contribuir, aunque sea muy modestamente, a la difusión de lo que me parece buena literatura.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
9 octubre, 2011 a las 2:58
Típico. Nos jode la condición del otro. Pero se vive mejor no sabiéndolo.
Un abrazo,
Jéssica Vilardi.
10 octubre, 2011 a las 20:51
Un abrazo también para ti, Jess.
Cuidate mucho,
PABLO GONZ