Esta primavera en Valdivia está lloviendo menos (que en el invierno). ¡Con lo que a mí me gustaba la lluvia del sur en las canciones de Víctor Jara!
Bes@s más o menos,
P
y a todo esto me causa siempre mucha risa que los errores vengan con número: error 505 error 603 error 404 me da lo mismo el número sepanló (así con tilde) de una buena vez señores de google/ blogger
Saludos van, Pablo!
Habrá que buscar la lista correspondiente para saber qué leches quieren decir esos señores.
Recibidos, doña Sandra. Los veo y los doblo (como en el poker),
P
Es que hay que joderse, y más cuando la p**&%### palabra de verificación viene tachada y con manchas encima para que no la lea!
El «ojito» me ha encantado, Pablo, encima se pone chula la máquina ¿tu crees que será de Madrid?
Abrazos divertidos de lunes
Pablo, estas máquinas y su lenguaje nos vuelven locos. Con lo fácil que era lo de: «¿Quién va? Yo» Pero bueno dicen que es por la seguridad.
Un abrazo fuerte.
Pues yo creo que muchos son un castigo. Como si estuvieran leyendo lo que vamos a contar.
Ya escribes intimidao…te imaginas a un simpático que te ha visto y que te quiere vacilar.
Algunos al menos los puedes refrescar, pero otros es que te lo tienes que pensar.
Saludos.
Las máquinas hacen que se nos vaya la pinza y las manos llenas de deos que a veces bailan a su antojo, producen estas cosas, lalalalalalala.
Besicos muchos y cantarines.
jjajajaaa, qué bueno Pablo, XD
menos mal que tus posts son una de cal y otra de arena… no se me va de la cabeza aquella lista de cosas que la niña no podía olvidar, buff. Y hoy, sonrisas (y abrazos)
Es una vieja técnica psicológica que se llama el doble vínculo. Con una mano reparto risas, con la otra desgracia. La cosa es no dejar a la gente tranquila, ¿verdad?
Abrazos muchos,
P
En ese limbo de lo no verificado, mi querido igual cada día más; en ese espacio de infinita espera al que el olvido secuencial nos impele, entreveo jugoso ingrediente para que mi hermano preferido dé a luz cuento, micro, novela o lo que sus pudorosas partes decidan.
Inquiero: ¿No será Dios el código olvidado de un jodido programa del que sólo recibimos su eterno mensaje de error?
Jjajaja, qué bueno. Lo cierto es que a veces salen unas palabras, que pienso: yo creo que alguien las pone adrede. Y quién será que se dedica a buscar palabras? Porque es seguro que es así.
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
28 noviembre, 2011 a las 12:18
Esta primavera en Valdivia está lloviendo menos (que en el invierno). ¡Con lo que a mí me gustaba la lluvia del sur en las canciones de Víctor Jara!
Bes@s más o menos,
P
28 noviembre, 2011 a las 12:21
Pues yo creo que la he escrito fenomenal.
28 noviembre, 2011 a las 12:52
No le hagas caso a las máquinas. Fíjate la petulancia que hay en ese «mucho ojito».
Abrazos muchos,
P
28 noviembre, 2011 a las 12:26
¡Muy bueno jaja !!!!!!!
Neli 🙂
28 noviembre, 2011 a las 12:52
Gracias por tu risa, Neli. Nos ilumina a todos,
P
28 noviembre, 2011 a las 12:30
Jajaja…Ganas dan de poner una contestación así en las dichosas palabras de verificación.
Besos desde el aire
28 noviembre, 2011 a las 12:53
Pues nada, a probar (y a desahogarse).
Abrazos desde este chiste,
P
28 noviembre, 2011 a las 12:55
jajajaja viva la libertad de expresión incluso con las máquinas jajajajaja
saludillos
28 noviembre, 2011 a las 13:03
Saludillos, Puck. Se oye tu risa hasta aquí (a 11.000 kilómetros de distancia). Milagros de la técnica/imaginación.
Besos,
P
28 noviembre, 2011 a las 13:00
y a todo esto me causa siempre mucha risa que los errores vengan con número: error 505 error 603 error 404 me da lo mismo el número sepanló (así con tilde) de una buena vez señores de google/ blogger
Saludos van, Pablo!
28 noviembre, 2011 a las 13:05
Habrá que buscar la lista correspondiente para saber qué leches quieren decir esos señores.
Recibidos, doña Sandra. Los veo y los doblo (como en el poker),
P
28 noviembre, 2011 a las 13:13
Es que hay que joderse, y más cuando la p**&%### palabra de verificación viene tachada y con manchas encima para que no la lea!
El «ojito» me ha encantado, Pablo, encima se pone chula la máquina ¿tu crees que será de Madrid?
Abrazos divertidos de lunes
28 noviembre, 2011 a las 13:39
Seguro que las piezas son chinas (o chinitas) pero que la han montao en Chamberí, amos, pues qué quies que te diga.
Abrazos tipo sí pí,
P
28 noviembre, 2011 a las 13:44
Pablo, estas máquinas y su lenguaje nos vuelven locos. Con lo fácil que era lo de: «¿Quién va? Yo» Pero bueno dicen que es por la seguridad.
Un abrazo fuerte.
28 noviembre, 2011 a las 14:53
Ojalá que con la excusa de la seguridad no sigan aterrorizándonos porque al final nos van a meter miedo.
Un fuerte abrazo, Nicolás.
P
28 noviembre, 2011 a las 15:12
¡Ah! y encima se permite replicar algo que dice ser ERROR 603 ¡Pues vaya!
Besitos
28 noviembre, 2011 a las 16:25
Es que aunque sea tan chula, no deja de ser una máquina.
Besos muchos,
P
28 noviembre, 2011 a las 18:58
esa es mi contraseña del facebook
28 noviembre, 2011 a las 20:29
La mía es «caralibro»
28 noviembre, 2011 a las 19:27
Pues yo creo que muchos son un castigo. Como si estuvieran leyendo lo que vamos a contar.
Ya escribes intimidao…te imaginas a un simpático que te ha visto y que te quiere vacilar.
Algunos al menos los puedes refrescar, pero otros es que te lo tienes que pensar.
Saludos.
28 noviembre, 2011 a las 20:30
Castigo, intimidado, pensar… Todo eso nos viene de las máquinas en cuanto nos descuidamos un poquito.
Abrazos de carne y hueso,
P
28 noviembre, 2011 a las 21:01
Las máquinas hacen que se nos vaya la pinza y las manos llenas de deos que a veces bailan a su antojo, producen estas cosas, lalalalalalala.
Besicos muchos y cantarines.
28 noviembre, 2011 a las 21:13
¡Cuánta alegría, Nani! Que disfrutes mucho de ella.
Abrazuelos, mujer.
P
28 noviembre, 2011 a las 22:31
Si te lo piensas bien, no tiene tanta gracia. ¡Que eso del código ocurre de verdad, eh!
29 noviembre, 2011 a las 17:41
Vaya, cualquier chiste, si te lo piensas bien, no tiene demasiada gracia. 😉
Abrazos simples y llanos,
P
28 noviembre, 2011 a las 23:46
Uno que le gustan las verificaciones esas como a mi. ¡Que tomen nota los que las ponen!
29 noviembre, 2011 a las 17:42
Me pregunto quién inventará esas palabrejas. O si serán generadas por ordenador.
Abrazos del tipo vaya usted a saber,
P
29 noviembre, 2011 a las 9:47
jajjajajajjajaa
A veces las verificaciones tienen estos caprichos.
Irónico total.
Un saludo indio
29 noviembre, 2011 a las 17:43
Celebro tu risa indígena con este abrazo agradecido,
P
29 noviembre, 2011 a las 11:33
Que sin cabeza soy!!!! Perdona mi error y recibe abrazos MUY sentidos !!!!
29 noviembre, 2011 a las 17:43
Se reciben y se aprecian, querida Marie-Claude. Ya me aclararás a qué error te refieres.
Beso,
P
29 noviembre, 2011 a las 12:00
jjajajaaa, qué bueno Pablo, XD
menos mal que tus posts son una de cal y otra de arena… no se me va de la cabeza aquella lista de cosas que la niña no podía olvidar, buff. Y hoy, sonrisas (y abrazos)
29 noviembre, 2011 a las 17:44
Es una vieja técnica psicológica que se llama el doble vínculo. Con una mano reparto risas, con la otra desgracia. La cosa es no dejar a la gente tranquila, ¿verdad?
Abrazos muchos,
P
29 noviembre, 2011 a las 17:14
Buena crítica a los códigos largos.
29 noviembre, 2011 a las 17:45
Abrazos lacónicos, don Carlos.
P
29 noviembre, 2011 a las 17:46
Ya sabía yo que hice bien eliminando las palabras de verificación de mi blog.
Muy bueno, Don Pablo. Llevo riéndome un rato largo.
29 noviembre, 2011 a las 18:12
Pues ya mereció la pena escribir este chistecillo.
Abrazos fuertes,
P
30 noviembre, 2011 a las 11:16
En ese limbo de lo no verificado, mi querido igual cada día más; en ese espacio de infinita espera al que el olvido secuencial nos impele, entreveo jugoso ingrediente para que mi hermano preferido dé a luz cuento, micro, novela o lo que sus pudorosas partes decidan.
Inquiero: ¿No será Dios el código olvidado de un jodido programa del que sólo recibimos su eterno mensaje de error?
UNABRAZOYPARECEQUEESTEAÑONOQUIERENEVARYAVEREMOSCOMOVALATEMPORADA.
30 noviembre, 2011 a las 13:44
PODRIASERQUIENSABEQUERIDOHERMANOGEMELOGENDEMISGENESYCROMOSOMADEMISCROMOSOMAS. P.
1 diciembre, 2011 a las 16:17
Me encanta ja ja ja ja Es muy bueno. Ja ja ja
1 diciembre, 2011 a las 18:58
Lo bueno es tu risa, Manuel.
Abrazos enormes,
P
6 diciembre, 2011 a las 7:37
Jjajaja, qué bueno. Lo cierto es que a veces salen unas palabras, que pienso: yo creo que alguien las pone adrede. Y quién será que se dedica a buscar palabras? Porque es seguro que es así.
Un saludo
6 diciembre, 2011 a las 17:52
O a lo mejor son palabras generadas automáticamente, vaya usted a saber. En todo caso, lo que cuenta es tu risa. Así que…
Un fuerte abrazo,
P