“LA SALIVA DEL TIGRE” SE VA DE VIAJE
21 diciembre, 2011
Estimad@s tod@s:
Quiero compartir con vosotros algo que me produce mucha ilusión. Voy a liberar veinticinco ejemplares de La saliva del tigre. La idea es que ellos viajen por todo el mundo repartiendo mis palabras, así que junto al sello que se reproduce más arriba he inscrito lo siguiente: “LLÉVAME CONTIGO, LÉEME Y LUEGO DÉJAME EN ALGÚN LUGAR PÚBLICO PARA QUE OTROS TAMBIÉN PUEDAN LEERME.”
Un abrazo emocionado,
PABLO GONZ
21 diciembre, 2011 a las 11:54
Ayer quise liberar el primero en un cine pero se me olvidó. Hoy liberé uno en un cuarto de baño. Ojalá que hagan de él un uso digno. Creedme si os digo que me dio pena despedirme de él: le dije «buen viaje, compañero» y me marché rapidito.
Un fuerte abrazo a tod@s,
P
21 diciembre, 2011 a las 12:00
Conozco la iniciativa pero… lamentablemente no he encontrado ningún libro aún. Quizás, el tuyo, después de cruzar el charco…
21 diciembre, 2011 a las 12:08
Cada vez se habla más de los libros liberados y un día empezarán a salir a la luz.
Un fuerte abrazo, Luisa.
P
21 diciembre, 2011 a las 12:20
Me parece una idea estupenda, yo estaría súper nerviosa si fuera mío 🙂 Lo que no sé si soportaría sería la incertidumbre de no poder saber dónde anda y qué reacciones provoca. Tal vez la próxima vez se pueda añadir una dirección electrónica o algo donde el que quiera contar su experiencia: dónde lo encontró, qué hizo con él, dónde lo dejó… como una enorme cadena que queda reflejada.
21 diciembre, 2011 a las 12:24
Añadí la dirección electrónica y pedí que me informaran sobre su recorrido. Vamos a ver si alguien lo hace.
Un abrazo nerviosito,
P
21 diciembre, 2011 a las 12:20
Si te gusta la idea puedo liberar los dos que tengo tuyos (la saliva del tigre y pasión de octubre). La saliva del tigre la releo parcialmente de vez en cuando, pero podemos hacer un canje: me envías el pdf y yo libero el físico. Ya me dirás.
Por cierto, que parece esto un intercambio de presos.
Abrazos.
Hugo.
21 diciembre, 2011 a las 12:27
Lo que sea tu gusto, Hugo. El PDF te lo envío de todas maneras. Y va con «Experto en silencios», otra novelita mía a la que le tengo mucho cariño.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 12:41
Buen viaje para todos.
Abrazos de bienvenida
21 diciembre, 2011 a las 13:02
Gracias, en tu nombre.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 13:05
Enhorabuena de antemano por la acción, por liberar estos libros, ojalá me llegara a mi…
Decirte, en voz baja, que hace un tiempo liberé umos folletillos con algunos micros míos con la misma intención y además que los lectores pudieran dejar constancia del encuentro en blog específico para ello.
Un saludo indio
21 diciembre, 2011 a las 13:17
Y, ¿cómo te fue? ¿Hubo alguna respuesta?
21 diciembre, 2011 a las 13:25
Lamentablemente no, aunque ahora me has devuelto las ganas de probar nueva fortuna.
Me haría tanta ilusión que alguien contestara, con un lo encontré aquí o allá…
Ya te diré, ya contarás tu experiencia.
Un saludo indio
21 diciembre, 2011 a las 14:05
Pues entonces seguramente a mí me pasará lo mismo. Bueno, todo esto forma parte de aquello en lo que no podemos influir. Cumplimos con acercar nuestra literatura a los demás. A partir de ahí… la vida.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 13:18
Ya te dije que me parecía excelente la iniciativa. Ojalá llegue a esta Andalucía hoy con muxo frío.
Besicos muchos.
21 diciembre, 2011 a las 14:06
El próximo que suelte lo voy a programar. Le voy a decir «Nani, Nani, Nani.» Por cierto, si te llega, no me lo cuentes porque me cago.
Un abracito,
P
21 diciembre, 2011 a las 14:09
Buen viaje tengan tus libros, si dejas unos en aerolíneas , por medio de darlos a pasajeros, sería interesante que también tengan tu dirección en red donde contestarte quienes lo vayan leyendo, y así sería interesante ver el rastro que toma el viaje, aunque siempre llega alguien de personalidad acumuladora que acabará apilándolo entre millones de objetos varios, ya hasta hasta hay programas de tele mostrando a personas que terminan siendo sitiados por objetos en su propia casa, pero ésto queda como tema para un infinito; dicen que estamos siendo sepultados entre tanto deshecho industrial. Al paso que vamos un día lloverán refrigeradores y lavadoras cortesía de quienes han creado el basurero espacial.
21 diciembre, 2011 a las 14:13
Bueno, cada libro tendrá su vida y su viaje. Supongo que no tendré noticias de ellos pero si alguna vez me llegan, será una gran alegría.
Abrazos fuertes,
P
21 diciembre, 2011 a las 14:22
Preciosa idea,. No estamos tan lejos, ojalá me llegue uno sería una gran emoción. Brindo porque tengan larga y fructífera vida.
Un abrazo colmado de esperanzas, Pablo
21 diciembre, 2011 a las 14:27
Gracias, Patricia. Vamos a ver qué pasa. De momento comienzan a viajar. El segundo lo soltaré dentro de una hora, más o menos. Voy a hacer una llamada telefónica y me lo dejaré «olvidado» en la cabina.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 14:38
Me alegro por tí, hacer ese tipo de cosas debe dejarle a uno una sensación estupenda, quizás algún día-primero tengo que acabar de escribirla-te emule liberando ejemplares de mi novela.
Hace poco estuve en New York, y en un banco de Central Park encontré un libro escrito en portugués, tras hojearlo y dado que no tengo ni idea de esa lengua, lo dejé de nuevo esperando un lector.
Un abrazo y suerte para tus libertos.
21 diciembre, 2011 a las 14:44
Bien, mis libros seguramente encontrarán compañeros de viaje. Se comentarán sus aventuras, los lugares que visitaron, las personas a las que hicieron reír o llorar. En fin, se trata de sembrar.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 15:34
Qué idea más grandiosa Pablo, me encanta.
Les deseo mucha fortuna y que caigan en buenas manos tus libros liberados.
Abrazos
21 diciembre, 2011 a las 16:31
Ya he liberado tres: uno en un baño, otro en una cabina, el tercero en un restaurante. Supongo que los ladrones se sienten como yo cuando logran salir del local donde han robado sin que nadie se dé cuenta. A ver si con esto me hago cleptómano. Estaría del 10.
Abrazos muchos,
P
21 diciembre, 2011 a las 15:37
Por cierto creo que lo que has hecho se llama bookcrossing, la gente lo hace con libros que le han gustado. Quizá seas el primero en hacerlo con sus propios libros.
21 diciembre, 2011 a las 16:32
Que va. Esto de liberar libros se hace desde hace mucho tiempo. La primera vez que lo vi yo fue en Santiago: unos chavales llegaron a una librería absolutamente emocionados. Acababan de liberar ejemplares de sus libros en un parque cercano. Hacía mucho tiempo que no veía tan radiante la emoción por la cultura.
Más abrazos, Rosana.
P
21 diciembre, 2011 a las 16:01
Tengo un primo que hace muchos años me confesó: «A veces cojo un huevo del frigorífico y lo tiro por la ventana».
-¿Y qué pasa luego? -le pregunté.
-No sé. No sé. Ahí está la gracia.
De acuerdo, Pablo. Esto no es lo mismo, aunque no faltarían analogías…
En fin, si encuentro un libro tuyo te avisaré en cuanto acabe de llorar.
Yo tengo dos ediciones diferentes de «Los hijos de León Armendiaguirre». Tal vez un día me haga el sueco.
Abrazos olvidadizos.
Gabriel
21 diciembre, 2011 a las 16:34
Un consejo: secuestra a tu primo y enciérralo en una cabaña. No lo sueltes hasta que te cuente cincuenta historias como esa. Editas el libro y te forras. Mi comisión es una cenica en Pompaelo.
Abrazos muy felices de tenerte por aquí.
P
21 diciembre, 2011 a las 16:59
Un idea estupenda que funciona por aqui desde un cierto tiempo. Puedo compartir mis lecturas con los demas, pero nunca seré capaz de «abandonar» en cualquier sitio un libro mio…Tengo una verdadera historia de amor con los libros, el olor, el sonido de la paginas, la textura….el papel.. ¿es grave, Doctor?
21 diciembre, 2011 a las 17:13
Lo bonito de los libros es que son vehículos. Me daría pena tener una bicicleta encerrada siempre en el garaje. Contra el fetichismo, te recomiendo el desapego.
Abrazos enormes,
P
21 diciembre, 2011 a las 17:06
¿Cómo no? Tú siempre innovando con tus geniales ideas.
De un modo u otro, tu nombre pasará a formar parte de la historia universal….Lo que no sé aún es en qué ámbito y no creas que no me pica la curiosidad.
Feliz navidad austral.
21 diciembre, 2011 a las 17:15
Me limito a imitar algo que vi, querida amiga. Te agradezco, como siempre, tus palabras de ánimo. Sabes que las necesito más que el agua.
Miles de abrazos australes (los boreales te los daré pronto),
P
21 diciembre, 2011 a las 17:14
Enhorabuena Pablo, una iniciativa muy atractiva!
21 diciembre, 2011 a las 17:16
Gracias, Luis. Estoy haciendo otro humilde aporte a la parte heterodoxa de la literatura. A lo mejor un día te va a tocar escribirla.
Abrazos fuertes,
P
21 diciembre, 2011 a las 17:54
Saludo tu idea. Que las letras vuelen libres y en pelotas por el mundo.
Besos payasos.
21 diciembre, 2011 a las 18:38
Eso, que vuelen libres, o sea, en pelotas.
Besos hermanos, don Kum.
P
21 diciembre, 2011 a las 18:31
Conozco la idea y siempre pienso que voy a tener suerte y encontrarme alguno, hasta ahora no. Vamos a ver si hay suerte y cruzan el charco alguno de los tuyos, te avisaré, el problema será a la hora de volver a soltarlo, eso me cuesta mucho.
Besitos
21 diciembre, 2011 a las 18:40
Bueno, que cueste mucho no quiere decir que sea imposible. Vamos a ver si podemos recuperar a través de estas iniciativas aquello de la propiedad colectiva.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 18:59
¡Qué emoción! Lo mejor sería que quienes los encontraran se pusieran en contacto contigo y se dieran a conocer. Que no es cotilleo, no, es saber hasta dónde han llegado y en qué manos están.
Abrazos con tapas de libro viajero.
21 diciembre, 2011 a las 19:07
A ver si alguno responde. De momento los libros van con dirección de correo por si a alguno se le ocurre. En teoría puede suceder pero luego la desidia de la gente es grande. Lo contrario sería una agradable sorpresa.
Un abrazo demente, Lola.
P
21 diciembre, 2011 a las 19:27
Alguno he liberado…Pero yo no me he encontrado ninguno.
Espero que tus palabras recorran el mundo libres y felices.
Te deseo unos días llenos de sonrisas y besos, y te envio los míos como siempre desde el aire
21 diciembre, 2011 a las 19:43
Muchas gracias, Rosa. Espero que tengas unas fiestas muy buenas y que todo te sonría.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 19:58
Si algún día me cruzo con uno de ellos se me va acelerar mucho el corazón, lo sé.
Un abrazo, abrazo, Pablo
21 diciembre, 2011 a las 20:52
Espero que no se te acelere el corazón totalmente. Podría ser perjudicial para tu salud. 🙂
Abrazo fuerte,
P
21 diciembre, 2011 a las 20:32
Confiésalo, Pablo, esto lo haces sólo por llevarle la contraria a Lucía Etxeverría.
La iniciativa de los libros liberados me parece genial. Nunca he encontrado ninguno, pero me he prometido que de hacerlo, liberaría alguno de los míos (me refiero míos de haberlos comprado).
Un abrazo liberado.
21 diciembre, 2011 a las 21:01
Pues nada, a liberar se ha dicho. Con ello contribuímos a la libertad del mundo.
Sobre Lucía, ella tendrá sus razones para tomar la decisión que ha tomado, pero ser pirateado es una putada, lo mismo que ser plagiado. Si entramos a analizar las causas que han provocado la avalancha de odio que ha tenido que soportar esta mujer, me parece que hay mucho de esto: «¿Cómo es posible que ella, con todo lo que ganó con el Premio Planeta, aún se queje por unas pocas descargas?» Te recuerdo que fueron 601.000 euros en el año 2004.
En fin, habría mucho que hablar sobre el particular.
Un fuerte abrazo,
P
21 diciembre, 2011 a las 23:56
Pablo, espero que cada uno de ellos pueda dar la vuelta al mundo y luego te cuenten como les ha ido.
Suerte y a expandirse.
Un abrazo fuerte.
22 diciembre, 2011 a las 18:06
Yo también espero eso (porque hay que esperar lo mejor). Desde lo realista pienso que quizás un día tendré noticia de uno de ellos, quizás peregrino por los Estados Unidos o Senegal. Me haría mucha ilusión.
Un abrazo elevado al cubo,
P
22 diciembre, 2011 a las 8:37
Buen viaje para ellos!!!!! ya nos contarás sus peripecias si llegas a conocerlas o inventarlas. Me has recordado algo que escribí hace tiempo precisamente por tu culpa jeje
http://www.losjardinesdepuck.blogspot.com/search/label/bookcrossing
Feliz Ranidad!!!
22 diciembre, 2011 a las 18:09
Joder, lo que son las mentes lentas. Desde octubre del 2010 hasta diciembre del 2011, mira si no habré tenido tiempo para pensarlo, ¿eh?
Abrazos partidecúlidos (esa ¡feliz ranidad! me vence),
P
22 diciembre, 2011 a las 15:29
Libertad…de escribir, pensar, hablar y compartir…. Gracias, Pablo. Abrazos libres!!!!!!
22 diciembre, 2011 a las 18:10
Los abrazos libres de un francés (o una francesa, en tu caso) valen más que otros.
Vive la vie!
P
22 diciembre, 2011 a las 15:39
Yo encontré una vez un libro paseando por un paseo marítimo. Estaba solo y abandonado. Pensé «¡Un libro liberado! y me lo llevé. Cuando empecé a hojearlo me encontré el sello de la biblioteca del pueblo y la cartulina con las fechas. Así que más tarde fui y lo devolví (eso sí, después de leerlo 🙂
Buena idea, Pablo. Aquel que se encuentre un libro tuyo saltará de alegría.
Un abrazo.
22 diciembre, 2011 a las 18:11
Seguramente era un libro fugado, que también los hay. En este caso, fue a ver el mar, el pobre. A lo mejor yo no lo hubiera devuelto.
Abrazos enormes,
P
23 diciembre, 2011 a las 8:52
Una iniciativa estupenda, Pablo. Además va a contracorriente de la mecánica bloguera: te despreocupas totalmente de su destino y respuesta. No está mal, como decía Saint-Exupéry, volverá.
Aprovecho para desearte feliz Navidad. Abrazos.
23 diciembre, 2011 a las 11:56
Feliz Navidad también para ti, Susana. En realidad sí me preocupé de dejar abierta una vía para el retorno de información pero supongo que no pasará nada. En todo caso, lo único que hago es favorecer el instinto natural de los libros que les empuja irremisiblemente a la dispersión.
Abrazos muchos,
P