LA SALIVA DEL TIGRE/74
18 enero, 2012
LAST MINUTE FLIGHT
Monté en mi alfombra mágica y volé, volé, volé sobre estepas borrachas de antílopes, bosques de fulgurante verdor, oceános oscuros de misterio. Y al amanecer, ella, con relativa brusquedad, estacionó a los pies de mi cama.
PABLO GONZ
18 enero, 2012 a las 8:18
Y que tengan un feliz miércoles.
Abracérrimos,
PABLO GONZ
18 enero, 2012 a las 9:21
Una buena forma de hacer turismo, sobre todo barata. Conste que te lo digo porque yo -de vez en cuando- también lo practico.
Abrazos soñadores.
18 enero, 2012 a las 10:28
Abrazos oníricos, Paloma. Y gracias por tu comentario,
P
18 enero, 2012 a las 10:58
Bello viaje, lástima el aterrizaje brusco. Habría sido ideal un despertar de esos que se prolongan muchos minutos.
18 enero, 2012 a las 12:18
El aterrizaje brusco era necesario pues el viajero solía dormir encima de la cama.
Un abrazo,
P
18 enero, 2012 a las 11:46
Pablo, un buen viaje mágico que no hace las delicias de todos. Quizás hay personas que no les gusta el alcohol ni los sueños que ellos producen.
Me gustó tu trayecto entre bosques y océanos.
Un fuerte abrazo.
18 enero, 2012 a las 12:18
Gracias por tu atenta lectura, Nicolás, y por tu comentario.
Te mando un fuerte abrazo también,
P
18 enero, 2012 a las 11:49
No es malo eso de los vuelos controlados. Quién sabe dónde se puede llegar a parar sin ancla.
Abrazos vespertinos, que ya vendrán madrugadas…
18 enero, 2012 a las 12:20
La literatura es un buen lugar para moverse sin anclas. Luego, en la vida que ésta representa, las anclas son necesarias (siempre en su justa medida, claro).
Abrazos del cordero (justo antes de comer),
P
18 enero, 2012 a las 12:33
¡Quiero una alfombra mágica!!! Muy bueno, como siempre.
Un saludo enorme a todos.
Neli 🙂
18 enero, 2012 a las 14:34
Te la mandaría con gusto pero no la encuentro. Ha debido de salir a volar un rato.
Abrazos fuertes, como siempre.
P
18 enero, 2012 a las 13:12
Bueno, al menos no fuiste tú quién aterrizó en el sofá con una almohada.
18 enero, 2012 a las 14:35
Y eso que me puse (como siempre cuando escribo) en la piel del personaje. Pero sí, no es lo mismo.
Abrazos máiticos,
P
18 enero, 2012 a las 16:57
Me encanta este viaje… yo soy una viajera onírica y me encanta volar en la alfombra mágica!
Un abrazo de azul misterio
18 enero, 2012 a las 16:58
Pues bienvenida abordo. Acomódese y disfrute del viaje. No hay islas en nuestro trayecto (por si acaso lo digo).
Abracísimos,
P
18 enero, 2012 a las 17:22
Esos sueños recurrentes en los que puedes hacer lo que todo ser humano ha deseado siempre: volar, son tan placenteros que deberían estar prohibidos los despertares bruscos.
Abrazos de ensueño.
18 enero, 2012 a las 17:25
A veces (y quizás es el caso de este sueño) la historia dura horas pero se produce en segundos, en el tiempo que uno tarda en caerse de la cama.
Un abrazo furibundo cuando menos,
P
18 enero, 2012 a las 19:15
Pues a los pies de tu cama estará en la noche siguiente.
Felices viajes, Pablo 🙂
Un beso grandote
18 enero, 2012 a las 22:25
También para ti, Patricia.
Cuidate mucho,
P
18 enero, 2012 a las 20:17
Un viaje con final feliz.
Gran micro, Don Pablo.
Abrazos
18 enero, 2012 a las 22:26
Sí, desde el momento en que no se partió el cuello, todo bien.
Abrazos fuertes,
P
18 enero, 2012 a las 22:15
Un aterrizaje brusco… como para pensarse volver a volar…Aunque despues de las maravillas del viaje, tal vez haya que poner el la balanza los contra y los pros.
Besos mediterráneos.
18 enero, 2012 a las 22:27
Yo supongo que soñar siempre es positivo, por eso lo hacemos de modo inconsciente.
Abrazos puramente madrileños,
P
19 enero, 2012 a las 17:03
La infinita ligereza del sueño, opuesta a la pesada realidad…..con suerte, el aterrizaje està muy adaptado!!!! Abrazos mediterràneos….
19 enero, 2012 a las 17:19
Abrazos ligeros, reales, adaptados, meseteños…
Y un beso,
P
19 enero, 2012 a las 18:50
Saludos y gracias
19 enero, 2012 a las 21:15
De nada, Mariaarte.
Un abrazo,
P
19 enero, 2012 a las 21:14
Es la mejor manera de conocer distientos lugares y si además, se presenta el amor o la que esperas, así de sopetón, muchísimo mejor, ¿no?
Besicos muchos.
19 enero, 2012 a las 21:16
El sueño es un espacio tradicional donde enamorarse. De hecho hay veces que no se sale de ahí.
Un beso enorme,
P
20 enero, 2012 a las 7:27
Siempre hay un despertar: pero queda la misión de narrar la experiencia.
Devuelvo tu amable visita a La Acequia, en la que espero hallarte siempre que lo desees.
20 enero, 2012 a las 8:13
Se hará, se hará. Muchas gracias por tu comentario, Pedro.
Abrazos,
P
21 enero, 2012 a las 14:07
-dónde has estado? -ella, desde su lado de la cama.
-en todas partes -él-. y tú?
-a mi alfombra la paralizan de miedo a volar tus ronquidos.
21 enero, 2012 a las 15:11
Y sin embargo las alfombras voladoras roncan, como cualquier otro artefacto volador.
22 enero, 2012 a las 3:04
Las queremos aunque no entendámos porqué están tan enojadas con la vida.
22 enero, 2012 a las 10:40
Un fuerte abrazo, Carlos.
P
22 enero, 2012 a las 20:43
Pues es preferible despertar a los pies de la cama aunque sea brucamente, que en pleno vuelo y sin poder aterrizar.
Abrazos.
23 enero, 2012 a las 7:48
Ahí tienes un cuento de terror.
Abrazos,
P
25 enero, 2012 a las 4:54
Así de copiosos y fantásticos deberían ser todos los sueños.
25 enero, 2012 a las 8:39
Y que luego se hagan realidad, aunque sea al 10%
Abrazos corderos,
P
25 enero, 2012 a las 19:04
Brusco aterrizaje a la realidad, pero así se recuerdan mejor los sueños… Sueña siempre, Pablo
26 enero, 2012 a las 8:40
Lo intentaré, Puri. Muchas gracias por tus palabras.
Besos,
P
8 febrero, 2012 a las 16:25
Muy placentero mi viaje por tu blog, te envio todos los abrazos que se quedan sin plasmar con letras. Besito.
8 febrero, 2012 a las 17:28
Gracias, Rosio: sigo respondiéndote más arriba.
Abrazo fuerte,
P