PARÍS MONUMENTAL (2 de 3)
14 marzo, 2012
No se condecía con la aparatosidad de aquel corpachón que se desbordaba más allá del asiento y también por la ventanilla. Sus manos, muy hábiles en el cambio de marchas y en los giros –el volante iba cubierto con una funda de plástico marrón con taquitos–, eran globosas pero de dedos ahusados y uñas finas. Los brazos, aunque de forma grácil, eran más gordos que mis piernas e iban embutidos en una camiseta de color negro con símbolos incomprensibles, quizás de grupos heavies o de sectas satánicas. Recuerdo que temblaban un poco con cada bache y que los recubría un vello muy fino y lacio. «Parece como si se los peinara», me dije. Y entonces sospeché que se trataba de una mujer.
14 marzo, 2012 a las 12:36
Ni que decir tiene que, para afrontar este texto, recomiendo la relectura de la parte 1. El desenlace, por fin, el viernes, ya desde Chile.
Besiños,
P
16 marzo, 2012 a las 5:58
Ah, perdona. Pues voy a eso…
14 marzo, 2012 a las 13:23
Una narración esplendida, me gustan como describes al taista…No he encontrado condecía en ningún diccionario.
Besos desde el aire
14 marzo, 2012 a las 21:33
Gracias, Rosa. Condecía es de «condecir». Aquí sí lo encuentras http://buscon.rae.es/draeI/
Besos enormes,
P
14 marzo, 2012 a las 13:23
Uff. Cualquiera le mira la cara.
14 marzo, 2012 a las 21:34
Hay que tener valor. En este caso vale un valor ficticio, que puede considerarse la antesala del real.
Abrazos fuertes,
P
14 marzo, 2012 a las 14:00
Pablo, la historia promete. Ahora queda la espera para descubrir el desenlace. Yo ya voy especulando sobre los finales posibles, pero los guardo, no vaya a destripar el relato.
Muy bueno y cuidado con los taxistas.
Abrazos.
14 marzo, 2012 a las 21:35
El viernes se producirá el desenlace. Cuidado con las expectativas.
Abrazotes,
P
14 marzo, 2012 a las 14:31
Me quedo enganchado a la espera del 3/3, que si las matemáticas no fallan, hace 1.
Un abrazo calculador, Don Pablo.
14 marzo, 2012 a las 21:35
El viernes, el viernes…
Un abrazo enorme,
P
14 marzo, 2012 a las 14:45
Hola de nuevo, he leído los dos y me quedo en espera, intrigada por cierto, del tercero. A ver si acierto con mis elucubraciones.
Buen viaje.
Un abrazo bajo los efectos del decalaje horario que muy pronto sentirás tú también.
14 marzo, 2012 a las 21:36
Lo bueno de este sistema es que da tiempo para formular muchas elucubraciones.
Gracias por tus buenos deseos, Paloma.
P
14 marzo, 2012 a las 16:06
Pues te espero junto con estos amigos, se está bien por aquí ¿camarero, digo taxista, me pone una de … ?
Abrazos tuyos, Pablo
14 marzo, 2012 a las 21:37
De lo que usted quiera, señora. Por ejemplo, un helado de chocolate, ¿le parece bien?
Abrazuelos,
P
14 marzo, 2012 a las 18:48
Ya estoy enganchada a esta historia por capítulos… Me gusta como describes al/la taxista (ya lo desvelarás en la siguiente entrega) Me hizo recordar a mi profesora de la autoescuela (como olvidarla, di con ella casi treinta clases jajaja)
Buen viaje, Pablo. Un saludo.
14 marzo, 2012 a las 21:39
Ya pronto el desenlace, ¿acorde con las expectativas? Quizás sí, quizás no. Es mi riesgo como autor y el tuyo como lectora.
Besazos fuertes,
P
15 marzo, 2012 a las 10:20
Pendiente del desenlace y compartiendo obsesión temporal por el transporte público, aprovecho la ocasión para enviarte abrazo contundente y breve estado de cuentas familiar: te sigo y te leo con fruición, pero te escribo poco por exceso de trabajo y falta de la debida concentración.
Quedo a la ansiosa espera de la familiar cena de Navidad .
15 marzo, 2012 a las 11:02
¡Qué no daría yo por una cena familiar entre nieves azules, fuegos rojos y conversaciones amarillas!
Abrazos del tipo ya llegará, gemelo ¿o siamés? de mi corazón,
P
15 marzo, 2012 a las 13:20
Qué buen final para la segunda parte del principio… Cuántos se habrán hecho una pregunta parecida.
Abrazo recidivante
15 marzo, 2012 a las 22:15
Que se acepta con la alegría acostumbrada.
Cabezazos cortazarianos, amigo Gabriel.
P
15 marzo, 2012 a las 19:17
¡ahhh¡ qué bueno. Sigo leyendo lo anterior.
15 marzo, 2012 a las 22:15
Y mañana ya termino, lo prometo.
Beso,
P
15 marzo, 2012 a las 23:10
Aquí estoy imaginando posibles finales, bueno, mañana… pero mañana ¡eh!
Besitos
16 marzo, 2012 a las 14:00
Nada de mañana, hoy, dentro de unos segundos…
Besos,
P
16 marzo, 2012 a las 6:07
Esta es la tercera parte de mi comentario a tus dos terceras partes del relato:
Pues mira tú, Pablo, que esta segunda parte podría funcionar como indempendiente. Y me parece de un humor muy fino.
Ya está, este es el comentario. Me espero hasta la tercera parte tuya para hacer yo la cuarta de lo mío.
3/4 de abrazo.
16 marzo, 2012 a las 14:00
Hasta dentro de unos segundos,
P