No olvidemos que los que no lograron ser profetas en su tierra muchas veces tampoco lo fueron en el extranjero.
Abrazos cabreadillos con el mundo,
PABLO GONZ
Tienes razón, no se porque se me vino eso a la cabeza.
Ya veo que estas cabreadillo con el mundo (Fb), ya somos dos y parece que el arreglo no tiene buena pinta, ¡es una verdadera leche!!
Pero te dejo besicos pa relajarnos.
Yo optaría por la dosificación, ¿no? Ni todo serenidad ni todo locura: algo así como un estado intermedio o una alternancia que nos permitiera lograr una saludable textura.
Abrazos vagabundos,
PABLO GONZ
Evidentemente.
A veces, sólo a veces, el hombre no está muerto cuando la idea triunfa y además es listo, sólo entonces es EL el que se hace rico.
Por eso hay tan pocos ricos.
Un saludo
Cierta vez alguien me dijo ‘Si me volví loco fue a conciencia’ Me pareció un ejemplo a seguir aún cuando quien me lo dijo no había triunfado. Y esto soy, otra más en la fila de los locos.
Sin embargo los besos que envío a los amigos, por ser amigos, llegan serenamente equiibrados.
Ayer apunté una cita de William Blake, ese genial precursor del surrealismo. Dice algo así como:
«El hombre que persiste en su locura, alcanza la sabiduría».
Estamos en el buen camino, Patricia.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Pablo, no sé si leíste lo de los planetas exo.. exo… exoplanetas. Pensé en ti y tus ideas, y me dije a mi misma «esto seguro que Pablo ya lo sabía»
Y seguro que te hubieran tratado de loco hasta ayer mismo o anteayer, no sé de cuando es la noticia. Y mira, no era tal locura, verdad?
Bueno, pues un abrazo loco loco
Con la diferencia de que los locos absolutos tenemos millones de ideas locas. Entonces alguna por p casualidad triunfa.
Abrazos de tipo tristón,
PABLO GONZ
O no huir, a veces, simplemente aceptar. En días pasados, en una conferencia, alguien me dijo que, aunque sus ideas eran un poco locas, él, pese a los años que lo acompañaban había aprendido a seguir el siguiente método ante una idea aceptada o no, según él: Sonreír, aceptar y orar. Y pienso que, si sonríes, ya te habrás dado el regalo (no el consuelo) a tí mismo (ser único, principal e importante en este extraño universo), segundo, si aceptas que tu propuesta puede gustar o no, tu idea, lo que desees obsequiarle al mundo, ha salido de tí, y punto. Y finalmente, a tu estilo, el que cada uno pueda adoptar de orar, meditar, en fin, te llevará a ver que, si has seguido los dos primeros, digamos métodos (espero no enfadar a los expertos, o sea a los filósofos por mi aproximación, mejor ejemplificación), entonces, seguro estarás feliz. Yo recomiendo, reiki, o yoga, lo
sea, en fin. Que hoy es viernes, y para terminar, pensemos que si a Van Gogh después de muerto le reconocieron su obra, ya con eso, esté donde esté, el mundo le ha recompensado, aunque seguro, él siempre se sintió feliz con su desarrollo, y con eso, creo que es más que suficiente.
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
3 febrero, 2011 a las 18:09
Más sobre la importancia del contexto.
Un fuerte abrazo a todos,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 18:17
Y para más Inri, si intentas ser profeta en tu tierra.
Besicos muchos.
3 febrero, 2011 a las 18:53
No olvidemos que los que no lograron ser profetas en su tierra muchas veces tampoco lo fueron en el extranjero.
Abrazos cabreadillos con el mundo,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 19:47
Tienes razón, no se porque se me vino eso a la cabeza.
Ya veo que estas cabreadillo con el mundo (Fb), ya somos dos y parece que el arreglo no tiene buena pinta, ¡es una verdadera leche!!
Pero te dejo besicos pa relajarnos.
3 febrero, 2011 a las 20:02
Hay días asín (terminado en n).
Gracias por el apoyo,
P
3 febrero, 2011 a las 18:19
Cierto, creo que entre más locos haya mejor mundo seremos. Pues a desquiciarnos…
Abrazos vagabundos.
3 febrero, 2011 a las 18:55
Yo optaría por la dosificación, ¿no? Ni todo serenidad ni todo locura: algo así como un estado intermedio o una alternancia que nos permitiera lograr una saludable textura.
Abrazos vagabundos,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 18:37
Sí, Pablo. Y lo triste es que a veces las idea triunfa cuando el hombre ya no está.
Abrazos.
3 febrero, 2011 a las 18:56
Muere loco y en la tumba se serena (o lo serenan). Toda una metáfora.
Abrazos precursores,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 18:43
Evidentemente.
A veces, sólo a veces, el hombre no está muerto cuando la idea triunfa y además es listo, sólo entonces es EL el que se hace rico.
Por eso hay tan pocos ricos.
Un saludo
3 febrero, 2011 a las 18:57
Para mí el éxito es lograr hacer a diario lo que queremos (con o sin plata).
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 19:41
Estoy muy muy muy loco 🙂
3 febrero, 2011 a las 20:03
Ojalá que triunfes triunfes triunfes.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 20:38
Muchas gracias Pablo, pero creo que seguiré muy loco.
3 febrero, 2011 a las 20:46
Yo deseo, tú crees, el destino decide.
3 febrero, 2011 a las 20:04
Cierta vez alguien me dijo ‘Si me volví loco fue a conciencia’ Me pareció un ejemplo a seguir aún cuando quien me lo dijo no había triunfado. Y esto soy, otra más en la fila de los locos.
Sin embargo los besos que envío a los amigos, por ser amigos, llegan serenamente equiibrados.
3 febrero, 2011 a las 20:28
Ayer apunté una cita de William Blake, ese genial precursor del surrealismo. Dice algo así como:
«El hombre que persiste en su locura, alcanza la sabiduría».
Estamos en el buen camino, Patricia.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 20:39
Ojalá así sea Pablo, retribuyo tus abrazos.
3 febrero, 2011 a las 20:46
Los conservo entre mantillas.
P
3 febrero, 2011 a las 20:46
hay que estar loco para no nadar contra corriente, algunas veces
3 febrero, 2011 a las 20:47
Así por lo menos se siente el agua.
Abrazos, Vittt.
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 21:08
Cierto, y hay que hacer algo pronto con las ideas antes de que se pierdan. Abrazos ideológicos.
3 febrero, 2011 a las 21:09
¿Apuntarlas serviría?
Abrazos ideales,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 21:31
Lo mejor es regalarlas para que te tomen por loco y por tonto…
Un abrazo
3 febrero, 2011 a las 21:34
Me lo voy a apuntar, Bicefa.
Gracias, abrazos,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 21:46
Pablo, no sé si leíste lo de los planetas exo.. exo… exoplanetas. Pensé en ti y tus ideas, y me dije a mi misma «esto seguro que Pablo ya lo sabía»
Y seguro que te hubieran tratado de loco hasta ayer mismo o anteayer, no sé de cuando es la noticia. Y mira, no era tal locura, verdad?
Bueno, pues un abrazo loco loco
3 febrero, 2011 a las 21:48
Con la diferencia de que los locos absolutos tenemos millones de ideas locas. Entonces alguna por p casualidad triunfa.
Abrazos de tipo tristón,
PABLO GONZ
3 febrero, 2011 a las 23:10
Y tristemente seguimos aplicándolo una y otra vez.
Un abrazo,
4 febrero, 2011 a las 17:58
Supongo que catalogamos como locura todo aquello que no podemos comprender.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
4 febrero, 2011 a las 0:51
Pero es la única salida, ser más loco.
4 febrero, 2011 a las 17:59
Huir hacia adelante, huir hacia atrás, no huir.
Se plantean varias posibilidades.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
4 febrero, 2011 a las 21:05
O no huir, a veces, simplemente aceptar. En días pasados, en una conferencia, alguien me dijo que, aunque sus ideas eran un poco locas, él, pese a los años que lo acompañaban había aprendido a seguir el siguiente método ante una idea aceptada o no, según él: Sonreír, aceptar y orar. Y pienso que, si sonríes, ya te habrás dado el regalo (no el consuelo) a tí mismo (ser único, principal e importante en este extraño universo), segundo, si aceptas que tu propuesta puede gustar o no, tu idea, lo que desees obsequiarle al mundo, ha salido de tí, y punto. Y finalmente, a tu estilo, el que cada uno pueda adoptar de orar, meditar, en fin, te llevará a ver que, si has seguido los dos primeros, digamos métodos (espero no enfadar a los expertos, o sea a los filósofos por mi aproximación, mejor ejemplificación), entonces, seguro estarás feliz. Yo recomiendo, reiki, o yoga, lo
4 febrero, 2011 a las 21:07
sea, en fin. Que hoy es viernes, y para terminar, pensemos que si a Van Gogh después de muerto le reconocieron su obra, ya con eso, esté donde esté, el mundo le ha recompensado, aunque seguro, él siempre se sintió feliz con su desarrollo, y con eso, creo que es más que suficiente.
Buen fin de semana Pablo.
Lamicé
4 febrero, 2011 a las 21:20
Buen fin de semana, Lamicé. Gracias por tus palabras,
PABLO GONZ
5 febrero, 2011 a las 9:23
Así es con las mayorías pragmáticas.
6 febrero, 2011 a las 14:26
Gracias por tu aporte, Carlos.
Un abrazo,
PABLO GONZ
16 febrero, 2011 a las 19:31
veré a mis pacientes del mental con otros ojos ¿?
16 febrero, 2011 a las 19:43
Si lo haces, gratifícame con la noticia.
Abrazos,
PABLO GONZ