Verdad, madre hay una sóla. Si ésto se refiere a la noticia que está por todos los medios, la verdad es que da para largo el tema. Mucho para pensar, mucho para debatir.Motivo por el cuál me abstengo a mi posición personal, ya que generaría quizás un intercambio de pensamientos no convenientes al blog.Soy de las que piensan que cada uno hace lo que le gusta, pero en algunos casos, la cosa cambia. Un abrazo. Neli ♣
Todavía no doy con la imagen de dos madres embarazadas del mismo hijo y me pregunto ¿serán gemelas, mellizas, siamesas, amigas, enemigas, amantes, esposas…? Y lo que dicen «madre hay solo una porque si no todos estaríamos con la otra» y es difícil una, con que dos… ja ja
Muy bueno Pablo ¿le estás dando al fotochop?
Yo uso un programa free-ware que se llama GIMP. Tiene lo mismo pero no hay que hacer un cursillo para iniciados. Además, uno puede sugerir mejoras en el programa y a veces las aceptan. Si te interesa, se puede bajar de la red.
El modo en que se llega a tener dos ombligos lo dejo a la consideración de los lectores.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Pobre chaval… me recuerda a la película de Woody Allen en la que su mujer (Meryl Streep) se hace lesbiana, se divorcia de él y se lleva al hijo de ambos a vivir con ella y su nueva amante. Hablando del asunto, Woody Allen dice algo así como que pobre chaval, que si ya es difícil sobrevivir a una madre, imagínate a dos.
Un saludo.
El diálogo, en sólo dos frases, es buenísimo. Y la imagen que lo ilustra, de escalofrío. Porque… ¿Adán y Eva no tenían ombligo, no? Ufff… me da un repelús.
Muchas gracias, Víctor. Me pasa con esto de los microrrelatos que muchas veces se me ocurre contar las historias como pequeños guiones u obras de teatro (algo como lo que le pasa a Javier Tomeo). Por eso las incluyo en esta serie llamada AQUI ENTRE NOSOTROS. La imagen es la modificación de una que bajé de internet y la verdad es que tuve serias dudas entre disponer los ombligos en fila o en columna. Opté por la fila por un asunto de facilidad.
Un abrazo prevacacional (ya me da pena pero aquí te esperamos pasando frío).
PABLO GONZ
Los ombligos en fila encajan mucho mejor con nuestra simetría bilateral, aunque, conociéndote poco a poco, sé que serás capaz de crear una simetría radial como de erizo de mar, en la que las madres que estuvieron unidas a los ombligos hablarán cada una con un retardo de 1 segundo, a razón de frase por minuto, y luego unirás este micro al del ventilador y el tiempo… y nacerá el sexagenumbilicón…
Me has puesto los pelos de punta, Pablo. Muchas gracias.
Un abrazo.
P.
Sí, es peculiar. Estando el tema dentro de lo improbable, es de mi interés. Muchas gracias por tu visita. Eres bienvenido siempre que gustes.
Un macroabrazo MÁS O MENOS TÍMIDO.
PABLO GONZ
Muchas gracias por tu visita, Martín. Y por tu comentario. Viniendo de un gran microrrelatista como tú es un gran elogio. Te visito en el «Living sin tiempo»
Un cordial saludo,
PABLO GONZ
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
27 julio, 2010 a las 12:52
¿Madres no hay más que una?
Un feliz día a todos,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 13:00
Verdad, madre hay una sóla. Si ésto se refiere a la noticia que está por todos los medios, la verdad es que da para largo el tema. Mucho para pensar, mucho para debatir.Motivo por el cuál me abstengo a mi posición personal, ya que generaría quizás un intercambio de pensamientos no convenientes al blog.Soy de las que piensan que cada uno hace lo que le gusta, pero en algunos casos, la cosa cambia. Un abrazo. Neli ♣
27 julio, 2010 a las 13:48
¿Qué noticia está por los medios, Neli? Yo vivo en un bosque sin energía eléctrica y no me entero de nada.
Un abrazo,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 13:31
Dos madres, menudo lío de ombligos, besos y lazos de unión que son un lío…
Me gusta tu blog. Gracias por añadirme. Pienso hacer lo mismo. Te felicito.
Un abrazo.
27 julio, 2010 a las 13:46
Muchas gracias, María. Te devuelvo la visita en «La tasca sin nombre».
Un saludo y gracias por venir,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 14:35
Todavía no doy con la imagen de dos madres embarazadas del mismo hijo y me pregunto ¿serán gemelas, mellizas, siamesas, amigas, enemigas, amantes, esposas…? Y lo que dicen «madre hay solo una porque si no todos estaríamos con la otra» y es difícil una, con que dos… ja ja
Muy bueno Pablo ¿le estás dando al fotochop?
27 julio, 2010 a las 14:57
Yo uso un programa free-ware que se llama GIMP. Tiene lo mismo pero no hay que hacer un cursillo para iniciados. Además, uno puede sugerir mejoras en el programa y a veces las aceptan. Si te interesa, se puede bajar de la red.
El modo en que se llega a tener dos ombligos lo dejo a la consideración de los lectores.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 14:38
Pobre chaval… me recuerda a la película de Woody Allen en la que su mujer (Meryl Streep) se hace lesbiana, se divorcia de él y se lleva al hijo de ambos a vivir con ella y su nueva amante. Hablando del asunto, Woody Allen dice algo así como que pobre chaval, que si ya es difícil sobrevivir a una madre, imagínate a dos.
Un saludo.
27 julio, 2010 a las 14:59
Es que la Madre Mediterránea (debe escribirse con mayúsculas) es mucho. O quizás demasiado.
Un abrazo,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 14:39
Buenísimo relato del género del multimadrismo.
27 julio, 2010 a las 15:00
Gracias, Carlos. Voy a tratar de no encasillarme. 🙂
Un abrazo,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 14:45
El diálogo, en sólo dos frases, es buenísimo. Y la imagen que lo ilustra, de escalofrío. Porque… ¿Adán y Eva no tenían ombligo, no? Ufff… me da un repelús.
Un abrazo prevacacional, Pablo.
27 julio, 2010 a las 15:04
Muchas gracias, Víctor. Me pasa con esto de los microrrelatos que muchas veces se me ocurre contar las historias como pequeños guiones u obras de teatro (algo como lo que le pasa a Javier Tomeo). Por eso las incluyo en esta serie llamada AQUI ENTRE NOSOTROS. La imagen es la modificación de una que bajé de internet y la verdad es que tuve serias dudas entre disponer los ombligos en fila o en columna. Opté por la fila por un asunto de facilidad.
Un abrazo prevacacional (ya me da pena pero aquí te esperamos pasando frío).
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 18:25
Los ombligos en fila encajan mucho mejor con nuestra simetría bilateral, aunque, conociéndote poco a poco, sé que serás capaz de crear una simetría radial como de erizo de mar, en la que las madres que estuvieron unidas a los ombligos hablarán cada una con un retardo de 1 segundo, a razón de frase por minuto, y luego unirás este micro al del ventilador y el tiempo… y nacerá el sexagenumbilicón…
Me has puesto los pelos de punta, Pablo. Muchas gracias.
Un abrazo.
P.
27 julio, 2010 a las 18:39
Un honor horrorizarle, caballero.
Nos leemos,
PABLO GONZ
27 julio, 2010 a las 21:17
Muy bien, Pablo. Bastante original.
27 julio, 2010 a las 21:38
Gracias, Esteban.
Un abrazo y gracias por venir,
PABLO GONZ
28 julio, 2010 a las 11:44
-puedo hacerme un piercing en el ombligo?
-sí.
-no.
28 julio, 2010 a las 14:28
-¿Puedo hacerme sendos piercings en los ombligos?
–En el mío sí.
–En el mío no.
28 julio, 2010 a las 11:49
Caso claro de personalidad múltiple materializada. Me gusta
28 julio, 2010 a las 14:28
La famosa PMM 😉
Un abrazo,
PABLO GONZ
29 julio, 2010 a las 18:51
Bueno, si hay dos mamás hay dos ombligos. Muy peculiar. Un microabrazo GRANDE.
29 julio, 2010 a las 19:21
Sí, es peculiar. Estando el tema dentro de lo improbable, es de mi interés. Muchas gracias por tu visita. Eres bienvenido siempre que gustes.
Un macroabrazo MÁS O MENOS TÍMIDO.
PABLO GONZ
29 julio, 2010 a las 19:18
Muy bueno! Me gustó mucho! no sobra ni falta una sola palabra.
29 julio, 2010 a las 19:24
Muchas gracias por tu visita, Martín. Y por tu comentario. Viniendo de un gran microrrelatista como tú es un gran elogio. Te visito en el «Living sin tiempo»
Un cordial saludo,
PABLO GONZ
30 julio, 2010 a las 3:34
Dos madres ¿Las dos de la misma especie? ¿Con cuál otra clase de hembra podría preferiría tener un hijo? Delicadísima cuestión. Acepto sugerencias.
30 julio, 2010 a las 13:01
Interesante tu sugerencia biológica, Patricia. Voy a pensar en algo.
Un abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ