Esta cita está extraída del libro «Escaramujos», debido a mi señor abuelo: Santiago González Escalona. Y a su respecto debo decir que yo he sentido siempre que cuando en una novela mía faltaban alguno de los dos elementos, ella no avanzaba o, dicho de otro modo, se resistía a ser.
Os mando a todos un fuerte abrazo. Feliz lunes.
PABLO GONZ
Gracias, Neli. Me encanta compartir las cosas que me gustan. Y me rechifla que esas cosas tengan su eco. Vamos a ver cómo sigue la semana.
Un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
Yo las veo abrazadas fuertemente, confundidas una con otra, como una propuesta que nos ancla al presente (la parte real) y nos arroja al futuro (la parte fantástica).
Abrazos mixtos,
PABLO GONZ
Un maravilloso consejo a tener en cuenta, abrazarse a la realidad y a la fantasía, y dejar que ellas se abracen!
Un abrazo real y otro fantástico, abrazados entre ellos, claro!
Ana
Las obras literarias que logran engancharme son aquellas que en parte me hablan de un mundo que conozco (lo real) y en parte de un mundo que desconozco (lo fantástico). Con un pie en tierra firme puedo explorar nuevas tierras.
Abrazos mixtos también para ti,
PABLO GONZ
Gracias, Ángeles, yo también considero que esta cita responde a algo grande, al menos para un artista. Que tengas un feliz lunes tú también.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
En casa siempre fuimos un poco escritores. Mi abuelo era poeta y filósofo. Mi padre escribió mucho sobre física. Mi hermano también escribió una que otra novela. Una de mis sobrinas apunta maneras. Debe de ser porque somos familia de maestros de pueblo.
Un fuerte abrazo, Propílogo, y gracias por venir.
PABLO GONZ
LA cita me ha sugerido una imagen: la fotografía de un combate de Sumo donde los dos luchadores aparecen congelados en una posición en la que se apoyan sobre los dedos gordos de los pies. En un tenso equilibrio.
Un abrazo, Pablo.
Bella imagen, Alberto. El tenso equilibrio es una clave importante en ilteratura, una clave que, según me parece, no puede provocarse: es un regalo del libro a su autor y aquél lo hace sin permiso de éste.
Un fuerte abrazo también para ti,
PABLO GONZ
El abrazo de ambas es el arte. Su función social: permitir la modificación de la sociedad asegurando al lector (realidad) pero proyectándolo sobre lo ignoto (fantasía).
Buena semana también para ti, Claudia.
PABLO GONZ
Aún cuando sé que Gonzáles Escaloma lleva la razón, siempre que he podido opté por la fantasía. (No la busco: la realidad llega y, abrazándose a mi fantasía, me mira no siempre con ternura)
Un abrazo Pablo
Si optas por la fantasía pura, lograrás una obra muy personal o específica, que resultará sublime a muy pocas personas (quizás sólo a ti). El equilibrio que impone la realidad en la obra artística es el ancla que permite transmitir la esencia de tu personalidad a quienes te leen. Así, escribes con palabras que entendemos todos, ¿por qué? Porque quieres hacerte entender (eso forma parte de la realidad). El caso contrario también tiene sus peligros: contar lo que la gente quiere oír y como quieren oírlo (en tal caso la lectura no es sino placer estéril; queda fuera el aprendizaje, el cuestionamiento personal, la inquietud, y así pierde matices).
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Entre la fantasía y la realidad existe una diferencia convencional. Se suele entender por realidad aquello que es probable o demostrable. Y por fantasía lo que no se puede probar o demostrar. Hoy en día, sabemos que las demostraciones no son determinantes, es decir, que las razones que explican las cosas se sustentan en razones y más razones que a la larga no tienen explicación. Cuando existe esa capa de razones se habla de algo real (demostrable). Cuando no existe, se habla de algo fantástico (improbable). En esencia todo pertenece a un estado anterior a la distinción entre realidad y fantasía. Pero operamos distinguiendo cuando podríamos vivir mejor si simplemente diferenciáramos. Por tanto, creo que sí hay diferencia entre realidad y fantasía pero que no hay distinción.
Un fuerte abrazo, Torcuato, y gracias por tu sugerente comentario.
PABLO GONZ
Es muy interesante lo que ha salido aquí. Quizá, y lo digo según se me ocurre, no haya mucha distinción entre la realidad y la fantasía, y en todo ello haya una forma convencional en la sociedad de percibir las cosas (Ahora hay cosas que consideramos reales y que en tiempos fueron fantasiosas). Entonces la misión del arte quizá sea, precisamente, cuestionar esa frontera y mostrar lo fantástico que tiene lo real y viceversa.
Yo creo que sí, Alberto, que una de las misiones del arte es cuestionar esa frontera. La sociedad en su evolución va aceptando como reales cosas que le parecían fantásticas. Y con ello se mueve. Pero más allá siempre surgen nuevas fantasías (quizás por detrás lo real se convierte de nuevo en fantástico para dar lugar al mito). En todo caso, el artista (de modo consciente o inconsciente) siempre se dedica a bombardear conciencias.
Por algo mi madre siempre que se refiere a tu abuelo dice:
«como decía mi tío, el sabio…» a lo que yo añado siguiendo el refranero: «de casta le viene al galgo…».
Besos, primo
Tenés razón Pablo, es más, las obras «alocadas», aquellas a las que no encuentras una lógica en su fantasía, como lectora no me gustan. Ocurre que me agrada soñar otros mundos, creer que fueran posibles. Ojalá.
En general las obras muy fantásticas están casi obligadas a ir armadas sobre una coherencia o una lógica muy fuertes, precisamente para que el lector/espectador no se sienta demasiado «sólo ante el peligro» (el tema le abruma por lo novedoso pero se recoge o refugia en la lógica que atraviesa toda la obra). Soñar otros mundos es una tarea encomiable en un escritor, y también creer que serán posibles. Sin embargo, si lo que uno pretende es que otras personas sueñen también esos mundos, es preciso realizar un ejercicio de contemporanización: tener en cuenta que ellos no poseen las bases que para nosotros son tan familiares. Suele suceder que los autores jóvenes escriben sin tener eso en cuenta y, claro, resultan obras inasibles. A medida que los autores van creciendo y se van sintiendo parte de la sociedad, sus obras van alcanzando la propiedad de la transmisión. Es común que las obras de los autores maduros sean de una genial sencillez pero gran complejidad. Todo lo contrario que una obra simple y además complicada.
Gracias, Rosio, por tu comentario. Y no, no creo que ese abrazo se pueda robar: al artista verdadero sólo le cabe esperar a que ese abrazo se produzca. Entre tanto, debe prepararse para ello. Si no se prepara, el abrazo nunca se produce.
Feliz semana también para ti,
PABLO GONZ
Excelente definición del verdadero arte, Cuando el artista presenta un retrato ,pictórico,literal o de cine; que logra presentarnos una fantasía con el mismo valor que una realidad.
Como pintaba Velazquez o Rembrandt.
O el cine de Bertolucci.
Grandes cumbres las que citas, Carlos. Al representar la fantasía con el vigor de la realidad, la fantasía se incorpora a ésta y el artista cumple con su función de expansión de la conciencia.
Un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
Lo decía García Márquez: es muy importante la veracidad de los sentimientos, no sólo en los personajes sino en el propio autor. Los lectores poseen una sensibilidad especial hacia la mentira y ella empaña cualquier libro por muy bien escrito que esté.
Un fuerte abrazo, Tatiana, y gracias por tu visita.
PABLO GONZ
este micro me hace recordar los relatos mapuche, como si vinieran a la memoria uno tras otro, y a momentos todos juntos, escuchados una y otra vez, hasta que el limite donde se abraza lo real o lo imaginario ya no tiene sentido. palabras que dejan un sentimiento reconfortante y tibio en algún lugar de la conciencia.
un abrazo
Me gusta oírte, Tralkán, y me gustó verte el otro día. Te lo advierto: vas camino de convertirte en algo así como una faceta determinante de la conciencia mapuche. La sabiduría está cómoda en tu casa.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
gracias por tus palabras amigo (y por tus advertencias también) las tengo siempre en cuenta. aunque todavía falta mucho camino para llegar a esos lugares. algún día podrá ser, con calma, y con compañeros como tu.
abrazote
Pablo González Cuesta (Pablo Gonz) es un escritor español nacido en Sevilla (1968) y radicado en Valdivia (Chile) desde el año 2001. Hasta los tres años, vivió en Sao Paulo (Brasil) y a esa edad su familia se trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1976. El siguiente destino fue Madrid, donde pasó la mayor parte de su infancia y su juventud, con frecuentes estancias en un pueblo de la Montaña Leonesa (Cofiñal) de donde procede su familia. Posteriormente, vivió durante casi un año (1991-1992) en Múnich (Alemania). En este mismo periodo se produjo su definitivo acercamiento a la literatura, siendo sus primeras referencias literarias Gabriel García Márquez, Eduardo Mendoza, León Tolstoy y Stefan Zweig. Tiene seis novelas publicadas: 1996: «La pasión de Octubre» (ed. Alba, Barcelona). 1997: «Experto en silencios» (ed. Bitzoc, Palma de Mallorca, España). 1998: «Los hijos de León Armendiaguirre» (ed. Planeta, Barcelona). 2008: «Libertad» (ed. Uqbar, Santiago de Chile). 2008: «Mío» (ed. Carisma, Badajoz, España). 2014: «Lavrenti y el soldado herido» (ed. 20:13, Valdivia, Chile). 2015: «Libertad» (ed. Fantasía, Madrid, España). «La saliva del tigre. Minificciones» es su único libro de microficción (2010).
13 septiembre, 2010 a las 12:50
Esta cita está extraída del libro «Escaramujos», debido a mi señor abuelo: Santiago González Escalona. Y a su respecto debo decir que yo he sentido siempre que cuando en una novela mía faltaban alguno de los dos elementos, ella no avanzaba o, dicho de otro modo, se resistía a ser.
Os mando a todos un fuerte abrazo. Feliz lunes.
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 12:51
Una hermosura de cita, muy real. Creo que es tal cual. Gracias por compartirla. Buen comienzo de semana. Neli 🙂
13 septiembre, 2010 a las 13:38
Gracias, Neli. Me encanta compartir las cosas que me gustan. Y me rechifla que esas cosas tengan su eco. Vamos a ver cómo sigue la semana.
Un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:00
Me ha encantado lo de abrazadas la realidad y la fantasía.
Abrazos reales y fantásticos
13 septiembre, 2010 a las 13:39
Yo las veo abrazadas fuertemente, confundidas una con otra, como una propuesta que nos ancla al presente (la parte real) y nos arroja al futuro (la parte fantástica).
Abrazos mixtos,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:01
Un maravilloso consejo a tener en cuenta, abrazarse a la realidad y a la fantasía, y dejar que ellas se abracen!
Un abrazo real y otro fantástico, abrazados entre ellos, claro!
Ana
13 septiembre, 2010 a las 13:42
Las obras literarias que logran engancharme son aquellas que en parte me hablan de un mundo que conozco (lo real) y en parte de un mundo que desconozco (lo fantástico). Con un pie en tierra firme puedo explorar nuevas tierras.
Abrazos mixtos también para ti,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:06
La cita es grande. La fantasía real y la real fantasía, que se unen en las grandes obras.
Un saludo y feliz lunes para ti tambien Pablo.
13 septiembre, 2010 a las 13:44
Gracias, Ángeles, yo también considero que esta cita responde a algo grande, al menos para un artista. Que tengas un feliz lunes tú también.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:10
Muy real y bonita cita.
La una es imprescindible para exista la otra.
Besicos.
13 septiembre, 2010 a las 13:44
Armonía de contrarios. Ejercicio de equilibrio.
Besicos también para ti. Cuidate mucho,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:18
Buenísima cita, sí señor. Veo que los talentos van como la probabilidad de gemelos, cada dos generaciones.
Saludos desheredados.
P.
13 septiembre, 2010 a las 13:51
En casa siempre fuimos un poco escritores. Mi abuelo era poeta y filósofo. Mi padre escribió mucho sobre física. Mi hermano también escribió una que otra novela. Una de mis sobrinas apunta maneras. Debe de ser porque somos familia de maestros de pueblo.
Un fuerte abrazo, Propílogo, y gracias por venir.
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:23
LA cita me ha sugerido una imagen: la fotografía de un combate de Sumo donde los dos luchadores aparecen congelados en una posición en la que se apoyan sobre los dedos gordos de los pies. En un tenso equilibrio.
Un abrazo, Pablo.
13 septiembre, 2010 a las 13:53
Bella imagen, Alberto. El tenso equilibrio es una clave importante en ilteratura, una clave que, según me parece, no puede provocarse: es un regalo del libro a su autor y aquél lo hace sin permiso de éste.
Un fuerte abrazo también para ti,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 13:56
Es algo inmenso para una persona tan talentosa que se iluminó para reflejar una armonía y equilibro besos.***
13 septiembre, 2010 a las 14:15
Y un placer poder disfrutar de la herencia intelectual de nuestros abuelos.
Un fuerte abrazo, Hebe, y gracias por venir.
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 16:16
Es que la una no existiría sin la otra. Y ambas son esenciales en el arte.
¡Buena semana Pablo!
13 septiembre, 2010 a las 19:30
El abrazo de ambas es el arte. Su función social: permitir la modificación de la sociedad asegurando al lector (realidad) pero proyectándolo sobre lo ignoto (fantasía).
Buena semana también para ti, Claudia.
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 17:02
Aún cuando sé que Gonzáles Escaloma lleva la razón, siempre que he podido opté por la fantasía. (No la busco: la realidad llega y, abrazándose a mi fantasía, me mira no siempre con ternura)
Un abrazo Pablo
13 septiembre, 2010 a las 19:35
Si optas por la fantasía pura, lograrás una obra muy personal o específica, que resultará sublime a muy pocas personas (quizás sólo a ti). El equilibrio que impone la realidad en la obra artística es el ancla que permite transmitir la esencia de tu personalidad a quienes te leen. Así, escribes con palabras que entendemos todos, ¿por qué? Porque quieres hacerte entender (eso forma parte de la realidad). El caso contrario también tiene sus peligros: contar lo que la gente quiere oír y como quieren oírlo (en tal caso la lectura no es sino placer estéril; queda fuera el aprendizaje, el cuestionamiento personal, la inquietud, y así pierde matices).
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 18:28
¿Acaso hay diferencia entre ambas?
Un abrazo.
13 septiembre, 2010 a las 19:49
Entre la fantasía y la realidad existe una diferencia convencional. Se suele entender por realidad aquello que es probable o demostrable. Y por fantasía lo que no se puede probar o demostrar. Hoy en día, sabemos que las demostraciones no son determinantes, es decir, que las razones que explican las cosas se sustentan en razones y más razones que a la larga no tienen explicación. Cuando existe esa capa de razones se habla de algo real (demostrable). Cuando no existe, se habla de algo fantástico (improbable). En esencia todo pertenece a un estado anterior a la distinción entre realidad y fantasía. Pero operamos distinguiendo cuando podríamos vivir mejor si simplemente diferenciáramos. Por tanto, creo que sí hay diferencia entre realidad y fantasía pero que no hay distinción.
Un fuerte abrazo, Torcuato, y gracias por tu sugerente comentario.
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 21:25
Es muy interesante lo que ha salido aquí. Quizá, y lo digo según se me ocurre, no haya mucha distinción entre la realidad y la fantasía, y en todo ello haya una forma convencional en la sociedad de percibir las cosas (Ahora hay cosas que consideramos reales y que en tiempos fueron fantasiosas). Entonces la misión del arte quizá sea, precisamente, cuestionar esa frontera y mostrar lo fantástico que tiene lo real y viceversa.
13 septiembre, 2010 a las 21:37
Yo creo que sí, Alberto, que una de las misiones del arte es cuestionar esa frontera. La sociedad en su evolución va aceptando como reales cosas que le parecían fantásticas. Y con ello se mueve. Pero más allá siempre surgen nuevas fantasías (quizás por detrás lo real se convierte de nuevo en fantástico para dar lugar al mito). En todo caso, el artista (de modo consciente o inconsciente) siempre se dedica a bombardear conciencias.
13 septiembre, 2010 a las 22:09
Creo que al final va a ser así. Que la vida es sueño, lo único real es la muerte y el arte el arma para combatir esta evidencia.
13 septiembre, 2010 a las 22:22
I agree.
14 septiembre, 2010 a las 13:03
Considero que le damos demasiada importancia a los «cinco sentidos oficiales».
Estoy con Alberto.
Un abrazo.
14 septiembre, 2010 a las 13:08
Sí, en general es verdad. Sobre todo en el mundo occidental.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
13 septiembre, 2010 a las 18:55
Por algo mi madre siempre que se refiere a tu abuelo dice:
«como decía mi tío, el sabio…» a lo que yo añado siguiendo el refranero: «de casta le viene al galgo…».
Besos, primo
13 septiembre, 2010 a las 19:53
¡Hora de ponerse colorado!
Besos también para ti, Margarita, guapa.
P
13 septiembre, 2010 a las 20:09
Tenés razón Pablo, es más, las obras «alocadas», aquellas a las que no encuentras una lógica en su fantasía, como lectora no me gustan. Ocurre que me agrada soñar otros mundos, creer que fueran posibles. Ojalá.
13 septiembre, 2010 a las 20:29
En general las obras muy fantásticas están casi obligadas a ir armadas sobre una coherencia o una lógica muy fuertes, precisamente para que el lector/espectador no se sienta demasiado «sólo ante el peligro» (el tema le abruma por lo novedoso pero se recoge o refugia en la lógica que atraviesa toda la obra). Soñar otros mundos es una tarea encomiable en un escritor, y también creer que serán posibles. Sin embargo, si lo que uno pretende es que otras personas sueñen también esos mundos, es preciso realizar un ejercicio de contemporanización: tener en cuenta que ellos no poseen las bases que para nosotros son tan familiares. Suele suceder que los autores jóvenes escriben sin tener eso en cuenta y, claro, resultan obras inasibles. A medida que los autores van creciendo y se van sintiendo parte de la sociedad, sus obras van alcanzando la propiedad de la transmisión. Es común que las obras de los autores maduros sean de una genial sencillez pero gran complejidad. Todo lo contrario que una obra simple y además complicada.
14 septiembre, 2010 a las 2:23
Pablo,se puede robar ese abrazo?
Dicho mexicano: ¡De tal palo tal astilla!
Delicioso inicio de semana.
14 septiembre, 2010 a las 12:38
Gracias, Rosio, por tu comentario. Y no, no creo que ese abrazo se pueda robar: al artista verdadero sólo le cabe esperar a que ese abrazo se produzca. Entre tanto, debe prepararse para ello. Si no se prepara, el abrazo nunca se produce.
Feliz semana también para ti,
PABLO GONZ
14 septiembre, 2010 a las 16:40
Efectivamente,eso los hace únicos. Yo disfruto tan hermoso resultado.
Gracias
14 septiembre, 2010 a las 19:04
No, gracias a ti por venir y por dejar tu huella.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
14 septiembre, 2010 a las 4:16
Excelente definición del verdadero arte, Cuando el artista presenta un retrato ,pictórico,literal o de cine; que logra presentarnos una fantasía con el mismo valor que una realidad.
Como pintaba Velazquez o Rembrandt.
O el cine de Bertolucci.
14 septiembre, 2010 a las 12:39
Grandes cumbres las que citas, Carlos. Al representar la fantasía con el vigor de la realidad, la fantasía se incorpora a ésta y el artista cumple con su función de expansión de la conciencia.
Un fuerte abrazo y gracias por venir.
PABLO GONZ
14 septiembre, 2010 a las 7:56
Eventos pueden ser más o menos fantásticos con sólo que sentimientos de los personajes sean reales
14 septiembre, 2010 a las 12:41
Lo decía García Márquez: es muy importante la veracidad de los sentimientos, no sólo en los personajes sino en el propio autor. Los lectores poseen una sensibilidad especial hacia la mentira y ella empaña cualquier libro por muy bien escrito que esté.
Un fuerte abrazo, Tatiana, y gracias por tu visita.
PABLO GONZ
15 septiembre, 2010 a las 18:40
este micro me hace recordar los relatos mapuche, como si vinieran a la memoria uno tras otro, y a momentos todos juntos, escuchados una y otra vez, hasta que el limite donde se abraza lo real o lo imaginario ya no tiene sentido. palabras que dejan un sentimiento reconfortante y tibio en algún lugar de la conciencia.
un abrazo
15 septiembre, 2010 a las 19:04
Me gusta oírte, Tralkán, y me gustó verte el otro día. Te lo advierto: vas camino de convertirte en algo así como una faceta determinante de la conciencia mapuche. La sabiduría está cómoda en tu casa.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
15 septiembre, 2010 a las 19:18
gracias por tus palabras amigo (y por tus advertencias también) las tengo siempre en cuenta. aunque todavía falta mucho camino para llegar a esos lugares. algún día podrá ser, con calma, y con compañeros como tu.
abrazote
15 septiembre, 2010 a las 20:31
Guardo tu abrazo, Tralkán. Gracias.