«LO TERRIBLE» en la voz de Mar González Mena
24 febrero, 2014
Estimad@s:
Desde hace ya unos meses, Mar González Mena publica en su blog Los jardines de Puck una serie de audiomicros extraídos del libro De antología: la logia del microrrelato (Editorial Talentura).
Hoy me toca la suerte de compartir cartel con Ricardo Álamo. Para leer mi micro Lo terrible, un texto nada fácil de leer por cierto, hagan click aquí.
Un gran abrazo a tod@s y muchas gracias a Mar,
P
NOVELA 35 SEGÚN SANDRA MONTELPARE
1 agosto, 2013
Estimados amigos:
Siguen llegándome comentarios de personas que ya han escuchado mi Novela 35 lebensráumica. En este caso, os acerco las cariñosas palabras de la estupenda escritora argentina Sandra Montelpare.
Un gran abrazo, Sandra.
INTIMACIÓN
Con la sonrisa dibujada en los labios todavía, escribo estas líneas para intimarlos a escuchar y disfrutar la Novela 35 lebensráumica de Pablo Gonz. Y dije bien, intimarlos, que según el DRAE es exigir el cumplimiento de algo. ¡Y es que no se la pueden perder porque es más que buena!
Para quienes ya disfrutamos de Pablo en su blog personal y libros, es una oportunidad de reencontrarnos con su prosa impecable nunca exenta de una fina ironía.
Para los que por primera vez se acercan al autor, qué mejor puerta de ingreso a su obra que este audiolibro.
La he escuchado con papel y lápiz al lado, tomando nota de lo que más me gustó, como suelo hacer cada vez que no leo en formato tradicional. Me encantan los audios.
Mi lápiz registró con paréntesis incluidos:
“la radio chicharreando en el pasillo” (nos pone en clima el narrador, bien)
“en la mirilla que llena sus ojos iracundos” (cine)
“sentir los fríos incendios de la alborada” (En tu cara, Acción Poética)
“asomándose al hondo barranco de la pena” (Así no se puede. He decidido no actualizar el blog hasta no escribir mínimamente decente.)
La especulación de la niña en “considerando si sería oportuno empezar a hacer pucheros” (Humor Gonz ®)
Y podría seguir. Lo que más me ha maravillado es la construcción de los personajes: una galería entrañable encabezada por doña Ruth, el reptiliano vejestorio, Jenny y sus ardides, su marido Román que la padece y es portador del sarcasmo, los hijos, los sufridos hijos de Jenny. Me parecía verlos. Pensé “¡qué bueno sería hacer una versión fílmica de esto!” (Teléfono, Sr. Gonz).
Para cerrar, una anécdota.
Mis hijos me preguntaron: —Ma, ¿qué escuchás que te estás riendo tanto?
Una novela. La Novela 35 lebensráumica de Pablo Gonz. Y les conté (sin spoiler) de qué va la historia. Creo que es inminente su escucha también.
Chapeau, maestro.
Los dejo porque no quiero distraerlos ahora que seguramente deben estar dándole click a la descarga, ¿no?
NOVELA 35 SEGÚN MIGUEL BAQUERO
25 julio, 2013
Estimad@s: Hoy, el escritor y crítico español Miguel Baquero, conductor del blog El mundo es oblongo, comparte con nosotros esta personal crítica de la Novela 35 lebensráumica. Muchas gracias, Miguel.
En primer lugar, te confieso que al principio me costó adaptarme al formato; yo soy un hombre de letras y en verdad cuesta adaptarse a “oír” una novela; a mí al menos me ha requerido mucha atención (en plan de estar tumbado, cerrar los ojos, no entretenerme, por ejemplo, bebiendo una cerveza y comiendo aceitunas, y casi sin fumar). Imagino que es la falta de costumbre: al tercer o cuarto audiolibro podré incluso irlo oyendo mientras monto en bici, pero así ha sido.
Adaptarme, como te cuento, me ha llevado sus cinco o diez minutos, pero luego ya resulta bastante agradable la escucha y me he metido de lleno en la fabulosa historia de la habitación que aparece, desaparece y todos se roban unos a otros. Pero antes, de nuevo, un par de detalles de la locución: aunque en general es agradable, sobre todo para estar narrado por una sola persona (te felicito si eres el locutor —que creo que sí—, porque entiendo que no es nada fácil), he advertido que, a veces, se producen como saltos, como “golpes” en el ritmo, y al final he llegado a la conclusión que es cuando en el texto van dos vocales, que por huir quizás del encadenamiento entre una y otra que podría sonar vulgar, haces (hablo de ti como locutor) un “puente” un poco largo entre a y e, entre o y a… entre vocales, en suma. Pero insisto en que es un detalle que no impide, ni mucho menos, la escucha. En general, me ha parecido un gran trabajo, pues el tono de voz ni aburre ni cansa ni es monótono y tiene gran seguridad.
Sobre la “redacción” en sí, te diré que he captado con agrado frases muy literarias. No es lo mismo que en un libro, en que las puedes subrayar y quizás tendría que haber ido anotándolas, pero así de primeras “silencio gordo del patio”, “zapatos que ya le llevan fuera del ascensor”, las manos del portero tamborileando… En general, y como abundan las imágenes muy “gráficas”, la historia se sigue perfectamente y uno se la pinta muy bien en la imaginación. No sé si primero fue el texto y luego la idea de locutarlo, o al revés, pero está claro que concuerdan perfectamente el contenido (ágil, sin digresiones, directo, y lleno de imágenes muy gráficas) con el continente.
Pese a todo (y mi felicitación sincera) yo, que soy no sé si clásico o chapado a la antigua, quisiera verlo publicado en papel, porque es una historia muy divertida, con un argumento con algo de parábola, entre literatura simbolista y del absurdo, en que se han producido grandes obras. Hay quizás un tono un poco anticuado en el escenario del relato —la casa de vecindad suena a años cincuenta— que no sé si apuntártelo en el debe o en el haber, porque al fin y gracias a ese tono guardas cierta conexión con la literatura de esa época de medio siglo que dio tantas grandes obras en ese plan parabólico-absurdo. Corrías el riesgo, por decirlo de algún modo, de caer en lo apolillado pero la energía de la historia creo (no, afirmo) que te ha librado de ese peligro.
En suma, una muy buena historia, un experimento muy interesante, una locución quizás a afinar en ese espacio entre vocales, pero en general muy bien, y nada, que te deseo toda la suerte del mundo porque, desde luego, estás ofreciendo un “material” bastante, bastante digno, ya lo creo.
NOVELA 35 SEGÚN PURI MENAYA
17 julio, 2013
Estimad@s amig@s:
Otra gran amiga de este blog, Puri Menaya, de El rincón de la bruja de chocolate, comparte con nosotros aquí su comentario sobre Novela 35 lebensráumica.
Muchas gracias, Puri, y a todos los demás lectores (auditores).
Abrazos grandes,
PG
«Yo ya la he escuchado y me ha sabido a poco. Vamos, que hubiera seguido escuchando más. Os animo a que también la escuchéis y la compartáis. No voy a contaros mucho de ella, tenéis que escucharla. Nos presenta una comunidad de vecinos, con sus distintos personajes y sus circunstancias, y plantea el problema de ese pequeño espacio vital en el que se encuentran inmersos, que los ahoga. La solución para ampliar ese espacio, traspasa las barreras de lo cotidiano. Y cuando todo parece estar en su sitio, la familia feliz, ese espacio recién conquistado vuelve a desaparecer. Con su pelín de humor, con una buena caracterización de los personajes (ese toque de los vecinos filipinos por aquí y por allá), al final nos lleva de nuevo al principio.
No sé si es una novela corta o un cuento largo pero se sigue con placer.
Es además un buen regalo para las personas mayores, para aquellos que van perdiendo la visión o para ciegos. Yo espero llevársela a mi madre, que ya no lee, precisamente porque sus ojillos cada vez se cierran más.»
NOVELA 35 SEGÚN PATRICIA NASELLO
12 julio, 2013
Querid@s amig@s:
Patricia Nasello, docta escritora argentina cuyos fabulosos microrrelatos podéis disfrutar pinchando aquí, me ha mandado el siguiente comentario referente a Novela 35 lebensráumica. Yo, desde luego, pienso pasar un estupendo fin de semana. Y espero que vosotros también. Patricia, el jamón te lo envío por mensajería urgente.
Un grandísimo abrazo,
PG
A través de esa elegancia ligera, desprovista para su bien de todo acartonamiento, que caracteriza a la voz que narra, Pablo Gonz hace suyo un tema delicado: nos recuerda, a través del humor, que somos muchos, demasiados, para el espacio disponible. En esta “Novela Lebensraúmica” —acertado título—, al mejor modo cervantino, el escritor primero provoca una sonrisa para luego descubrir el abismo. Descubre, destapa lo que con tanto cuidado habíamos escondido porque desde el comienzo de los tiempos elegimos ignorar. Somos muchos, demasiados, para no estorbarnos unos a otros, no mentirnos, no perjudicarnos.
Descubierto, ya, lo escondido, el desarrollo de la trama no se propone calmar angustias u ofrecer soluciones varias, no, su objetivo es más sutil. La meta es confrontar al lector, empujarlo hacia un espejo que indique con claridad —que descubra, en la Lebensraúmica siempre estaremos retornando, de un modo u otro, a esta palabra—, su nivel de tolerancia para con los de su propia especie, su temple para vivir en un mundo que, aparentemente, le queda chico a él y a los suyos.
Me aventuro a ofrecer, con toda humildad, una respuesta a la interpelación con la que el mundo de la novela nos enfrenta. Quizá el sendero a recorrer resulte más amable si lo caminamos con la misma divertida, poética gracia con la que Pablo Gonz nos narra esta historia.